Arrestados

Poco convencional (parte 2)

El camino había sido silencioso y ligeramente incómodo, Miguel mantenía hundido el rostro en la espalda de Hiro abrazado de él por la cintura mientras este apretaba con más fuerza de la necesaria el manubrio de la motoneta como si su vida dependiera de aplicar todas sus fuerzas sobre este, finalmente llegaron al lugar, dejaron el vehículo a un lado del gran hotel y caminaron hasta la entrada.

_...Vaya, el organizador del evento fue muy generoso al patrocinar tu hospedaje en este lugar... No cualquiera puede darse el lujo de hacer eso -señaló el genio un poco aturdido ante el lujo del edificio frente a ellos.-

_...Si... am... perdona por la molestia, y ya has hecho mucho por mi pero... ¿Me acompañas? Estoy algo inquieto... tengo la impresión de que apenas cruce esa puerta Josué me saltará encima exigiendo una explicación.

_...Dudo que el lo sepa aunque... -recordó su pelea con la rubia antes de volver- ¿Qué tan posible es que Honey lemmon le cuente? ¿Sé conocen?

_...Supongo que te refieres a Hilaria, a lo cual debo responder, muy posible, y sip, los tres crecimos prácticamente juntos, aunque tomando en cuenta que nos ocultó lo de... bueno, ustedes, tal vez ajustará un poco la información para mantener oculto ese detalle -dijo meditando respecto a las acciones de la chica.-

_...Eso no suena bien -miró el estado nervioso del otro chico por lo que optó por tratar de cambiar un poco de tema y desviar la atención del latino- oye, ¿Hilaria es su verdadero nombre? Porque cuando yo la conocí simplemente era Honey Lemmon, y ya que, a decir verdad va muy a doc con su personalidad, realmente nunca se me ha ocurrido preguntarle como se llama, incluso se presenta como Honey, así que es raro...

_...Vaya -rió un poco analizando lo anterior- así que pasó lo mismo aquí, verás, realmente tampoco se llama Hilaria, sin embargo mi familia creyó que ese nombre le quedaba mejor, y ella pareció aceptarlo, por lo cual al menos en México las personas la conocen así, como Hilaria.

_...Entiendo... ya que lo dices, ¿Cómo es que ella y tú se conocen? -indagó curioso el genio-

_...Como dije, casi crecimos juntos, ella vivía en mi pueblo, Santa Cecilia, es siete años mayor que yo, así que fue cómo una hermana mayor, su familia y la mía eran amigas, por ello convivimos tanto, Josué también es parte de esa historia, es de esos amigos que viven más en tu casa que en la propia, que tu madre los regaña y los manda como a otro de sus hijos, y que al llegar a tu casa saluda a tu familia como la suya, siendo tan sólo un año menor que ella y Hilaria al ser la mayor y la mas responsable se encargaba de ver que no nos metiéramos en problemas, cuando ella cumplió los trece, se mudaron aquí, y perdí un poco el contacto con ella, hablábamos por cartas ya que hasta hace apenas un poco menos de un par de años, mi familia recién aceptó un poco de la revolución tecnológica que va más atrasada en México, sobre todo mi pueblo de Santa Cecilia, es un poco contrastante comparado a San Fransokyo, pero más que nada la necesidad surgió a raíz de mi carrera de músico y mis viajes, el tener que estudiar en linea al no poder asistir a la escuela por viajar, y que no pasaba suficiente tiempo en un lugar como para enviar y recibir cartas, y así tuve mi primer celular, poco a poco mi familia se adaptó al cambio, y eso me permitió poder hablar más con Hilaria, además que no pierde la ocasión de ir a visitarnos, deberías venir alguna vez con ella, no sé si te gustaría ya que no tenemos tanto lujo ni el último grito de la tecnología, pero los paisajes y las vistas son hermosas... no todo es una pantalla luminosa.

_...Se oye interesante... -lo escuchaba antento a su relato.-

_...Lo es, aunque San Fransokyo también es impresionante -antes de que pudiera seguir hablando el sonido de su celular sonando con el timbre de Josué lo interrumpió- Rayos... es Josué