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Capítulo diecinueve. 

La hora del mediodía había finalmente llegado. Eli había pasado toda la mañana junto con Harry, Ruby y Trevor planeando que hacer. Luego de mucha discusión entre los cuatro, finalmente Eli los convenció de sólo llevar al director y que él decida que hacer ante la situación. No tenía sentido rebajarse al nivel de Troy y que luego ella también termine castigada. 

Se dirigieron al campo de fútbol, con paso decidido. Eli paró en seco cuando llegaron al stand que había colocado Troy y alguno de sus amigos. Para su suerte, no había muchos chicos haciendo fila. Abrió la boca en forma de O, y sus ojos se pusieron llorosos. El chico había cruzado todos los límites posibles. El stand decía "Firma para volver a tener el poder" y luego había algunas fotos de las chicas del club, con dibujos obscenos en ellas. Era desagradable. Especialmente había una foto gigante de Eli, con cuernos, penes y  cosas escritas como "Dejen de tocarme", "Llamen al ... para fotos y mensajes", y cosas así. 

No podía creer que nadie le decía nada. Escuchaba como sus amigos le intentaban decir cosas, pero su cerebro los bloqueaba. Veía en sombras como muchos de sus compañeros se juntaban a su alrededor, las chicas y algunos chicos con caras de indignación, algunos reían, otros simplemente no entendían. 

Se acercó a donde estaba Troy, quien tenía una sonrisa socarrona en su rostro y la miraba con superioridad.

— ¿Qué pasa, princesa? -le preguntó, en tono burlón- ¿No te gusta lo que escribieron?

Eli simplemente lo miró con asco. No podía hacer nada, tenía que esperar a...

— ¡Troy! ¡El resto de los jugadores! ¡Eleonore! A la dirección. ¡Ya! -escuchó que decía el director, en un tono enojado. 

Eli se giró a mirarlo y él le dirigió una mirada apenada. Ella dejó que algunas lágrimas caigan por su mejilla, mientras cerraba los ojos con fuerza, y sintió como Harry la abrazaba. Su novio le secó las lágrimas, le tomó la mano y la guio hacia la dirección. Esperaron allí durante unos quince minutos, en los cuales Eli oía como el director les gritaba a los amigos de Troy y a Troy con disgusto. Se formó una sonrisa en su rostro cuando escuchó que los suspendería por toda una semana y que tendrían detención durante todo el resto del año escolar. No fue hasta que dejó ir a todos los amigos de Troy que llamó a Eli. Harry se ofreció a entrar, pero ella le dijo que se quede, que era una batalla que ella tenía que luchar por sí misma. 

Cuando entró en la dirección, Troy todavía se encontraba allí, sentado frente al director, quien se pasó las manos por el rostro con frustración.

—Eli, por favor, siéntate -la invitó el director, señalándole el asiento al lado de Troy-. Sólo te llamé para tres cosas. Una de ellas, es para comentarte que el Señor Sanders y sus amigos serán suspendidos del colegio por una semana y que tendrán detención por lo que queda del año. La segunda, le corresponde al Señor Sanders de cumplir.

Eli dirigió la mirada a Troy, confundida.

—Perdón -dijo el chico. Eli rodó los ojos. Sabía que el chico no sentía culpa en lo más mínimo, pero había sido amable del director de intentarlo- ¿Qué?

—Se que no sientes culpa por lo que has hecho, Troy, ahórrate las disculpas.

Ahora fue el turno de Troy de rodar los ojos.

—Bueno... al menos lo intenté -dijo el director, suspirando y luego sentándose frente a ellos-. Ahora... para una última decisión. Eli... esto dependerá exclusivamente de ti y de que tan cómoda te sientes al lado de Troy. Pero, creo que como castigo final y más fuerte sobre él, ya que fue quien comenzó todo esto, me parecería justo que Troy no asista al baile de fin de año.

—No me importa... -dijo Troy, posicionándose como "el chico malo"- ¿Quién quiere ir a ese estúpido baile, después de todo?

—No... no creo que debamos prohibirle que vaya -comentó Eli, luego de pensarlo unos minutos-. Es nuestro último año, director, no sería justo que él no lo disfrute. No me quiero rebajar a su nivel y hacer que no disfrute las cosas que le gustan. No es mi intención, lo que yo siempre quise hacer es que entienda y aprenda. Pero... sé que no puedo cambiarle la forma de pensar. No quiero que les de más razones a sus amigos para que me odien y me arruinen la vida a mí. 

Troy la miró con una muy notoria sorpresa en su rostro. Eli se encogió de hombros.

—Muy bien... entonces. Ambos se pueden retirar.

Eli asintió con la cabeza, murmuró un "gracias director" y salió de allí. Harry todavía la estaba esperando afuera. 

— ¿Y? -le preguntó él, cuando salieron de la oficina- ¿Qué les dijo?

—Nada, me contó el castigo que habían recibido y me preguntó si me parecía bien que él no asista al baile -le contó Eli, encogiéndose de hombros-. Yo le he dicho que no me parecía bien que no vaya al baile. Así que... eso.

— ¡Eleonore, espera! -escuchó que Troy la llamaba. Ambos pararon de caminar y esperaron a que el chico se acerque a ellos. Le dirigió una mirada a Harry, como diciendo que se vaya, y Eli asintió. Una vez que Harry (muy a contra de su voluntad) se alejó de ellos, Troy volvió a hablar-. Sólo quería decirte gracias.

— ¿Qué? ¿Por qué?

—Por dejarme ir al baile... yo... -carraspeó-. En serio lo siento, no debería haber hecho lo que hice... estuvo mal de mi parte... -Eli lo miró alzando una ceja. Escucharlo hablar así, quizá si la hacía creer que sentía lo que había hecho-. He sido un idiota... yo... realmente no pienso así. Mi hermana mayor es feminista, sé lo que piensas, y estoy de acuerdo con todo... pero... es que... verás... tengo una reputación que mantener...  Dioses, Kayla me odiará cuando escuche lo que pasó en el colegio... los chicos con los que me junto... ya sabes, piensan de una manera y... no lo sé.

—Eso no justifica nada de lo que hiciste, Troy -lo interrumpió-. Realmente me alivia un poco escucharte decir que no piensas así, pero no justifica nada. Has lastimado a muchas chicas y... 

—Y realmente lo siento, Eli... es que... si te soy sincero... -Eli lo miró expectante-. Es la única manera que tengo de llamar la atención de Charlie.

—Espera... ¿¡qué!? -exclamó Eli, sorprendida-. ¿Te gusta Charlie?

—Sí... pero... no le puedes decir a nadie -le dijo, señalándola acusadoramente-. Pero... siento que cada vez me odia más.

—Es que... Troy... -Eli rodó los ojos-. La has cagado fuerte. ¿No ves que cruzaste la línea con todas nosotras? 

—Sí... y ya te he dicho que lo sentía.

—La cosa es... -lo volvió a interrumpir-. No es sólo a mí a quien le tienes que pedir disculpas.

Y antes de que alguno de los dos pueda decir algo más, el timbre para la primera clase de la tarde sonó.

5 Cosas que Amo de tiحيث تعيش القصص. اكتشف الآن