Pensamientos nocturnos

776 86 57
                                    

Dime, ¿Qué haces cuando entra la noche? ¿Duermes? ¿Juegas? ¿Ver no por solo? ¿Te desvelas pensando en absurdas fantasías que no se volverán reales? ¿Estas leyendo esto con voz de anunciador? ¿No? Bueno, en el caso de dos chicos especiales, de hecho, los únicos responsables de que sigas leyendo mis idioteces, la noche se hizo para muchas cosas, dormir es tan sólo el comienzo, puedes ver películas hasta tarde, o leerte un nuevo fic, (como probablemente ninguno de nosotros hace verdad?) jugar en linea, estudiar para la prueba que tienes dentro de unas cinco horas, o simplemente mirar un punto fijo del techo pensando sobre lo que te preocupa y no puedes contarle a nadie, aunque si eres Hiro también está la opción de patrullar, pero hoy era el turno de Honey Lemmon y Wasabi, por lo que, en teoría debería ser una noche tranquila, al menos para San Fransokyo, pero en sus respectivas camas separadas por kilómetros de pavimento, dos chicos incapaces de conciliar el sueño se hallaban  tumbados en cama con el móvil en las manos, uno veía vídeos de primeros auxilios y prevención de incidentes, y el otro seguía leyendo artículos sobre ¿Cómo evitar al amor? y esa clase de estupideces, uno estaba desesperado por dejar de sentir "más allá de una amistad" y el otro por "mantener con vida" al otro, pero sin importar sus motivaciones personales, al final lo importante era que estaban pensando en el otro, pasaban de las doce, mientras seguían entretenidos en lo suyo, la duda comenzaba a causarles un pequeño escozor en los dedos, tenían el teléfono entre sus manos, cambiar al Whatsapp era cosa de un par de toques en la pantalla, abrir la conversación de ambos era tan sólo ir a la parte superior ya que, ambos (por alguna razón) habían fijado el chat, escribir un mensaje... esa era la parte más complicada, al momento de que el teclado se desplegaba dentro del chat, ambos dudaban, para el genio, era más fácil luchar contra los villanos de San Fransokyo o la prueba coeficiente dos de matemáticas que el saludar al responsable de que se mantuviera despierto a esas horas buscando tonterías en el celular, y el músico prefería mil veces que mamá Elena le estrujara las mejillas que el mandar un simple "hola" al genio al otro lado de la pantalla, ¿Por qué? Porque estaba asustado, sabía que el genio había prometido tener cuidado durante sus tres semanas de recuperación, sin embargo, sabía también que en tan sólo menos de una semana, su vida terminaría, y aún no era capaz de comprender el porqué, tal y como habían concluido en el parque, la vida es muy injusta, habiendo maleantes sueltos en toda la ciudad, el que tenia muerte escrito en la frente era el joven héroe de diecisiete años, cuya único pecado había sido desear venganza para después corregir el curso y hacer algo bueno con su talento.

En todos sus años Miguel Rivera jamás se había sentido tan impotente, saber lo que el destino tenia planeado, y pensar que no podía decírselo a nadie porque podrían tomarlo como un loco, más aún, la probabilidad de que aún a sabiendas de lo que sucederá, sea incapaz de hacer algo para cambiarlo, podía pasar en cualquier momento, las muertes que anteriormente había soñado ocurrían de madrugada, las personas simplemente ya no despertaban al día siguiente, pero como lo dicho antes, se trataba de gente mayor, ¿Qué hay de Hiro? ¿Muerte natural estando en perfecta salud? No hay forma, definitivamente tenia que estar relacionado con algún accidente, ya fuera por su labor de héroe, o como un simple civil con mala suerte, o incluso siendo un estudiante de robótica, quien sabe, en el laboratorio podían pasar muchas cosas, tantas cosas que simplemente podrían salir mal, y eso frustraba cada vez más al pequeño músico, si, Hiro había prometido le había prometido no exponerse, pero eso tan sólo removía una de las tres opciones en las que había pensado ¿Qué hay del resto? No es como que pueda estar pegado a Hiro todo el tiempo, o ¿Es que a caso si podía?

Hiro estaba completamente confundido, en el pasado como cualquier mocoso se había "enamorado", sin embargo, tal y como le había dicho a Baymax, resultaba no ser "nada importante" algo tan fugas como una estrella, y solía ser causado más que nada por admiración o asombro por el trabajo de una persona (por siempre nerd, nunca innerd) pero en este caso, Miguel no era en ninguna forma científico, aunque su trabajo como músico tampoco dejaba nada que desear, el chico a su parecer era un prodigio igual a él, sólo que su campo era la música, ¡Su ciencia era la música! La forma apasionada que tiene al hablar de lo que le gusta, le hace recodar a si mismo cuando habla de lo que a él le gusta, por otro lado, no podrían ser más contrastantes, aquel chiquillo latino era carismático, extrovertido, y ridículamente adorable, mientras que él era un tanto más apático, cerrado y a veces algo gruñón, ojo, no es que odie desenvolverse con otras personas, pero simplemente no es lo suyo, lograr entablar una conversación decente con Karmi sin medio matarse mutuamente era todo un triunfo, pero en este caso, desde el primer momento, él y el zapatero lograron conectar sin mayor problema, además de que, lo que más conflictos le ocasiona al tratar con gente de "su edad" son los temas de conversación, ser un genio de diecisiete años con una inteligencia emocional de un mocoso de ocho años según la última prueba que se había hecho, te deja pocos temas para tratar, además que pierde el interés fácilmente en platicas que considera "no enriquecedora", por su parte él mismo no es muy aficionado a compartir mucho de si mismo, lo cual le resultaba aún más confuso, tan sólo con una hora de conocer al chico, le había compartido sus sentimientos respecto a Tadashi, sobre el como algunas veces aún lo traicionaba la nostalgia y el dolor, y el como, a veces no se sentía merecedor de lo que tenia, pero de nuevo la positividad del chico atacó y le hizo pensar que no todo era tan malo, de hecho, por un momento le hizo recordar algo, algo que quizás daba por sentado, o en lo que simplemente no había pensado, él estaba vivo, pero ¿Por qué estaba vivo? Obviamente, porque no había muerto, pero ¿Por qué? ¿Por qué no había muerto? Simple, por mucha tristeza que sintiera en su día a día, por mucho que extrañara a sus padres, por mucho que extrañara a Tadashi, hay una verdad tan grande que llegó a modo de iluminación para el genio, él seguía vivo... porque quería vivir, aunque la salida más rápida fuera que su vida acabara para poder reunirse con su familia, él aún tenía mucho por lo que vivir, su tía Cass, sus amigos que no lo habían abandonado, Baymax, porque si, hasta el robot era una parte esencial en su vida, y ahora, había una nueva motivación en su vida, probablemente una estupidez, después de todo, el chico volvería en un mes a su tierra natal, pero nadie dijo que no podía expandir sus horizontes, a sus diecisiete años nunca había salido de San Fransokyo, pero en menos de una semana, de repente, el mundo se había hecho más grande, y a la vez, más pequeño.

Arrestadosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن