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~Brave POV~Había analizado lo que mis acciones habían provocado, lo que había hecho

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~Brave POV~
Había analizado lo que mis acciones habían provocado, lo que había hecho.

No hubieron disculpas que exponer porque pasaron tres días hasta que accidentalmente coincidimos en los pasillos de la universidad. No me gustaba creer en que tal vez Killian me estaba evitando; nuestros horarios no coincidían desde mucho antes de la tormenta de todas maneras, sin embargo, mis llamadas seguían sin ser contestadas y mis mensajes se quedaban en visto todos los días.

Verlo de frente me había dado seguridad. Él seguía en pie, seguía vivo. No dijimos nada, Killian no quiso hablar. Siguió caminando y yo no pude hacer nada más que seguir mi camino.

Con cada paso estábamos más lejos el uno del otro, con cada paso me rompía más.

—    Te dije que no voy a ir. — repetí con el altavoz activado, atiborrándome de palomitas.

Ya era sábado y el clima estaba sufriendo a mi lado. El cielo estaba triste como yo; toda la semana había sido así.

—    Y yo te dije que si vas a ir. — Grace repitió y entonces sentí como la puerta de un coche se cerraba fuera del apartamento.

Al principio creí que solo era el eco del altavoz, pero luego alguien tocó la puerta. Desde el sofá, por las rendijas de las cortinas de plástico pude ver el torso de Grace y también la maleta que arrastraba por la entrada.

— ¿Estás loca? — abrí la puerta, estaba lloviendo a mares.

—    El termino correcto sería empapada. — corrigió temblando, ni siquiera llevaba abrigo. Estaba vestida con ropa deportiva, leggings de yoga y un top blanco.

—    Entra. — dije quitándome de su camino. — Grace ya te lo dije, no voy a ir a la fiesta.

— ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¿Qué si vas a ir a la fiesta? Si, creo que has dicho eso.

Crucé mis manos y torcí los labios. Grace estaba hecha un cuadro, dando saltitos sobre la alfombra de la entrada.

— Aquí está todo lo que necesitamos. — sacudió la maleta. — Había planeado prepararnos para la fiesta en mi casa, pero considerando las circunstancias...— me senté en el sofá. No había manera divina de convencerme.

Era un no rotundo, ya lo había pensado y considerado. Estaba decidido.

—  Esconderte no solucionará nada. Son adultos por el amor de dios, tienen que hablar de frente.

—    No creo que Killian quiera hablar conmigo. A demás, no quiero ir por muchas otras razones. Killian no es el centro del universo. — mentí. Él si era el centro de mi universo.

Mucho a mi pesar, Killian se había convertido en todo para mi. Verlo y no ser capaz de hablar con él o de besarlo sería una tortura. Una muerte lenta y dolorosa que no estaba dispuesta a experimentar.

Estaba Esperándote ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora