4

2.2K 185 48
                                    

Capítulo cuatro.

Habían pasado dos semanas desde que las clases habían comenzado y Eli se había empezado a juntar más seguido con Harry y Trevor. Ellos eran los únicos que parecían quererle hablar, así que ella no se quejaba. Le caían bien. La hacían reír un rato, al menos. Aunque no siempre se juntaban con ella, ya que tenían prácticas de fútbol. Pero al menos tenía dos personas que eran amables con ella. Muchas chicas parecían considerar que ella era muy "de la ciudad" y que no pertenecía con ellos, quienes se habían criado en aquel pueblo pequeño. Eli intentaba ignorar todos los insultos que decían por detrás de ella, pero varias veces había respondido en susurros. Harry y Trevor siempre le decían que las ignore, que ellas estaban celosas porque se juntaba con ellos. Eli había decidido seguir su consejo.

Aquella mañana ella se había levantado con ganas de recorrer las montañas, ya que era domingo y sabía que casi nadie iba a subir a las montañas. Su madre y William habían aceptado que vaya, pero que sería mejor que lo haga luego del almuerzo. Así que eso fue lo que hizo: almorzó, se preparó para salir y salió de su casa. Caminó un rato, conociendo los lugares, y memorizando algunas calles que recordaba haber recorrido con Harry. Siguió caminando, hasta alejarse un poco de la ciudad. Había silencio, así que decidió subir poco a poco a una de las tantas montañas que la rodeaban. Se sentó un rato y se quedó observando el paisaje, fascinada.

Tenía que admitir que le gustaba vivir en aquel lugar. Era tranquilo, seguro, con unas hermosas vistas y la alejaba de los fantasmas de su pasado. Era raro decirlo así, pero era la verdad. Ella había sufrido demasiado para seguir estando en el lugar donde había nacido.

Escuchó unos pasos a su izquierda y se asombró al encontrar a Harry allí. Él estaba en cuero, con sólo un short de deportes, zapatillas y su remera en sus hombros. Estaba sudado, así que Eli supuso que estuvo entrenando. Se sonrojó levemente al mirar su torso desnudo, y corrió la mirada.

— ¡Eli! –exclamó el chico, sorprendido-. ¿Qué haces aquí?

—Estaba dando una vuelta. –dijo ella, volviendo a mirarlo. Él ya tenía la remera puesta-. ¿Y tú?

—Entrenando. –contestó él, sentándose a su lado-. ¿Qué tal el lugar? ¿Te gusta?

—Si... -asintió ella, y sonrió de lado, observando el paisaje-.Es un lugar hermoso, realmente. Me podría sentar a observar el paisaje por horas y no me daría cuenta. Es increíble, ¿no lo crees?

—Si que lo es... -susurró él y sonrió de lado.

Ambos se quedaron observando el paisaje por un largo rato, hasta que Eli le preguntó a Harry si quería ir a caminar por un rato. Él aceptó.

Iban subiendo y bajando las montañas, alejados un poco de la ciudad. Eli aprovechó para sacar algunas fotografías con la cámara de su celular, un poco arrepentida de no haber llevado su cámara fotográfica. Le sacó una de perfil a Harry, mientras él no miraba. Era una foto hermosa, casual y simple. Ella sonrió un segundo a la cámara y luego continuaron caminando. No iban en completo silencio. De vez en cuando, alguno decía algo, pero no mucho.

— ¡Hey, Harry! -exclamó la chica, al ver un lugar para sacar la foto perfecta-. ¿Por qué no te colocas allí y te sacó una foto? Es el lugar perfecto y no quiero desperdiciarlo.

Harry sonrió y posó para la foto. Eli se subió a una piedra y sacó varias fotos, riendo por como se comportaba el chico. Cuando terminó, se bajó de la piedra, y resbaló. Sintió como su pie izquierdo se lastimaba y se escuchó dar un grito agudo de dolor. Harry se acercó corriendo a ella, con cara de preocupación.

— ¡Eli! –exclamó el chico-. ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

—Me he resbalado, Harry. –dijo ella, obvia, rodando los ojos, intentando ocultar su dolor-. Pero estoy bien, ¿me quieres ayudar a levantarme?

5 Cosas que Amo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora