Amable Sonrisa

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Su mirada se agilizó en cuanto vió lo que buscaba, apenas se notaba entre el pastizal del bosque pero ahí era donde se encontraba de cuclillas sacando sus garras y dientes.

Claro que había sido más sencillo en su forma lobuna pero por ahora su velocidad y sigilo era lo único con lo que contaba.

En cuanto el conejo se mostró inmóvil moviendo sus orejas hacia los lados Tenten se abalanzó a él, lucho por unos segundos antes de que Tenten enterrará sus colmillos en el pequeño cuello y la sangre saliera manchandole toda la cara y las manos.

—¿Terminaste?

La voz de Neji le hizo voltear y sonreír aún con toda esa sangre en su rostro.

—Si, gracias por dejarme cazarlo— dejó de mirar al chico mientras quitó el pelaje del conejo con sus garras.

Neji simplemente la observó sin perder detalle, si no hubiera sido por sus años de entrenamiento en los que había visto cosas peores que esas habría vomitado sin más o por lo menos sentirse asqueado por el resto del día. Sabía lo letal que ella podría llegar a ser, incluso con sus armas ella podría dejarlo inmóvil como aquel conejo, ese pensamiento lo molestó, si ella era letal, ¿un zorro de nueve colas sería el doble de eso?

Hizo una mueca de disgusto pensando en su prima Hinata, debía apresurase por qué si ella estaba con vida debía de estar siendo torturada por aquella bestía, pero si ella había muerto después de esos años él mismo le daría caza a aquella criatura con sus propias manos.

Volvió a observar a la chica lobo que tenía como acompañante, recordó las primeras amenazas que ella lanzó cuándo lo vio por primera vez y ahora parecía una actitud totalmente diferente, innocente, curiosa y traviesa como una niña, pero a la vez una mujer con el cabello castaño más hermoso que él había visto y ojos del mismo color.

—Listo— él observó cómo ella se levantó dejando los huesos del conejo a sus pies, sonrió hacía él como si la sangre en su rostro no fuera nada— ya podemos seguir.

Neji cerró los ojos irritado pensando en lo descuidada que era aquella mujer lobo y el que se había escondido muy bien todos esos años de los cazadores con más agilidad y experiencia que él, un pequeño sentimiento de alegría por ella nació al saber que había sido él el que la había encontrado y no otro.

—Limpiate— le ordenó pasándola de largo siguiendo su camino.

Ella primero abrió los ojos como si le acabará de recordar que tenía toda la cara manchada de sangre, rio un poco mientras miró el pequeño arrollo que pasaba por el bosque y se limpió con rapidez.

A pocos metros alcanzó a Neji, miró con atención la seriedad en su rostro ella sonrió con un poco de curiosidad antes de hablar.

—Oye me he dado cuenta de que no me has preguntado por mi nombre.

—No te confundas esta relación se acabará más pronto de lo que esperas— respondió viéndola de reojo molesto— concéntrate en nuestro objetivo, no pretendo ser tu amigo.

—¿Y qué pasaría si fuéramos amigos?— Tenten no dejó de sonreír— después de todo el clan de los cazadores ya debe de haberse dado cuenta de tu traición, no les importará en lo más mínimo.

Neji no respondió se limitó a seguir caminando.

—Me llamo Tenten, por cierto...— la castaña hizo un puchero al ver la reacción del chico— tu eres Neji...o al menos eso creí escuchar de aquel niño cazador.

Neji de nuevo la ignoró y siguió caminando.

Tenten frunció el ceño enojada, no le gustaba para nada que la ignoraran.

El Reflejo De Tu AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora