Carta 40.

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Kaimy ya estaba de vuelta en casa y su bebé aun estaba dentro de ella, gracias a Dios.

Ronnie la llevó hasta el hospital. Anderson llegó a recogerla  asegurarse de que todo estuviera bien.

Pensé que a Anderson le molestaría la presencia de Ronnie; pero más bien se mostró muy agradecido. Pero las cosas se pusieron raras cuando Teylor se apareció por el hospital.

¿Qué mierda hacía ahí? 

Anderson sacó a Kaimy del hospital casi inmediatamente al darse cuenta de que Teylor estaba ahí.
Él jamás podría perdonar a Teylor por todo lo que le había hecho a Kaimy y Anthony; aunque mi hermana aun se tenía guardado la forma en que perdió a su bebe, Anderson y yo estábamos casi seguros de que Teylor había estado involucrado en eso.

Anderson volvió al trabajo después de dejar a Kaimy en casa. Yo me quedé con los niños en casa el resto de la noche.

Ya era de mañana y correteaban de un lado al otro como locos.

Benjamín y Charlotte se la pasaban mucho juntos. Thony era muy alejado a lo que ellos pudieran hacer. Mas que todo se la pasaba detrás de mi todo el rato; buscando que lo alzara y lo tratara como mi bebé.

Él había sido mi bebé por mucho tiempo, así que comprendía su actitud.

Lo tomé del piso y lo abracé. Lo amaba como si fuera mi propio hijo. Él había sido mi apoyo en tiempos de tanta angustia.

Sus cabellos rubios y estructura facial eran muy parecidos a los de Teylor y Biel.

No podía negarlo, sería guapo; pero tenía miedo de que la sangre ganara terreno y su actitud terminara siendo como la de su padre y tío. 

Anderson se había esforzado mucho en llevarse bien con Thony; por mucho tiempo lo crió solo y, a pesar de todo, no lograba llevarse muy bien con él ahora que estaba más grande.

Al verlo intentaba pensar en cómo sería Stella; no habría mucha diferencia entre sus rasgos. Tendrían casi la misma sangre, proveniente de diferentes cuerpos.

Una duda se me había metido en la cabeza; todas las noches desde el legrado tenía pesadillas sobre el día que perdí a Stella. Cada vez me indagaba más; intentando buscar esas respuestas en mi mente. 

Me sentía sumamente estresada por ello.

No supe nada de mi hija, no había podido ver su cuerpo. Estaba sola en ese hospital, Biel debió haberme llevado hasta ahí; no confiaba en él o lo que hubiera autorizado de mi en ese momento.

Algo en el interior me hacía pensar que debía investigar; debía asegurarme de lo que me habían dicho era verdad.
Stella tal vez no estaba muerta y yo lo había creído todo este tiempo.

Llevé a los niños a casa de Kaimy, di un paseo con Charlotte y volví a casa.

Me alegré de que Cameron ya estuviera ahí cuando regresé. Prácticamente me subí encima de él, abrazándolo.

Lo necesitaba, la noche había sido pesada y terrible. Todo esto ponía mis nervios de punta.

Él me envolvió en sus cálidos brazos.

¡Dios!
¿Qué haría yo sin ese hombre?

Lo besé con ansias, sentía como si no lo hubiera visto en más de seis meses.

Charlotte pronto interrumpió buscando su pedacito de papá. Me vi obligada a soltar a Cameron y dejarlo libre para ella.

Él la alzó y la llevó a nuestra habitación, diciendo que tenía una sorpresa para ella.

No pasó mucho tiempo antes de que él volviera sin Charlotte. Cameron fue hasta la cocina y me jaló de la mano haciéndome quedar frente a él.

Nos miramos a los ojos:

“Quiero que nos casemos. ¿Cuándo pondrás la fecha?”, me dijo.

Una de las mayores sonrisas de dibujo en mi rostro.

Yo estaba impaciente por ser oficialmente la señora Peiken. Me hubiera casado con él en cualquier momento; pero esta vez quería hacerlo bien... como se debía.

“Cuanto antes”, le dije y él asintió.

No era precipitado pensar en “cuanto antes”, habíamos retrasado mucho nuestro casamiento, ya era hora de al fin realizarlo.

Volví a saltarle encima; me sentía tan emocionada... no podía esperar.

Cuando los sueños son mas que fantasías ©Kde žijí příběhy. Začni objevovat