Cuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar.
Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...
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~Brave POV~ Perderse en esta casa es más fácil de lo que debería. Decidí seguir con mi exploración pese al estupido de Killian y a sus malos modales. No me cae bien, más bien lo odio por tratarme de esa manera cuando ni siquiera ha intentado conocerme. ¿Quién se cree que es? Me juzga sin haber cruzado palabra. Sus ojos miran mi ropa y sé que es lo debe de estar pensando. No es el primer estupido que me mira de esa forma. Lo que debería de hacer es arreglar ese carácter de ogro de las cavernas que tiene, porqué así no hay quien lo soporte. Quiero calmarme, pero cuesta. Respiro hondo y me miro las fotografías que cubren los pasillos de esta enorme casa. Hay tantas fotos.
—Hey—Escucho decir a alguien que aún no conozco. Mi cuerpo se gira lentamente lleno de intriga y emoción.
Me encuentro con un chico rubio, que está parado detrás de mi, observándome. Sus pantalones tienen una mancha de pintura en el costado y creo que será muy difícil de quitar si deja que se le seque. Lo observo detenidamente y madre de dios. Sus ojos son tan azules que cuesta creer que sean naturales. Sus brazos estan bañados en tinta, que se disuelve con su piel. Cuesta definir las figuras de cada tatuaje, ya que estos se mezclan de una manera única y artistica.
El chico me observa por un segundo más, antes de finalmente caminar en mi dirección. Una sonrisa torcida se marcada en sus labios y sus ojos azules se encuentran con los míos. Me pregunto quién será él. ¿Trabaja aquí?. Podría convertirse en mi primer amigo en esta casa. No me vendría mal. Aunque por la ropa que lleva puesta no creo que sea un empleado.
—¿No sabía que Peter había adoptado a otra hija?—Se muerde el labio inferior y creo que me va a dar algo si me sigue mirando de esa forma—Me llamo Kai—Se presenta extendiendo su mano, y dejandola en el aire esperando a que yo hago lo mismo.
—Yo soy Brave. La niñera de los gemelos—explico. Mi mano toca la suya con timidez pero este la estrecha fuertemente y con seguridad.
—Oh—Añade apenado—Eso tiene más sentido.
Con incomodidad nos quedamos en silencio por un momento. Sus ojos miran mi ropa, y como si hubiera encontrado las palabras decide volver a hablar—No eres de por aquí ¿verdad?.
—¿Tanto se nota?—Pregunto estirando la tela de mi vestido por sexta vez hoy. Eso es lo que suelo hacer cuando estoy nerviosa.
Kai asiente mientras continúa sonriendo—Soy de Australia. Llegué hace unas horas—Respondo a su pregunta inicial, desviando mis ojos hacia una de las fotos de la pared.
—Me encanta tu acento—Dice apoyando su mano en la pared. Aunque la retira al instante recordando que tiene un poco de pintura en ella.
—Gracias.
El cumplido es raro e inesperado. Pero después de tantos cambios en el día de hoy, me gusta sentirme apreciada por alguien. Aunque sea por este chico totalmente desconocido para mi.
