"Amen tandem unum habere possum?" Tercera parte

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(¿Puedo tener un último amén?)

El genio se encontraba llorando mientras su familia lo abrazaba en un intento por brindarle consuelo,  los Rivera presentaban su respeto y gratitud en silencio por haber salvado al menor de los suyos, las lagrimas pasaron de negras a blancas y de blancas a transparentes una vez que Hiro hubo terminado por borrar su maquillaje de calavera con la sal de sus ojos, aún mantenía el llavero entre sus manos y pensar que eso era todo lo que le quedaba de su preciado músico, poco a poco se fue calmando una vez que todo su dolor escapó en llanto de su interior, le tomó unos momentos normalizar su respiración, aún estaba vivo, así que naturalmente estaba falto de aire y de energías, logró ponerse en pie luego de unos momentos, fue entonces cuando la matriarca de los Rivera finalmente habló.

_...Lo que hiciste fue muy valiente y noble de tu parte Hiro, debo darte las gracias por salvarnos a todos el día de hoy, ya entiendo porqué Miguel vino a buscarte a pesar de lo arriesgado que podía ser -puso una de sus manos sobre el hombro del muchacho y este la miraba aún con los ojos cristalinos y una débil sonrisa en sus labios- tal vez esté mal que diga esto, pero me da gusto que aunque fuera por poco tiempo Miguel haya conocido a alguien como tú -unas nuevas lagrimas escaparon de sus ojos, esta vez menos abundantes que hace unos instantes.-

_...No fue nada señora, yo soy quien agradece haber podido conocer a Miguel, él, el es...

_...Lo sé, lo entiendo, creo que la respuesta a lo que te pregunte hace rato no estaba bien del todo, y ahora todos sabemos lo que en verdad quisiste decir ¿No es verdad? -le dedicó una sonrisa al genio, y este correspondió con una pequeña risa apenada.-

_...Es cierto, pero bueno, de todos modos ya pasó, al menos Miguel y los otros estarán bien y si ellos lo están, entonces... yo también estoy bien -sonrió con una inesperada paz en su rostro.-

_...Miguel tenía razón, tú eres más maduro de lo que crees Hiro -habló ahora el tatarabuelo del chico.-

_...Es cierto, eres un chico extraordinario Hiro y ahora todo el mundo lo sabe, por nuestra parte al menos, siempre estaremos en deuda y bueno, ya que estamos, tal vez no sea el momento, pero si quieres ver a Miguel aunque sea por una noche, eres más que bienvenido en nuestra casa para el día de muertos, estoy más que segura que Miguel te pondrá un lugar con nosotros en la ofrenda y podrán verse otra vez... aunque sea por poco tiempo -comentó la matriarca acariciando la mejilla del genio llevándose una lágrima a su paso.-

_...Muchas gracias señora...

_...No me digas señora, ahora tu también eres parte de nuestra familia -dijo abrazando al muchacho.-

_...E-entiendo, entonces como...

_...Mamá Imelda, si Miguel puede considerar a tu tía de la familia, tu también puedes considerarte de la nuestra -todos los Rivera se acercaron secundando a lo dicho por la matriarca con una sonrisa- y desde luego, tu familia también es parte de nosotros ahora- dijo mirando a la familia Hamada quienes con una sonrisa se acercaron para finalmente envolver en un inmenso y  cálido abrazo familiar al chico.-

_...Enserio gracias... -y por tercera vez en el momento, unas pequeñas lagrimas recorrieron las pálidas mejillas de Hiro.-

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Cass seguía acompañando a su inherte sobrino en aquella habitación de hospital, por lo general ella siempre ha sido una mujer fuerte que ha estado ahí para cuando más se la necesitaba, al quedar húerfana junto con su hermana menor a los 18 y tener que hallar la manera de sostenerse fundando así la cafetería del Lucky Cat Coffee, al morir su preciada hermana junto a su cuñado en aquél trágico accidente, ella había estado ahí para acoger bajo su tutela a sus sobrinos y años más tarde, cuando la muerte una vez más insistía en arrebatarle seres queridos, estuvo ahí, fuerte, inquebrantable y valiente para afrontar la adversidad por su sobrino menor, quien necesitaba más que nada una figura capaz de transmitirle fuerza para continuar, a pesar de llorar mucho la perdida de Tadashi, ella no se dejó aplastar por la tristeza, sin embargo, he la aquí, con el último de sus familiares postrado en una cama, sin saber si despertará o no de ese estado, durante mucho tiempo Cass Spencer a sus 34 años ha tenido que lidiar con muchas adversidades a su paso y hasta ahora, no se ha desmoronado por nada, sin embargo, el éxito de su fuerza viene a raíz del sentimiento de ser necesitada por otros, pero ahora, la última persona en el mundo que la necesitaba, también se encontraba debatiéndose entre la vida y la muerte, ¿Cómo lidias contra algo así? Todo este tiempo su vida ha girado en torno a ser el soporte de otros, ¿Qué hacer cuando ya no queda nadie que necesite de ti? Todo estará perdido... un momento, no todo lo está, ella no es la única que está sufriendo por esto, Gogo, Fred, Wasabi, Honey Lemmon, ¡Por todos los cielos! ¡Miguel! Oh, pobre muchacho, tan lejos de casa y su mejor amigo hospitalizado, no sólo eso, sino el hecho de saber que son más que amigos, pensar en el gran y profundo amor que se tienen esos dos y que podría terminar de una forma tan trágica a su corta edad, seguro que lo estaba pasando muy mal. Y con ese pensamiento finalmente Cass se pudo levantar de aquella silla, no es que Hiro ya no la necesitara, pero en tanto no despierte, hay otros pasándola peor que él por lo mismo y si en algo podía ayudar, entonces lo haría, porque eso es algo que le enseñaron sus dos sobrinos, "alguien tiene que ayudar" Tadashi murió creyendo en ello y Hiro, si Hiro estaba en esa cama conectado a esas maquinas era por la misma razón. Salió de la habitación en busca de reunirse con el grupo de universitarios  y el pequeño músico, pero se sorprendió mucho al notar que este ya no se encontraba con ellos.

ArrestadosWhere stories live. Discover now