Carta 17.

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Habían pasado unos dos meses desde mi salida de casa de los Kantor.

Mis heridas iban sanando poco a poco; en realidad, me sentía muy bien para el poco tiempo que llevaba. Aun me invadía la tristeza de vez en cuando; pero solo lo necesario para desahogarme.

Ponía mucho de mi alma de madre frustrada al cuidar de Anthony. Eso era lo que realmente me ayudaba, mi pequeñito ocupaba todo mi tiempo y atención ya que no había nadie más que la ocupara.

Biel me acosaba.
Muy seguido andaba rondando por la casa; sus insistentes llamadas no paraban.

Cambié mi número de teléfono unas diez veces en dos meses; pero siempre lograba averiguarlo.

Los paparazzis me acosaban preguntándome los motivos de nuestra separación.
Yo continuaba callada, únicamente respondía las preguntas que iban dirigidas a mi salud, sobre Kaimy o Thony; cosas que no estuvieran relacionadas con Biel o Teylor.

No salía mucho de casa; pero cada vez que la hacía siempre uno de los chicos me acompañaba. A excepción de Roberth, con el que no tenía mucho contacto.

Los que siempre estaban a mi lado eran Jean y Cameron. Prácticamente se habían vuelto mis guardas espaldas y, cuando no podían estar ahí, contrataban uno para mí.

No entendía que los movía a tratarme de esa forma. Tenían muy poco de conocerme y no tenía nada que ver con ellos.

Mi única conexión con Broken & Wretched era Kaimy.
Yo no tenía derecho a toda esa atención y más cuando no tenía con que pagar.

Anderson me daba un pequeño sueldo por encargarme de Thony las veinticuatro horas del día. Al principio no quise aceptarlo; pero él insistió y yo me vi en la necesidad de obligarme a tomarlo.

Biel se negaba a darme el divorcio, el mundo entero lo sabía. Empezaba a dejarme mal parada frente a todos. Sus declaraciones eran las mismas: aun tenía la esperanza de que yo volviera a su lado, decía él.
No me daría el divorcio hasta que yo le diera una prueba de que "nuestro amor" se había extinguido.

No podía evitar reír con ironía cada vez que leía esa ridícula declaración en las revistas o las escuchaba en las entrevistas.
Era totalmente absurdo y yo sabía perfectamente que solo quería hacerse el romántico para que el mundo sintiera lastima por él; aunque fuera una descarada mentira.

Todos atribuían nuestra lejanía a la perdida de nuestra hija; diciendo que yo tenía problemas psicológicos que me obligaban a mantenerme lejos de Biel .

"Necesitaba mi espacio", decían todos; lo cual era absurdo, después de dos meses sin vernos juntos ya era para que empezaran a pensar en la realidad.
Jamás volveríamos.

La única verdad era que Biel no me quería dar el divorcio por dinero.
No quería pagar una pensión por mi y mucho menos pagar la división de bienes o lo que sea que el juez dictara; además de una gota de obsesión que él había creado por mí.

No me interesaba el dinero o la fama, jamás me había interesado, solo quería desligarme de aquel espantoso ser que era mi esposo, continuar con mi vida; aunque no tenía ninguna intención romántica con nadie por el momento.

Esa mañana, después de un pequeño desayuno, alimenté, bañé y mudé a mi hermoso muñequito.
Lo llevaría a ver a su mamita en rehabilitación.

Habían sido meses muy difíciles para Kaimy, apenas y estaba logrando desintoxicarse de las drogas y el alcohol, eso la tenía muy débil: había adelgazado al máximo posible, al punto de parecer anoréxica.
Ahora le daban mucha atención psicológica e intentaban hacerla recuperar su peso a uno saludable.
Estaba en una condición crítica y debía pasar mucho tiempo medicada; su debilidad la hacía propensa a los virus e infecciones.

Apenas hacía unas dos semanas que me habían dejado verla por primera vez. Anderson la visitaba seguido pero era el único que tenía permiso para verla cuando fuera posible.

Luego de que preparé el bolso de Thony llamaron a la puerta. Me pregunté quién sería a aquella hora.
Nadie acostumbraba a pasar por casa en las mañanas.

Al abrir la puerta me topé con un enorme ramo de flores mixtas. De todos los tamaños y colores.

Miré a Cameron boquiabierta y él me sonrió.
No me esperaba para nada ese asombroso detalle.
Las tomé de sus manos y lo invité a pasar.

Caminé hasta la cocina y busqué una jarra donde colocarlas. Al acomodarlas de di las gracias por ello.
Tenía años de no recibir algo tan hermoso.
Lo vi algo incomodo.
Se quedó de pie en medio de la sala sin moverse mucho.

Le pregunté por qué me había traído las flores, él balbuceó con nerviosismo, dando rodeos sobre su respuesta sin llegar a ella.

Me pareció extraño, aun ignoraba la razón de su tic nervioso.

Al final señaló la puerta y dijo que se marcharía. Solo pasaba a dejarme las flores, no quería molestarme más.

Él caminó hasta la puerta; pero antes de que se marchara lo llamé.
Cameron giró lentamente hasta mirarme.
Le pregunté si estaba ocupado el resto del día.
Él respondió que no tenía nada que hacer.
Le expliqué que iría a visitar a Kaimy y por ultimo le ofrecí si quería acompañarme. Sonrientemente me respondió con un: "Por supuesto."

Enseguida fui por Anthony y las cosas que le llevaría a Kaimy.

Cameron me ayudó a cargar todo y también colocó la sillita de Thony en su auto.
Me parecía muy caballeroso de su parte.
Debía admitir que me sentía alagada con tanta atención; tanto de él como de Jean y un poco de Anderson y Casey que me ayudaban lo necesario.

A pesar de que no tenía nada, ni un hoyo donde caer muerta, me sentía satisfecha con lo poco que tenía.

Cuando los sueños son mas que fantasías ©Where stories live. Discover now