Capitulo 3

40.4K 3.3K 520
                                    

365 - katty Perry

No podía creer que esto estuviera sucediendo, desde que subimos al avión no he parado de verlo. Y es que hace unas pocas horas me estaba diciendo que me olvidara de mi misión y ahora estaba allí. Con gafas oscuras y su uniforme que parece quedarle de maravilla. Como si no hubiera sucedido nada.

- Quite esa mirada de mi como si hubiera contraído la peste - dice mientras fija su vista en la mía.

Uva agria.

- Lo siento es que yo.. bueno aún no me lo creo.

- Pues es lo que está viendo cadete - dice tranquilo.

- Hemos llegado, aterrizaremos en menos de dos minutos en la pista de la base - la voz del piloto nos alerta de que hemos llegado a nuestro destino pero la acción de Agapios me sorprende aún más.  Ha tomado su mochila y le ha pedido al piloto que se detenga un segundo.

Se desabrocha su cinturón de seguridad y toma uno de los paracaídas.

- ¿Qué hace esta loco? - grito en medio del ruido que se cuela por culpa del viento.

- Lo haré a la vieja escuela - dice él mientras se coloca el paracaídas abre una de las compuertas del avión y salta al vacío.

¡Dios santo a este hombre le falta un tornillo!

Me quedo viendo como una tonta como segundos después su paracaídas se abre. Regreso a mi asiento y el avión por fin maniobra para aterrizar sobre la pista de Washington.

Bajo con dificultad  mientras observo que el general Fox se acerca hasta donde estoy.

- ¿Cadete White que tal el viaje?

- Ha sido algo sorpresivo - respondo.

- Déjame adivinar, el capitán a dicho que no.

- Bueno... Eso no seria lo que realmente paso.

- General Fox, es un gusto volver a encontrarlo - dice Agapios a mis espaldas y la expresión del general se paraliza.

- Capitán Tsergas - le devuelve el saludo sin creerlo.

Creo que ese anciano nunca había tenido una noticia como esa en estos últimos años.

- La cadete White me ha informado acerca de mi ayuda en el equipo.

- Claro que si capitán, ¿Pero porque no mejor arreglamos ese asunto  en mi oficina?

- Estoy de acuerdo - dice él y avanza hasta quedar al lado del general.

- Y cadete, puede descansar - me sorprende lo que el general me está diciendo pero creo que sólo lo ha hecho porque hice lo que ninguno de ellos pudo.

Traer de vuelta a esa uva agria al equipo.

- Señor, Si señor - respondo mientras doy media vuelta y me devuelvo a mi camerino.

Hay algunos cadetes y otros oficiales que miran la escena. Nunca habían visto al capitán Tsergas o tenido la oportunidad de conocerlo en persona.

Así que para todos ellos es como el conejo de Pascua, el hada madrina o el Santa Claus de las fuerzas aéreas.

Sigo mi camino hasta mi camerino. Debo admitir que echaba de menos la base. Hasta extrañaba la rutina de todos los días.

Menos lo de lavar los baños. Eso no.

- ¡Feliz cumpleaños! - grita Teresa, mi compañera y amiga que comparte conmigo el camerino.

- ¡Me has asustado boba! - Le doy un golpe en su hombro y ella se carcajea.

PERFECTO TORMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora