Orgullo

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Oigan, voy a aclarar algo. Ya se que Harry muerde a Louis pero pues no lo puede marcar. Creo que ya había mencionado que ambos aún tienen dientes de leche y que aunque ya se ven diferencias siguen sin tener una dinámica.

En la tarde de té el sábado Louis ya se sentía un poco mejor, pues en la mañana despertó con su ánimo usual, aunque exigía más atención ya que se sentía cansado. Las dos mujeres estaban tristes, lo podía oler en el aire, pero en su mente había algo que lo afligía a él: Harry, su Harry lo había ignorado desde que Anne llego a su casa. Solo saludo a Jay para después sentarse en el suelo abrazando las piernas de esta. Si Louis estuviera en edad de soltar feromonas estas solo demostrarían que tan enojado se sentía. Quería mimos, quería el postre de Harry, quería que lo abrazara y él solo se escondía detrás de su madre. En ese momento Harry estaba en el suelo coloreando con su nueva caja de crayones, Louis se acercó en un intento más por ser visto sin embargo Harry se levantó volviéndolo a ignorar, no pasaron muchos segundos cuando Harry detuvo su paso, dio una vuelta y comenzó a ir hacia Louis el pequeño sonrío en grande, sonrisa que fue borrada cuando Harry tomo la caja de crayones volviendo a irse.

A Harry le costaba ignorar a su pequeño, pero al achicar los ojos enfocando a su nariz recordaba el porqué: tenía una bendita de patos en su nariz, nariz que Louis había mordido. Harry nunca mordió a Louis en la cara o zonas visibles, siempre era en el cuello o el brazo incluso una vez le mordió el pie. Así que estaba decidido a ignorarlo, al menos hasta dejar de usar benditas que su madre denominaba tiernas.

Cuando la noche llegó Anne y Jay se abrazaron soltando algunas lágrimas, los niños ajenos a la situación seguían en su guerra de miradas, Harry cedió (como siempre con Louis) y volteo la mirada, por su parte Louis dio un pisotón en el suelo y subió a su habitación.

Quizás de haber sabido que no se verían en mucho tiempo habrían dejado el orgullo de lado.

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