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A la mañana siguiente, un omega enfadado picoteaba con el tenedor su plato de frutas. Jimin estaba tomando su desayuno en el comedor, pero no comía realmente, su atención estaba enfocada en la primera plana del periódico. En letras excesivamente grandes se leía el titular: El pequeño de los Kim dotado de belleza y... ¿salvajismo? Le dedicaron dos páginas completas a relatar desde la presentación de los nuevos herederos Min hasta colocar fotografías de su pelea con Jungkook.

Jimin dejó caer su cabeza en la mesa de caoba del gran comedor, su mechones de cabello metiéndose en la jalea de sus tostadas francesas. En cuanto su padre despertara y viera el artículo estaría en problemas. Soltó un grito de molestia y volvió a tomar el periódico.

—¿Con qué derecho piensas que puedes volver a entrar a mi vida como si nada hubiese pasado, eh?—Tomo las hojas donde aparecía una hermosa foto de Jungkook y la hizo bolita entre su puño, no satisfecho con eso, la tiro al suelo y la pisoteo.—¿Por qué tenías que volver cuando ya te había superado, Jungkook? ¿Qué no ves que yo estoy muy feliz sin ti?

Tae entró al comedor y se quedó a medio camino al ver a Jimin. Su hermanito parecía desquiciado, su cabello revuelto, su rostro rojo de cólera y sus pequeños pies dando saltitos sobre el periódico.

—Que bueno que ya lo superaste.—Soltó una carcajada cuando Jimin se asustó y cayó sentado al suelo.—¿Te sientes mejor luego de esta rabieta?

Jimin se quedó derrotado en el suelo, su boca fruncida en un adorable puchero que no había hecho en años.

—¡No!

—Anda, ya levántate. Después podrás seguir atacando con ese salvajismo tuyo las pobres hojas del periódico.

—¿Ya leíste el artículo?

—No hace falta, esta por todo internet y en las noticias.

—¡Papá me va a matar!

—Si, es lo más probable... Oye, ¿Eso que tienes en el cabello es jalea?

—No lo sé...—Jimin se levanto y se concentró en comer su fruta.—¿Jin aún no despierta?

—Vengo de su habitación, esta muerto. —Tae suspiro.—¿Sabías que nunca había dormido en sábanas de seda? ¡Tengo tanto que enseñarle! Primero lo llevaremos al spa y...—Ambos omegas se quedaron callados cuando un mal herido Namjoon entro al comedor.

—Oh, vaya...—Jimin se llevó ambas manitas al rostro de la impresión.—¡Cuánto lo siento, Namjoonie!

Su hermano mayor no había salido ileso de la pelea. Tenía el ojo morado, el labio partido y un collarín. Jimin no quiso admitirlo, pero sintió cierto orgullo al ver a su alfa defenderse. Jungkook había ganado en una pelea de dos contra uno. Era un alfa fuerte y orgulloso, eso se lo reconocía.

—¿Los años pesan, no es así hermano? —Tae gozaba burlándose de su hermano mayor.—¡Jungkook les dio una paliza!

—¿De que hablas?—Nam se indignó.—Estuvimos a punto de matarlo. El abuelo Min lo salvó.

—No me digas. Yo estuve allí. ¿Recuerdas? Y ustedes no se veían muy bien que digamos.—Tae soltó una carcajada cuando Nam le gruñó.—Te lo mereces, por haber mandado al hospital a mi Hobi.

Chiquito, Bonito y Caprichoso•|| (Kookmin) Trilogía De Los Herederos KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora