Capítulo 9

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∽Narra Nikki∽

-Menuda entrada.-Dijo mi salvador con un tono divertido.

Me puse de pie y me coloqué la blusa correctamente. Miré a Alex, que me miraba de arriba a abajo. Sus ojos relucían con... ¿emoción? Tenía una media sonrisa que me erizaba el pelo de la nuca. Vestía con una sudadera negra y unos vaqueros. La sudadera me recordó a la noche de la pesadilla. No había vuelto a tener la pesadilla desde entonces.

-Y que... ¿Vas a quedarte ahí mirando?-Dijo con un tono... ¿Travieso?

Le dí un codazo en el hombro. El fingió que le había dolido y puso cara de cachorrito. No pude evitarlo y se me escapó una risita. El ensanchó su sonrisa al oír mi risa. Me sonrojé. Seguía siendo tímida con los chicos. Un silencio incómodo surgió entre nosotros. Alex miró hacia mis ojos y luego bajó hasta mis labios. Yo hice lo mismo que él. Una vez más, la distancia que nos separaba era demasiado grande.

-¿Te… te gustaría ir al cine?-Preguntó rompiendo este extraño momento. Su mirada volvió a mis ojos.

-Claro… -Dije yo suspirando.

Entramos a ver una película sobre unos adolescentes que se amaban, pero estalla un Apocalipsis zombie y el chico es transformado en zombie. La chica lucha por el amor entre ambos y encuentra la cura a la enfermedad de los zombies. Al final logran curar a todos los zombies y viven juntos hasta el fin de los días.

Yo lloré con la peli. Alex se echó a reír al ver las lágrimas que caían de mis ojos. Yo le dí un empujón y se siguió riendo.

Después decidimos ir a una cafetería cercana. Yo pedí un capuchino con mucha nata y Alex una coca-cola. Hablamos sobre la peli.

-Y… ¿Que te ha parecido la peli?-Me preguntó Alex después de dar un trago a su bebida.

-Era muy romántica. Me encantan los amores sobrenaturales.-Dije mientras suspiraba. Los ojos de Alex se iluminaron. Por un instante creí ver algo más que emoción.

-A mi me a parecido que al chico no le pegaba ser un zombie. Quizás otro ser sobrenatural…-Dijo mirando hacia otro lado.

-Puede ser. Tendría que ver otra película con ese actor siendo otro monstruo. Así me convencería.-Dije mientras bebía de mi capuchino.

Alex frunció el ceño. Apartó la mirada y bebió de su bebida. ¿Que demonios le ocurría? Mi cerebro estaba confuso. Yo bebí de la mía y un silencio incómodo nos rodeó.

-Eh… ¿Y a ti que te gusta hacer?-Me preguntó Alex.

-Me gusta leer y correr.-Contesté.

Él asintió un poco sorprendido.

-A mi también me gusta correr. Y también…-Iba a continuar pero se calló.-Podríamos salir a correr los dos, alguna vez.-Dijo mientras me sonrojaba. El sonrió al ver mi rubor.

-¿Por eso estabas en el bosque el otro día?-Pregunté recordando esa mañana.

El se sorprendió con esa pregunta. Pero la sorpresa desapareció tan rápido que pensé que me la había imaginado.

-Si…-Dijo mirando hacia otro lado. De nuevo, escondía algo.-Cambiando de tema, ¿Que tal con tu hermana?

-Aguantando como puedo. Se cree demasiado guay como para hablarme.-Dije suspirando cansada.

-Eso es muy cruel.-Dijo Alex con un extraño brillo en los ojos.

-Pero es mi hermana. Tengo que aguantarla…-Dije extrañada por su reacción.

-Aún así, me parece estúpido por su parte.-Frunció el ceño.-Solo alguien como ella haría eso.-Dijo susurrando.

Yo lo oí y me enfadé.

-¿Estás insultando a mi hermana?-Dije sin creermelo.

-Pensaba que no soportabas a tu hermana.-Dijo extrañado.

-Pero eso no te da derecho a hablar mal de ella.-Casi grité.

Entonces unos obreros con barba y gran musculatura se acercaron a nosotros. A unos cuantos metros se podía oler lo borrachos que estaban.

-Eh guapa, ¿te está molestando este chico?-Preguntó el que llevaba un casco amarillo. Su aliento olía demasiado a cerveza.

-Yo…-Intenté hablar pero Alex me interrumpió.

-No le ocurre nada.-Dijo Alex enfrentándose al obrero.

-No te preguntaba a ti. Apártate.-Dijo el obrero empujando el hombro de Alex.

Él dio dos pasos hacia atrás y miró con furia al obrero. Un segundo después su puño estaba en la mejilla izquierda del obrero. La cara del tipo se desplazó unos centímetros. El obrero se llevó la mano a la mejilla. Un oscuro y abultado moratón se apreciaba en ella. Ocurrió lo que yo temía desde que los tipos se acercaron a nosotros. El gigantesco obrero borracho se había enfadado, con Alex.

MedianocheWhere stories live. Discover now