Capitulo 21

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Ed Sheran- Cant help falling in  love

Había despertado junto a Agapios en esa reducida camilla de la enfermería, debía admitir que escucharlo hablar de esa manera acerca de cosas que nos faltaba por compartir y revelar del otro me hacia sentir mas ligera del dolor y sufrimiento que juntos estábamos atravesando. La noche anterior había estado pendiente de él todo el tiempo, incluso podría jurar que mi imagen a esta hora de la madrugada era la misma de un mapache.

- Buenos días.. – susurra mientras me acerca hasta su pecho con uno de sus brazos..

- Buenos días testarudo – respondo acariciando su nariz con mi dedo pulgar. Sonríe en respuesta.

- ¿Testarudo? – enarca una ceja.

- Te dije que ruta era mejor y seguiste las mas peligrosa, era obvio que querías vengarte de mi y hacerme sufrir.

- Amo como llegas a esas conclusiones tan extrañas – murmura mientras se trata de levantar de la cama y lo fijo en esta mientras lo señalo con mi dedo.

- Quieto – replico.

- ¿Ahora los papeles se han invertido? – alega gracioso.

- Voy a cuidar de usted capitán.

- ¿Que tanto?

- Toda la vida – digo mientras le doy un beso ligero en los labios y él pestañea extrañado. A este punto yo también me siento extraña de haber reaccionado de esta forma tan sentimental. Siempre soy discreta en mostrar mis emociones y más si se trata de cosas que resulten tiernas.

- Si el paraíso es del mismo color de tus ojos verdes, me asegurare de quedarme allí para siempre – pasa su mano por mi rostro y esbozo una sonrisa.

- Déjame cambiar el vendaje – hago a un lado su brazo que hace unos segundos recorria mi cintura y me levanto de la camilla para traer conmigo las gasas y el alcohol que reposaban a escasos centímetros en una despensa de esa carpa.

Se acomoda en la cama mientras aprieta sus labios y me doy cuenta de que se esta conteniendode no reírse de mí.

- ¿Que es tan gracioso? – levanto una ceja.

- Que estoy haciendo lo que me has ordenado.

- Eres un tonto, ¿solo por eso te ríes?

- Te ves sexy cuando me mandas.

- Masoquista – replico mientras cambio el vendaje. Y paso el alcohol por la herida. Hace una queja de dolor.

- Au.. eso duele – dice mientras toma mi mano en la suya.

- Creo que estas exagerando.

- ¿Que hay de ti? – dice mientras señala mi vendaje en el brazo.

- Solo un leve rasguño, como el de un gato – hago la seña de una garrita.

- Que chistosa – me jala del brazo de modo en que ahora caigo encima de él y nos fundimos en un beso profundo.

Amo a este hombre con cada fibra de mi ya despedazado corazón, y amo como me hace sentir. Durante mucho tiempo desee que algo en mi vida me hiciera sentir que era especial. Agapios ha logrado más que eso.

Dos días después estábamos de regreso en Washington por petición directa de la base, solo nos habían citado para que cada uno regresara a sus hogares, y después se hablaría de la ultima fase de la misión la cual era un completo misterio para todos. Fox al parecer tenía pendiente una investigación, pero por falta de pruebas aun no había sido juzgado.

Lo primero que hicimos Agapios y yo una vez pisamos Washington fue ir al consultorio de Steve. Hace más o menos unos meses había decidido atender a sus pacientes allí, además de que recién había adquirido un hotel. Debía admitir que estaba nerviosa, o tal vez mas que eso. Estaba aterrada de lo que fuera a ocurrir.

PERFECTO TORMENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora