¿Un día normal? (parte 1)

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Cuatro horas de sueño, ¿Alguno de ustedes ha dormido tan poco y se ha sentido más activo que al dormir ocho? Bueno, aparentemente Hiro si esta acostumbrado a ese tiempo de sueño, a las siete de la mañana tal cual había dicho, Mochi subió en busca del desayuno, pero ese gato es muy listo, al momento de prepararse para saltar encima de quien creía el genio, pudo notar una piel morena además de un aroma distinto al de Hiro ligeramente mezclado con la escencia que aun no se desvanecia por completo de las sabanas y la almohada del genio, miró con un gesto acusador al muchacho en la cama para después simplemente seguir de largo, guiado por su olfato encontró lo que buscaba en la otra mitad del cuarto, nuevamente se posicionó para saltar sobre el chico en la cama, esperó a que este estuviera bocaarriba, y sin previo aviso, ¡Ploft! saltó justo al abdomen del héroe quien al momento de sentir el aire salir de su cuerpo tan violentamente se incorporó con el gato aun sobre su regaso mientras daba fuertes bocanadas tratando de recuperar el aliento.

_...¡MOCHI! ¡MALDITO GATO! -gruñó el de cabello rebelde, el gato sólo ronroneo con su cara de mustio mientras se restregaba en el chico- un día de estos me las pagarás...

Escuchó ruido del otro lado de la habitación y fue entonces cuando recién recordó los sucesos de la noche anterior, incluyendo al joven músico que simplemente se había removido un poco entre las sabanas como quien dice, ignorando su alrededor, aparentemente la voz del genio no fue suficiente para despertarlo, aunque sí para hacerlo adoptar una posición más cómoda. "Fuck, me olvidé de Miguel" pensó el genio, luego de meditarlo unos momentos, se levantó con todo y gato sosteniéndole como un bebé y caminó hasta su cama para ver mejor a su ocupante actual, miró con detenimiento la figura del chico, se había acomodado sobre su costado izquierdo, quedando justo de frente al genio, tenia un brazo bajo la almohada y el otro por encima como si la abrazara, sus piernas estaban enredadas entre las cobijas como si por la noche se hubiera acalorado y en un intento de destaparse hubiera pateado las mismas por lo que su torso estaba destapado, su rostro estaba angelicalmente recargado sobre aquella almohada, permitiendo admirar su expresión inherte, se veía tan tranquilo y relajado, definitivamente no parecía haber terminado involucrado en peleas ilegales o haber sido arrestado, se veía "tan indefenso" Hiro sacudió la cabeza de lado a lado frenéticamente tratando de desechar tal pensamiento, se apartó de la cama casi como si le quemara, y siguió su trayecto hasta la planta baja no sin antes dar un ultimo vistazo ahora a la espalda del músico, su estructura era delgada pero tampoco se veía enclenque, sino más bien atlético, la playera que cubría aquel cuerpo canela estaba algo floja y desarreglada, ligeramente levantada por la parte baja de las costillas, lo cual dejaba una vista exquisita de la piel morena que con los pocos rayos de luz que comenzaban a colarse por las ventanas, brillaba en un tono dorado, dos... tres... segundos o tal vez un minuto, el héroe perdió por un momento la noción del tiempo, admirando al muchacho que dormía sobre su cama.

Por segunda vez en lo que va de esa mañana desechó la imagen en su cabeza, o por lo menos lo intentó, la verdad es que de cierto modo, se quedó guardada en lo más profundo de su ser, aunque quizás jamás lo admita. Regresó a la labor de alimentar al obeso gato, cogió su plato y le sirvió una porción de comida, bueno, tal vez un poco más, no por nada ese gato esta tan gordo, y justo cuando se disponía volver a su recamara para ir a dejar a su huésped, Hiro conoció lo que era el verdadero terror.

_...Hiro, ¡Buenos días! -saludó su tía en ingles- ¿Cómo amaneciste? anoche no te escuché llegar, ¿Cómo estuvo el concierto?

_...Ah... Bue-Buenos días Tía Cass -respondió torpe y entrecortadamente el chico- vaya, despertaste antes... ah... oh el concierto, si si, me gustó mucho, y bueno llegué algo tarde, perdona por eso, es que yo... yo estaba... Miguel me invitó después del evento a quedarme un rato y lo hice, y se nos fue el tiempo y ya no quise molestarte, así que eso... -una risilla nerviosa se le escapo tras aquella (pésima) mentira respecto a su paradero la noche anterior.-

ArrestadosWhere stories live. Discover now