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El estudio de su padre era un lugar que le traía malos recuerdos porque solo entraban ahí cuando eran regañados. Y esta vez no era la excepción.

-Independientemente de quién era Jungkook, si te lo dijo o no, tenías una vida con responsabilidades que cumplir, sabias que podías meterte en problemas y debiste tomarlo en cuenta. Es hora de que veas que tú también fuiste responsable en todo esto. No puedes ir por la vida culpando a los demás, Jimin.

-¿Y a que vino Jungkook? ¿A quejarse contigo?

-Vino a disculparse y a tomar toda la responsabilidad por el show que la prensa armó de tu escándalo de ayer. Y antes de que sigas preguntando, el resto de nuestra conversación no giró en torno a ti. Jungkook vino porque tenía que tratar asuntos de negocios conmigo.

-Me pareció que se hicieron muy cercanos como para estar hablando solamente de negocios. ¿Qué fue lo que te dijo que te puso de su lado, papá? ¿Y cómo que le diste permiso para cortejarme?

-¡Ya fue suficiente! Lo del cortejo lo dijo solo para molestarte. Nunca tocamos el tema. Además...-Su padre levantó la mirada de los papeles que revisaba.-Lo que haya pasado entre ese alfa y tu, es cosa del pasado. Asi que te pido que actúes civilizadamente y zanjes ese asunto de modo que no vuelva a escuchar ni una queja más al respecto. Nuestros grupos están unidos tan estrechamente que no quiero perjudicar nuestra sociedad involucrando asuntos personales.

Jimin se levantó de la silla, molesto.

-Te di tres años para recuperarte, cuando lo que en realidad debí hacer fue castigarte. No puedo creer que sigas siendo igual de inmaduro después de lo que te sucedió. Tienes responsabilidades que cumplir, al igual que tus hermanos. Namjoon y Tae han pausado sus vidas por ti, ya es hora de que seas valiente y afrontes la realidad. ¿Entiendes lo que quiero decir?

Desgraciadamente Jimin entendía a la perfección que quería decir. El duelo debía terminar aunque él no estuviera listo.

-Parece que no tuvieras corazón.

-Soy un hombre de negocios.-Fue la simple respuesta de su padre.-Cuando tengas que dirigir una empresa, mantener intachable el apellido familiar y tengas éxito, vuelve aquí y te escucharé con gusto.

-Tu, enserio...

-Eso es todo, puedes retirarte.

Dos meses habían pasado desde esa conversación y su padre se había tomado enserio cada palabra. Taehyung reanudó los preparativos para la ceremonia de emparejamiento con Hoseok y tenía terminantemente prohibido volver a aplazarla, bajo ninguna circunstancia. Él y Tae debian tomar su lugar en el grupo como los encargados de mantener las relaciones internacionales y el manejo de las obras de caridad y las fundaciones del grupo Kim. Namjoon, por su parte, a pesar de tener que encargarse de la presidencia, debía vigilar que sus hermanos cumplieran con sus obligaciones. Así que la vida de los Kim, había salido de su letargo.

En lo que respecta a Jungkook, nada estaba bien. No importaba cuentas veces había rechazado sus invitaciones a cenar, el alfa seguía insistiendo. Al menos había aprendido que no podía poner un pie en su casa sin ser sacado a la fuerza por Namjoon. Así que las oportunidades para verse se resumían a los eventos sociales. Era shockeante ver a Jungkook en las reuniones o eventos, no porque el alfa no perteneciera ahí. Al contrario, se veía siempre tan orgulloso y seguro de sí mismo que Jimin empezaba a dudar si que aquel estudiante universitario, mesero y clase media al que amó realmente existió alguna vez.

Chiquito, Bonito y Caprichoso•|| (Kookmin) Trilogía De Los Herederos KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora