Comenzando la cuenta regresiva (Día Siete)

687 84 39
                                    

Tal y como acordaron la noche anterior, Hiro había asistido a clase con un particular buen humor, incluso al chocar con Karmi en el pasillo, lejos de comenzar una pelea entre genios juveniles, simplemente rió como un bobo enamorado, ofreció una disculpa a la Biotecnologa y continuó con su trayecto hasta el aula de clase sin siquiera voltear a mirar la extrañeza y asombro con que la chica se lo había quedado mirando, le costó más de lo normal prestar atención a clase ya que entre que eran cosas que ya sabía y que su mente sólo podía pensar en que vería al pequeño músico, presentó sus avances del proyecto a su asesor de titulación y tras una afirmativa por parte de este se dirigió a su laboratorio para continuar trabajando en su proyecto final, aunque a decir verdad, sólo quería impresionar al chico que ocupaba todo en su mente en ese momento, por lo que optó por simplemente recoger un poco su desorden, aunque Miguel ya conociera su caótica organización igual quería causarle una mejor impresión ahora que había decidido intentar dejarse llevar y ver que sucedería entre el mexicano y él. Por su parte el mencionado se había despertado temprano, no sabía si era por ansiedad, nervios, el último vaso de leche que se había tomado el día anterior o que rayos, pero desde las 7 de la mañana estaba despierto, y tenía desde entonces peleándose con su guardarropa, por alguna razón los días anteriores no había tenido problema en seleccionar un conjunto de ropa cualquiera para salir con Hiro, pero hoy, simplemente no lograba tomar una decisión, tras varios procesos de selección, finalmente se decidió por unos pantalones de mezclilla azul marino, sus infaltables botas Rivera, una playera azul cielo con una calaverita de colores pintada y una chaqueta oscura, después de por fin lograr elegir su vestimenta, término de prepararse y partió rumbo a la universidad, una vez ahí, se encontró con su tutora responsable Honey Lemmon, quien al verlo ahí, entendió inmediatamente el porqué Hiro había estado tan de buen humor desde la mañana e incluso hasta había limpiado su laboratorio, le condujo a los laboratorios donde se encontró con los otros integrantes de Big Hero trabajando en sus respectivos proyectos, antes de que pudiera preguntar por el Hamada, este salió de su laboratorio vistiendo sus conocidos pescadores pero de un color negro, una playera roja con mangas negras de cuello en V y con su loca melena negra arreglada de modo que no se viera tan erizada, avanzó con paso despreocupado pero tan sólo prestó mayor atención a la apariencia del muchacho, su cerebro se desconecto de su lengua, quería decirle "dios Miguel, te ves muy bien" o "Me alegro de que llegues, lindo guardarropa" pero lo único que salió de sus labios fue un "Hola" y después de eso tuvo que improvisar para continuar con la charla.

_...Hola Hiro, vaya... estas peinado -bromeo el Rivera acercándose al japonés con el puño listo para un choque a modo de saludo, Hiro correspondió el choque mientras reía.-

_...Jaja, que gracioso, además ¿Quién se fija? Tan sólo es cabello.

_...Oye, hombre bien peinado y perfumado vale más que una fortuna.

_...Pero uno que baja la tapa del baño y cierra la pasta de dientes es todo un tesoro -hizo un gesto de pistola con los dedos y apuntó al Rivera- matarme esa...

_...Baia Baia... No puedo argumentar nada contra eso -ambos chicos se rieron por las respuestas ingeniosas del otro.-

_...Bueno, habiendo aclarado eso... ¿Te gustaría ver mi proyecto? -invito el Hamada señalando su laboratorio con la cabeza.-

_...¡Seguro! Para eso vine - le regaló una amplia sonrisa.-

_...Sígueme entonces -y sin más dio la media vuelta caminando como en las nubes con un tono rosado sobre las mejillas, y el otro chico le siguió con el mismo semblante.-

Los miembros restantes de Big Hero simplemente vieron la escena desde afuera, apenas los dos chicos habían cruzado miradas ellos se habían vuelto completamente invisibles para sus ojos, y verlos andar con tanta torpeza y ensoñación hasta el laboratorio del Hamada les había causado mucha ternura, y claro, también unas ganas incontenible de hacerle burla al genio, pero eso ya lo harían más tarde, de momento, optaron por quedarse fuera y volver a lo suyo.

ArrestadosWhere stories live. Discover now