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~Brave POV~Los ejercicios eran la peor parte

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~Brave POV~
Los ejercicios eran la peor parte.

Mi recuperación completa fue un proceso largo. Una semana de terapia y ejercicios. Lo primero no me molestaba. La psicóloga del hospital dijo que era natural sentirse estresado después de una experencia cercana a la muerte. Personalmente no creo que yo haya tenido una experiencia cercana la muerte; sin embargo el hecho de que la ex novia de mi novio me haya intentado asesinar es bastante traumático.

No he hecho preguntas sobre de Victoria. El señor Hazer lleva el caso personalmente y aunque tuve que declarar; afortunadamente no tuve que ir a la corte. Odiaría tener que verla, odiaría tener que lidiar con cualquier cosa que implique su nombre si quiera. Varias veces Killian o mi madre hablan del accidente; ellos intentan que me desahogue y que deje salir lo que llevo dentro de mi. Pero, ¿qué se supone que tengo que decir?

Victoria es una persona horrible y alguien que no merece absolutamente nada de mi; sin embargo pienso en Bruno y la culpa renace dentro de mi. Su hermana irá a la carcel y familia debe de estar sufriendo mucho por ello.

Deba o no, me siento culpable. No lo puedo evitar.

— ¿Quieres más? — digo que no con la cabeza cuando Killian alza la cuchara.

— ¿Quieres que explote? He comido suficiente.

Él deja la cuchara, pero sé muy bien que esperaba que comiera más. — ¿Quieres postre? Hoy hay flan en la cafetería. No te lo he traído porque no sabía si te gustaba el flan. Es raro, nunca te he preguntado si te gusta el flan. ¿Te gusta el flan?

Mi madre comienza a reir y aunque hago mi mayor esfuerzo para no hacerlo, yo también me rio.

— ¿Qué? — Killian pregunta.

— Flan estaría genial.— comento fingiendo que si quiera me gusta el sabor del flan.

— Ahora regreso entonces. — dijo contento, casi sin poder creerse que comería algo más. Me deja un beso en la frente cuando pone la bandeja en la mesa y luego lo veo perderse por el pasillo.

— Odias el flan. — comenta mi madre.

Yo sonrío. — A partir de hoy me gusta.

Ella sonríe. He tenido mucha suerte dentro de lo que cabe. Si mi madre no estuviera aquí no sé que hubiera pasado. Puedo imaginármela corriendo y tomando el primer vuelo disponible; sin embargo no lo hago. Sé que ha llorado; se le nota en el rostro y en la ropa holgada que lleva para disimular los kilos que ha perdido en todas estas semanas.

— ¿Qué? — pregunta cuando nota mi mirada.

— Nada. — miento.

No quiero pensarlo, no quiero pensar en lo que ella ha estado pensando. No quiero pensar en lo que se cruzó por su cabeza cuando recibió la llamada de emergencias; o si pensó en el día en que papá murió cuando venía de camino al hospital.

Estaba Esperándote ✔️Where stories live. Discover now