Toda la familia y algunos amigos se acercan a felicitarnos, por esta gran noticia, veo que Steven se va al patio y decido ir a hablar con el, tengo que convencerlo de que vea otro doctor, tengo que convencerlo, para que siga algún tratamiento. Dejo a Ana con las chicas y voy al patio donde se encuentra Steven, me siento a su lado, el no me mira, tiene su vista fija en el pequeño lago que hay en casa,
-¿Estas bien? - Se que es ridículo de mi parte preguntar, pero realmente quiero que el me diga como se siente con todo esto.
-Estoy bien muchacho, solo que... - Steven suspira y posa su mirada en mi - Siento que fue ayer, cuando ella tenía 4 añitos y me pedía que jugara a las princesas con ella y ahora... ahora mi pequeño ángel esta esperando un bebé... un bebé que no voy a conocer.
El agacha su mirada y limpia una pequeña lagrima que cae por su mejilla, se que esto es duro para el, lo es hasta para mi, pero el mas que nadie merece conocer a su nieto.
-Steven, por favor ve a otro medico, escucha una segunda opinión. Te hiciste los exámenes en esa mierda de hospital, un hospital que no le importo que Ana estuviera muriendo, aun así la hicieron esperar. Consulta otro medico y si es así sigue el tratamiento que te den. ¿Realmente quieres rendirte tan fácil? - El niega con la cabeza ante mi pregunta.
-Tienes razón muchacho, aparte... - El deja de hablar y voltea para observar a Ana y a Sabrina que están jugando como dos niñas. - Creo, que tengo otro hermoso motivo para seguir luchando.
El vuelve a mirarme, pero esta vez con una sonrisa, en su rostro y se de inmediato que el no va a dejar que esta puta enfermedad lo gane, el al igual que Ana es una persona fuerte, valiente y luchadora.
Volvemos a la fiesta, noto que Valerie y Elena no están, al parecer se han ido y estoy bien con eso. Busco a Ana entre toda la gente, pero no la encuentro, luego recuerdo que Maddie esta durmiendo en mi antigua habitación. Así que decido ir a verlas. Cuando abro la puerta del cuarto me quedo un segundo parado observando. Anastasia esta recostada junto a Maddie, sus zapatos están tirado en el piso, para estar mas cómoda.
Me acerco a ellas y me acuesto al otro lado, dejando a Maddie, ella me observa y sonríe. Maddie sigue durmiendo, ajena a todo lo que pasa. Mi pequeña princesa, era una hermana mayor y estoy feliz por eso.
-¿Todo bien? - Pregunto en un susurro
-Christian estoy preocupada, no quiero que Maddie se sienta reemplazada - Oh mi dulce chica, siempre preocupándose por los demás
-Bebé eso no pasara, Maddie no sera reemplazada por nadie, estoy seguro que tu harás, que ella forme parte de esto también - Respondo sinceramente, se que ella no permitirá que nuestra hija se sienta reemplazada, al contrario hará que forme parte de esta hermosa etapa
-¿De verdad estas feliz? - Su voz esta llena de miedo, se que ella tome que la deje después de esto, pero esta equivocada.
-Amor soy el hombre mas feliz del mundo, ¿pero por que no me lo dijiste? - Ella tenía que haberme dicho desde el primer momento en el que se entero, se que ella lo sabía incluso mucho antes de ir al medico
-Tenia miedo, no quería que me abandonaras, como hizo papá conmigo, no quería defraudar a mis abuelos y mis padrinos. Se que fue estúpido de mi parte, en no decirte, pero... - No dejo que termine de hablar, porque la interrumpo
-Amor basta, se que tuviste tus razones para no decírmelo desde un principio, pero me alegra que finalmente lo hicieras. Fue el mejor regalo, que me pudiste haber dado.
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Es viernes y estoy en mi oficina preparando todo, para el viaje a España, la próxima semana hoy es la despedida de solteros que Kate y Ellliot, con Ana tuvimos un discusión, porque le reclame de no haberme contado que Mia la había invitado, una discusión que termino con los dos en nuestra cama desnudo y gimiendo de placer, por suerte Sara me pidió autorización, para salir con Maddie y Vanesa, así que pudimos hacer el amor tranquilos y sin apuros. Mi celular suena sacándome por completo de mis pensamientos.
