(Nath)alia「casthaniel」

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Leyó una y otra vez el mensaje que recién había recibido; Castiel le escribió. Pero no es que le importe de esa manera, si no que se había enterado de Nathalia y eso le empezó a frustrar. ¿Qué pasaría si se enterara que Nathalia es él? Sacudió la cabeza eliminando esos pensamientos y se concentró de nuevo en la pantalla.

"Hola, hermosa"

Dudó. Si no le contestara quedaría todo ahí, un simple bloqueo servía para olvidar el asunto. Pero no, de repente pensó que eso sería una buena oportunidad para vengarse de lo que Castiel le hizo en el pasado; no era una idea de la más sabia, ni madura, pero tenía que encontrar algo que lo libre de este dolor que sentía en el pecho ya que desde que Debrah apareció arruinando todo lo que se planeaba, incluyendo su amistad con el pelirrojo.

Aunque lo que más le lastimó no fue el hecho de que Castiel había estado de novio con ella o la manipulación tanto a él como al resto del instituto, sino el hecho que no le había creído cuando dijo la verdad, los puños de su mejor amigo cuando se estrellaron en su piel; eso realmente lo acabó.

Pasaron los minutos en cuando se decidió: coquetear un poco con Castiel no sería tan malo después de todo.

Nathaniel practicaba el crossdresing desde que cumplió los catorce años y absolutamente nadie se había enterado. Siempre le encantó la ropa de niña; desde sus blusas con grandes escotes hasta las que no poseían alguno, faldas, vestidos, tacones y maquillaje; amaba hacerlo, verse tan diferente y a la vez sentirse él mismo; le daba libertad, sin contar que era muy bonita y todo le quedaba bien.

Hasta hace cuatro días quiso utilizar la popular red social que estaba pegando en los chicos de su instituto e institutos cercanos amour sucré, y es que conocer a nuevas personas, no, que Nathalia conozca personas era su derecho, ya que ella era parte de él.

En cuanto a su sexualidad estaba convencido que le gustaban las niñas y es que a sus actuales diecisiete años nunca ha sentido atracción ni física, ni sexual por ningún niño, lo cual lo aliviaba de alguna manera. No por vestirse de niña le iban a gustar los niños.

Había pasado quince minutos desde que lo vio. Vamos, ¡determinación Nath! si quieres venganza debes hacerlo bien. Se animó, pero sus dedos no se convencían de eso. Marcó un simple "hola" y a penas lo envió se sintió el más estúpido de la tierra. "Así no lo vas a conquistar Nathalia". Regañó a sus adentros.

La respuesta de Castiel no tardó en llegar.

"Cómo estás?"

No sabe si se esta vengando de él o qué, pero una respuesta tan seca y horrible lo enfadó. Quería lanzar el celular a alguna parte de la habitación, pero se detuvo –por qué si, lo iba a hacer- cuando empezó a vibrar descontroladamente. A Castiel le encanta tu foto, A Castiel le encanta tu post. Las notificaciones no demoraban en aparecer y es que había publicado muchas cosas en estos pocos días.

Realmente este chico necesita cuca, pero lamentablemente no lo iba a conseguir con él.

Hablaron de cosas triviales, pero nunca se aburrió; Castiel tenía un muy buen sentido del humor (como lo recordaba) y no perdía el hilo o se quedaba sin temas de conversación, a Nathaniel las horas se le pasaron volando y el dolor de cabeza que había sido el causante de que no asista a clases había desaparecido.

El reloj marcaba la 1:30 a.m. y se tenía que despedir. Debía arreglar los papeles en el instituto por la falta y sin contar que después de las clases incumbía ir a su trabajo de medio tiempo.

"Ya te vas tan pronto?"

Sonrió. Si pronto significaba más de cuatro horas chateando sin parar, pues no quería saber el significado de tarde.