Cuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar.
Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...
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~Brave POV~ Esto ya no es un juego. Es una batalla. No hay amigos, solo un capullo al que le tengo que patear el culo. Definitivamente Killian saca lo peor de mi. Esto iba a ser un juego amistoso, un juego de niños. Bueno eso era antes. No pienso tener piedad. Voy a por él.
—Las reglas están claras—Grito desde uno de los bordes de la piscina.
Los gemelos juegan en equipo. Así que somos cuatro. Killian y Kai se cambiaron de ropa y ahora solo llevan unos shorts de playa. Casi me da un infarto al ver a Kai sin camisa, no por los abdominales, que por cierto tiene perfectamente marcados. Si no, por todos los tatuajes que tiene en su torso. Killian en cambio no tiene ni un rastro de tinta en su cuerpo. Lo que me sorprende siendo un artista. Pero bueno, para gustos colores.
—Cada uno tiene una pistola. Tendremos tres minutos para escondernos. Este reloj sonará cuando empiece la batalla.
—¿Porqué hablas como si estuviéramos en una película de marvel?—Grita Killian mientras pone los ojos en blanco.
—¿Es que no tienes imaginación?—Pregunto llena de frustración. Kai se burla de mi carácter de guerra y yo trato de mirarlo a los ojos. Aunque con esos abdominales lo tengo difícil.—En fin, cada uno tiene cuatro vidas, si te mojan mueres, pero puedes regresar siempre y cuando te queden vidas. Si te tiran a la piscina estás fuera automáticamente.
—¿Y si te mojan y no se ve por la ropa?—Pregunta Kai refiriéndose claramente a mis shorts—A mi me parece injusto—Levanta las manos en forma de queja y yo lo fulmino con la mirada pero cedo ante la presión. Los shorts son oscuros y no se verá si me mojan, así que me los quito quedándome en traje de baño—Mucho mejor—Kai me guiña el ojo y Killian bufa algo que no llegué a escuchar.
—¿Podemos empezar ya?—Grita Lucas desde el otro lado de la piscina.
Dentro de mi cabeza suena I'm so sorry de Imagine Dragons y me pongo en modo comando. Me desato mis moños y aunque no lo pueda ver, sé que parezco una loca. Con toda la humedad que hay aquí mi pelo está descontrolado—La cuenta atrás comienza. ¡Ya!
Todos salimos corriendo en direcciones opuestas y de verdad parece una batalla. Yo me escondo en uno de los arbustos de la casa de la piscina y espero a escuchar el reloj sonar. Estoy temblando, hay demasiado en juego. No me apetece hacerle de sirvienta a Killian. Aunque por otro lado tal vez así logre conocerlo un poco más. Sé que es una locura incluso pensarlo pero no lo puedo evitar. Lloró cuando le di el colgante, su rostro se suavizó como un niño asustado y una parte de mí (la parte idiota) piensa qué tal vez así es el verdadero Killian.
El sonido del reloj me alarma y no hay vuelta atrás. Tengo que ganar. Camino entre los matorrales y rápidamente veo a los gemelos. Pienso si dispararles o no, pero no quiero. Ellos no son mi objetivo. Paso por detrás de la pequeña casa de la piscina sin que me vean y a lo lejos localizo a Kai. Ni siquiera está prestando atención al juego, está mirando algo en el móvil. Me dan ganas de dispararle pero sigue sin ser mi objetivo. Me escondo una vez más y miro hacia todos lados. No veo a Killian por ninguna parte. ¿Dónde se habrá metido? Espero que no esté haciendo trampas o algo así. De pronto lo entiendo.
