38

64.2K 6K 5.3K
                                    

Eran alrededor de las diez de la mañana cuando despertaron. Ambos habían caído rendidos por el sueño, exhaustos físicamente. Pero el descanso reparador que tuvieron sano más que sus cuerpos. La paz mental y emocional que lograron alcanzar en los brazos del otro fue un descanso bien merecido luego de tanto tiempo de sentir agotados y heridos.

El primero en despertar fue Jungkook, a su lado encontró a su omega, hecho una bolita de sábanas revueltas, de las que se había adueñado durante la noche. Jimin estaba cansado y dormía profundamente. Había sido demasiado exigente con sus demandas, la piel del omega estaba enrojecida y muy sensible, en cuanto Jungkook lo toco soltó un pequeño quejido aún en sueños. El alfa sonrió al recordar como la noche anterior, Jimin se había armado de valor para arrinconarlo y no dejarle otra salida que caer en sus brazos otra vez. Jimin tenía su marca ahora, se pertenecían. Y nada los separaría de nuevo. Habían sido un desastre hace tres años, pero el asunto era que, eran un buen desastre juntos. Por algo estaban destinados. Y ser capaz de emparejarte con tu pareja destinada, en el mundo al que pertenecían, era una bendición. La verdad es que tuvieron mucha suerte.

—Mmm... me gusta, pero ya no, Jungkookie...—Gimoteó Jimin medio dormido al sentir las cálidas manos de Jungkook rodeando su cintura.—Estoy muy cansado...

—Despierta, Minnie.—Jungkook le susurró al oído y le beso las mejillas sonrojadas.

Jimin se giro entre sus brazos, estirándose como un pequeño cachorro adormecido, encantado de recibir besos tan temprano en la mañana.

—Esta bien...—Dijo Jimin en voz baja y un poco ronca por el sueño.—Pero una vez más y se acabó.

—Descuida, mi amor.—El alfa le apartó el desordenado cabello rubio de la frente.—El celo ya pasó.

—¿Enserio?

Jungkook se tuvo que reír del tono decepcionado de su omega.

—Pensé que ya no querías que te siguiera tocando. ¿Acaso no estabas muy cansado?

—Si, pero ya me había hecho a la idea.

—Este es el omega que recuerdo.—Unió sus frentes y tomo un profundo suspiro sintiendo el aroma de Jimin. Manzanas dulces, mezclado con su aroma. La marca rojiza en su cuello y su marca de olor, eran una clara advertencia de que ese omega estaba tomado.—Ahora eres completamente mío, Minnie.

Jimin frotó sus narices, feliz de amanecer entre sus brazos. Era un omega emparejado ahora.

—Buenos días, mi alfa.

—Buenos días, amor.—Justo en ese momento, la pancita de Jimin decidió que no podía soportar seguir vacía y gruño. Jungkook lo tomo entre sus brazos mientras este se sonrojaba y los llevo al cuarto de baño.—Tomemos un baño y bajemos a desayunar. No puedo tener a mi omega hambriento.

Jungkook se encargó de tratar suavemente la piel sensible de Jimin, llenó la tina de agua caliente y agregó mucho jabón espumoso, como le gustaba al omega. Se sumergieron en la bañera y con caricias suaves masajeo la piel suave y marcada de Jimin, fue besando cada una de las marcas rojizas que encontró a su paso.

—¿Estás bien, Minnie?—Le preguntó mientras lo abrazaba por detrás, Jimin estaba acomodado entre sus piernas, con la espalda recostada en el pecho del alfa. Los brazos de Jungkook lo rodearon por la cintura para atraerlo un poquito más cerca mientras le daba besos en el cuello, sobre la marca de emparejamiento.—¿Estás feliz?

Chiquito, Bonito y Caprichoso•|| (Kookmin) Trilogía De Los Herederos KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora