After All This Time / Harco

24

—Estaba realmente sorprendida de que me escribieras...después de todo lo que pasó con el tema de Harry casi no habíamos vuelto a hablar. —Expuso Hermione, tomando un poco de su cerveza de mantequilla. 

—Lo sé, San Potter suele ser algo sobre protector. — Dijo Malfoy, observando su jarra medio llena. —En realidad, hay algo de lo que quiero hablar. 

—Eso es más que obvio, Malfoy. Apuesto que no me citarías sólo para verme o saber cómo estoy.

A pesar del tono jocoso en la bruja, Malfoy notó el deje de desilusión en sus ojos. El Slytherin aclaró su garganta y finalmente le dio un gran sorbo a su cerveza. Jamás le había gustado esa maldita bebida, prefería los vinos...pero en ese momento no contaba con el dinero para darse gustos. 

—Verás, me gustaría saber un poco más sobre el caso del suicidio de mi madre. — Colocó su mejor cara afligida, desilusionada y calma. 

—Oh Malfoy...

—Verás, me perdí muchos años de lo que pudo haber sido de mi madre en Askaban, ya que no me permitieron verla ni hablar con ella en todo este tiempo. ¿Ella no habrá dicho algo? ¿Qué fue de ella? — Volvió a suspirar, notando los ojos apesadumbrados de la Gryffindor. Esos leones, eran tan fáciles de conmover. — No sé ¿ella tenía compañera de celda? Algo... 

—No Draco, ella no tenía ninguna compañera y a parte, al igual que tú, creo que su único contacto con alguien vivo eran los guardias. 

—¿Guardias? ¿Tenía más de uno? — Preguntó sin levantar la mirada de la jarra, manteniéndose en una actitud tranquila y afligida. 

—Bueno, siempre hay turnos Malfoy así que sí, supongo que ha sido rotativo. 

—Lo siento, estuve con los ojos cerrados por mucho tiempo. Ya ni lo recordaba. — Admitió, suspirando con algo de resignación fingida. 

—Lo sé pero oye...ya hablas mucho y no sabes lo genial que es eso. 

—Fue gracias a una bestia. Es gracioso, pero bueno. — Le restó importancia con una de sus manos. — Supongo que jamás sabré nada...

—Déjame ver qué puedo hacer. Miraré el historial para ver los guardias que tuvo tu madre a lo largo de su estadía, quizá haya algún auror que sea de fiar. No todos son unos canallas.. 

Draco tampoco mostró reacción ante ello, se mantuvo en su aire lastímero, sin embargo, ya tenía el dato. Sí había un historial y podría indagar por medio de la legeremancia en la cabeza de esos malditos hasta dar con el violador. No sería sencillo y necesitaría de tiempo, a parte de que tendría que encontrar esos documentos. 

—¿Está bien? — Preguntó la chica, algo desanimada de ver al rubio tan triste. 

—Oh, sí. Sí. ¿Quieres que te acompañe? —Soltó una de sus mejores sonrisas marca Malfoy. 

Y funcionó, la chica tragó saliva y se sonrojó, desviando la mirada casi que de inmediato. Oh, desde luego que sí, Granger era la indicada para sacarle esa información. Estaba seguro que jamás lograría intimidar a Potter de esa forma, el maldito auror era todo seguridad y "Soy el auror en jefe y mago más poderoso de toda la maldita inglaterra" así que no había mucho que Malfoy pudiese hacer.  

La chica lo dudó un poco, pero terminó aceptando emocionada ya que se supone que Malfoy ahora trabajaba en el ministerio. 
Acabaron la cerveza entre otras charlas triviales sobre su estado, el cómo consiguió su voz y cómo se sentía.
Malfoy estaba más bien ansioso, una vez aparecieron vía Red Flu en el ministerio sentía que las manos le picaban un poco.