Reencuentro

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Había olvidado que escribo una fic y no había corregido el capítulo de hoy jijiji, me acorde cuando entre a word para ver mi tarea también me di cuenta que no me llegan notificaciones desde hace ufff :C 

Esa misma tarde cuando su madre llego por fin a casa la puso al tanto de su plática con Anne y quedo maravillada con la invitación. Ese día Jay preparó un delicioso pastel de menta y chocolate (el que siempre le ofrecía a Harry en las tardes de té) para llevar al anfitrión de la fiesta.

Al llegar a casa Anne y Gemma lo recibieron con un gran abrazo, la chica lo bombardeo de preguntas sobre la universidad, realmente se sentía a gusto porque eran personas con las que convivió de niño y de cierta manera lo vieron crecer, fue cuando Anne anunció que Harry ya estaba cerca que los nervios de Louis aparecieron. Corrió hacia el baño de la casa comenzando a ordenar su cabello y lavarse la cara, en un momento pensó que era algo estúpido que Harry ya debería tener pareja o que ni siquiera lo recordaría por el tiempo. Así que frustrado decidió salir del baño, deteniéndose cuando sintió el aroma de un alfa que dejo sus sentidos cautivados.

Harry leía los mensajes llenos de odio en el asiento trasero del taxi camino a su casa. El alfa había dejado una omega molesta en Italia, no era su culpa él le había aclarado que llegaría el momento de regresar a su casa y no llevaría a nadie consigo. Así que cuando ese día llego solamente le dijo adiós a la omega, claramente esta no se lo tomo bien porque creía que tenía que hacer maletas para seguir a su "alfa" a lo que Harry contesto con un rotundo no. Hubo llanto, drama, quejas y amenazas, ahora mismo recibía mensajes de odio por parte de la chica. Su orgullo solo estaba un poco dañado, cosa de nada de todas las veces que ella le había dicho que era un mal alfa y nunca conseguiría un omega, sobre todo la parte de nunca conocer a un omega. Quería formar una familia, algo estable en su lugar de origen, pensaba a futuro y quería que sus cachorros conocieron a sus abuelos y tíos, quería estar cerca de su familia y encontrar a un omega que quisiera lo mismo.

Cuando se presentó como alfa todo fue un mundo nuevo, su celo había sido corto pero fuerte, insoportable diría él, desde ese momento tuvo omegas a su alrededor rogando por un poco de atención. La preparatoria había sido su época oscura, fiestas cada fin de semana, despertar con un omega en algunas ocasiones sin recordar nada. Todo acabo cuando comenzó la universidad, ya había comenzado a pensar en formar una familia y encontrar un omega ideal, dejo las fiestas y los deslices de una noche, llegó a tener dos relaciones, pero nada serio o íntimo. Al llegar a Italia por el trabajo conoció a Camille ella era su vecina. Fue así como comenzaron a hablar, en ocasiones comer juntos en casa de alguno, salir a recorrer Italia y ver series los fines de semana. Harry no lo veía como una relación puesto que nunca habían hablado al respecto y por su parte, Camille no le llamaba la atención en absoluto. Pero ella entendió otra cosa y ahora estaba con un corazón roto y Harry a kilómetros de distancia.

Conforme paso el tiempo las calles le comenzaron a ser más familiares, hasta que llego a la puerta de su casa. Los recuerdos llegaron de golpe haciéndole sonreír, no se había percatado de lo mucho que extrañaba a su familia, su vida había comenzado en esa casa y a pesar de haberse mudado a temprana edad los recuerdos buenos eran muchos, en especial uno con ojos azules y cabello color caramelo.

Él recuerda muy bien a Louis, aquel pequeño que solía morder y el que fue su primer beso. Esa noche recuerda haberle comentado a Gemma el descubrimiento que había hecho con el ojiazul, ella grito de la emoción y le explico lo que era un beso. Irónicamente cuando volvió a besar un omega pensó en ojos azules.

Al bajar del taxi sintió un aroma, era delicado y casi imperceptible. Café y canela; su mamá no tenía ese aroma, mucho menos su hermana así que decidido camino para abrir la puerta recibiendo así un gran "sorpresa" por parte de las personas que estaban presentes. Su madre y hermana saltaron hacia él logrando que soltara sus maletas. Las extrañaba tanto, su calidez y el cariño que expresaban los ojos de su madre le habían hecho tanta falta. En la sala estaban algunos familiares más, junto con la familia Tomlinson en tanto subía para dejar sus maletas en la habitación que le pertenecía se preguntaba si el pequeño estaba en casa, en si se acordaría de él y lo que vivieron juntos. Pensamiento que desapareció cuando frente a él se posó una figura notoriamente más baja que la suya. Louis Tomlinson estaba delante suyo, portando una sonrisa tierna y penosa. Sus ojos formaban arrugas y olía a café con canela. Definitivamente encontró al dueño del aroma que lo volvió loco.

–Hola Harry.

Dijo el omega extendiendo más su sonrisa.

Algo en Harry se movió, su alfa despertó, bailaba dentro suyo, aullaba de placer. Había encontrado a su omega.

El omega de Louis daba piruetas y gritaba de emoción al ver a un alfa como Harry, fuerte, alto y con una belleza que solo los antiguos dioses podían poseer y su aroma, su aroma tan delicioso a tierra mojada y canela hacía que sus piernas flaquearan.

–Hola a ti también omega.

Ambos sonrieron mientras que el verde y azul chocaba creando una colisión de colores y sentimientos que solo ellos percibían. 

Little BiteWhere stories live. Discover now