›› 25 ‹‹

1.2K 114 29
                                    

Amber no tardó tanto en salir. Castiel se encontraba recostado en la pared, con las manos puestas en sus bolsillo, cerrando los ojos y respirando profundo.

-Puedes entrar-la chica salió con sus ojos rojos e hinchados, parece que ha llorado mucho dentro-Dijo que no quiere que lo veas en ese estado, ya sabes como es...-intentó que su voz no se cortará, sin éxito.

-Tú... ¿Estás bien? -el pelirrojo de acercó y posó su mano en el hombro de la hermana de su novio -Anda a comer algo, no has comido nada ¿no? -negó con la cabeza-Bien... come, le preguntaré a Armin si lo has hecho.

Amber suspiró-Lo haré, entra-dio palmaditas en su brazo para así perderse en el pasillo.

Castiel se recogió el cabello en una despeinada coleta y limpiandose el rastro de llanto traspasó la puerta.

Se paró en la puerta y enseguida una sonrisa se le dibujó en el rostro. Nathaniel estaba sentado cubierto las piernas con una sabana blanca. Está ahí frente a él, mirándole con aquel frágil y angelical rostro.

-Hola pequeño-saludó intentado controlar las ganas que tenia de lanzarse a los brazos de Nathaniel.

El rubio abrió la boca sorprendido-Le dije a Amber que no entraras-bajó la mirada, temblando, sintiéndose avergonzado al ser visto por Castiel.

-¿Cuando has visto que yo haga caso a alguien?-sonrió acercándose a su novio, que todavía temblaba.

-Nunca-soltó un risita.

-Bien-ya estando ahí, se aguantaba el no estallar en llanto lo más que podía, sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo al ver como alguien pudo golpear tan hermoso rostro. Alrededor de sus ojos estaban rojos y poco morados, su labio roto, y las mejillas cubiertas de una crema extraña, sus manos; tan suaves y delicadas ahora cubiertas de vendas.

-Estoy feo, no me mires-alzó sus manos queriendo cubrir su rostro, pero Castiel se lo impidió cogiendo de sus muñecas demasiado delicado.

-Tú nunca estás feo, amor-llevó una de sus mano al cabello dorado de Nathaniel y acercándose mas dejó un corto beso en la nuca.

-Tuve tanto miedo-el cuerpo le seguía temblando y la voz se volvió un inaudible sollozo-Cuando me golpeaba pensaba en ti, quería que estés conmigo... e-en un momento me llegué a sentir un fenómeno, ¿un chico que se viste de chica?

-No, Nath...

-Me sentí tan mal-aspiró por la nariz.

-No, cariño-hizo que levantara la mirada a él.-No eres ningún fenómeno, tú eres tú y eso te hace perfecto, te hace hermoso tal como eres-los ojos ámbar del rubio se cristalizaron al escuchar las palabras de Castiel-Eres tú y eso es lo que amo de ti, verte feliz hace que me enamore cada vez más de ti... y voy a estar contigo pase lo que pase.

Las lágrimas no se detuvieron en sus ojos y lloró sujetando la mano de Castiel con la de él-Tengo miedo, aún no sé que va a ocurrir con mi padres... con mi presentación en dos semanas.

-Tranquilo-le sonrió sin dejar de acariciar su cabello-¿Qué han dicho los doctores?-preguntó desviando el tema de sus padres.

-Que me darán de alta en unos días-suspiró.-Y que mi recuperación será un poco lenta ya que los moretones no desaparecerán en un buen rato. A si que no participaré en el desfile-bajó la mirada arrugando la sábana entre sus dedos-Era lo que yo mas quería amor, y ahora mírame...-levantó la mirada al más alto.

La impotencia invadió por completo el cuerpo del pelirrojo, le destrozaba ver a Nathaniel así, tan triste, tan acabado.

-Aún quedan dos semanas-le sonreía, era lo único que podía hacer por él-Te recuperaras y serás el más perfecto de todos y todas.

(Nath)alia「casthaniel」Where stories live. Discover now