Cuando Brave decidió aceptar la oferta del señor Hazer, no pensó mucho en la serie de acontecimientos que tal acción podría desencadenar.
Para empezar, no todos los hijos del señor Hazer son niños. Está el mayor. El artista depresivo y arrogante, q...
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~Brave POV~ — ¿Cómo? — preguntó como si fuera incapaz de entender aquello que había escupido con torpes palabras y una ridícula pronunciación.
— Lo amo, amo a Killian Hazer. Tal vez debí habértelo contado antes, tal vez debí haberte dicho que desde el día en que llegué, su cabello rizado y sus ojos oscuros provocaron una fuerte impresión. Tal vez, debía haberte dicho que él es un idiota y que siempre está mintiendo y que juega con mi paciencia como nadie lo había hecho antes. Tal vez debía haberte dicho que tuvimos algo y que rompió mi corazón más de una vez y que por alguna razón que debe estar escrita en alguna parte de mi absurdo destino, sigo cayendo en sus brazos porqué si. Amo a Killian Hazer. — respiré pronfundo.
En mis venas, corría una nueva sensación, primero creí que sólo era el agujero que mis palabras habían dejado en mi interior, pero luego percibí una fuerza de seguridad y comodidad. Había hecho lo correcto.
— ¿No vas a decir nada? — me acerqué solo para comprobar si aún respiraba. Desde luego no lo parecía.
— No sé que decir.— confesó casi sonriendo. No sabía definir que tipo de sonrisa era aquella.
— Tal vez sea buen momento para también confesar que ayer pasé la noche con él, en su habitación.
Mamá alzó la cabeza— ¿Algo más? — dijo de forma casual, parecía haberselo tomado muy bien.
— No. — suspiré y supe que deseaba haber confesado mis verdades mucho tiempo atrás. — Lo siento.
— ¿Por qué lo sientes? — preguntó con una sonrisa. — Ya que estamos siendo honestas, algo sabía que estaba pasando entre ustedes dos.
Alcé la mirada, sorprendida. — ¿Sí?
Sonrió. — El chico te trajo orquídeas. Eso se veía algo sospechoso.— se echó a a reír.— Aparte, la manera en que "sus ojos oscuros"— me imitó, burlándose en mi cara. — ,te miraban. No todo el mundo es capaz de ver a otra persona como Killian te ve a ti.
— Siento no habertelo contado antes. — suspiré apenada, agachando la cabeza como una niña pequeña.
— Lo que no entiendo es. ¿Es él la razón por la que querías regresar? ¿Usaste a tu madre como excusa? — se llevó la mano al corazón. — Vas a ir al infierno.
Sonreí. — También te echaba de menos. Pero si, Killian es gran parte de la razón.
— Eso de que te ha roto el corazón miles de veces no me ha gustado ni un pelo. Tendré que hablar con él.
Negué con la cabeza, rogándole con los ojos. — Ni se te ocurra.
— ¿Entonces que haremos? Cariño un chico no puede definir tú vida. Seamos sensatos, aquí está tú futuro. Este país te dará más que cualquier otro, las oportunidades están aquí, el trabajo está aquí.
