2

613 56 11
                                    

Llego a mi casa, dejo todo sobre la mesa y corro a mi habitación para encerrarme otra vez.

Me estoy mirando la mano como un idiota mientras ésta tiembla. Me sentí raro, es idiota, ya cállate. Golpeo mi cabeza con el talón de mi mano.

_

Debí haberme quedado dormido porque ya está todo oscuro, no entiendo nada. Tomo mi reloj, la una y media, justo para salir. No me llamaron para cenar, otra vez, creo que voy a llevarme algo para el camino.

Ya no recordaba lo que había pasado a la tarde, era una noche normal después de un día normal.

Estoy en el bosque, me lanzo contra un roble gigante a terminar de comer la manzana que cargué antes de salir, mirando la nada. El silencio es cómodo, pero violento. Las únicas hojas secas que escucho son las que aplasto mientras me acomodo para sentarme, ni una brisa, todo es calmo.

Cierro mis ojos para relajarme pero después de unos segundos soy sorprendido por el ruido de pisadas, maldita sea hay alguien aquí, espero que solo sea un animal, son más agradables que las personas. Me levanto de mi lugar pero no se hacia dónde ir porque no puedo distinguir de que dirección provienen los sonidos, sólo sé que se acercan.

No quiero decir que estoy asustado pero lo estoy, entonces inconscientemente comienzo a gritar

-¡¿Quién está ahí?!- mi cuerpo empieza a temblar y en un movimiento rápido tomo una rama y la coloco en posición de espada para defenderme pero la verdad no sé hacia dónde apuntar.

Puedo reconocer una figura humana detrás de un árbol asomándose, no puedo mantener la rama quieta. La figura levanta sus brazos y sale lentamente de su escondite

-Oye tranquilo- ¿qué? Esa voz.. no puede ser posible –¿Marica?- caigo de espaldas contra un árbol, la rama que sostenía cae también y mi cuerpo tiembla demasiado.

-¿Qu.. que demonios haces aquí?- pude tartamudear a las fuerzas, tenía un nudo enorme en mi garganta

-Emm- se rasca la nuca pensativo, no sabe que decir –te seguí, ¿Qué haces tú aquí?- a pesar de la oscuridad, logra darse cuenta de que lo estoy mirando aterrorizado así que estira su mano para que me sostenga de ella pero no pienso hacerlo –bien, levántate solo-

Nos quedamos un rato en silencio, estoy petrificado mirándolo fijamente mientras él mira a su alrededor chequeando el lugar haciendo una mueca de aprobación.

-Que buen lugar ¿vienes aquí seguido?- no recibe respuesta –tranquilo, no te haré daño, no ahora- logro reaccionar y vuelvo a preguntar lo mismo como un idiota.

-¿Qué haces aquí?-

-Dije que te seguí imbécil-

-pe.. pero, ¿Por.. qué?- mi voz tiembla pero no más que el resto de mí. Vuelve a rascar su nuca pensativo, sigue sin saber que decir.

-Bueno.. emm.. te vi saltar por la ventana y supuse que estabas escapando y me dio curiosidad saber a dónde van los idiotas cuando escapan de su hogar-

-Bueno, ya.. ya viste puedes irte- respondo bajando la mirada.

-Mm no, me gusta aquí, es turbio, me quedaré un rato- dicho eso se lanza a mi lado con las manos tras su cabeza y cruza las piernas. Lo miro atónito y el me regala una sonrisa simpática para terminar cerrando sus ojos con intención de descansar allí.

Me levanto para irme a otra parte pero me toma del tobillo.

-Ey ¿A dónde vas?-

-A otra parte lejos de ti- respondo como si fuera obvio e intento soltar el agarre pero jala.

-Pero quédate aquí, si estas solo te puede pasar algo-

-¿Desde cuándo te preocupas por mi?-

-La verdad ni idea, has lo que quieras- dice con despreocupación y vuelve a su posición.

-Bien- rodeo los ojos y me alejo. Demonios ya sabe dónde voy en las noches quien sabe lo que puede hacer ahora, nadie sabe de esto, puede usarlo en mi contra muy fácilmente.

Me acurruco contra unos arbustos y comienzo a llorar, no escucho nada, el llanto tapa mis oídos, por lo que no pude oír que estaba acercándose tomándome por sorpresa al tocar mi hombro.

-Puta madre ¿Qué mierda quieres ahora?- levanto el tono pero no lo miro, ya no quiero que me vea llorar por su culpa

-¿Por qué lloras ahora marica?-

-A ti no te importa ya vete- coloco mi rostro entre mis rodillas.

-No le diré a nadie tu secreto-

-No creo que seas capaz de hacer eso-

-Pruébame, pero solo con algo a cambio- por fin lo miro, esperanzado, limpiando mis lágrimas.

-¿Qué es lo que quieres?-

-Déjame venir contigo- abro los ojos y comienzo a negar con brusquedad –Bien entonces le diré a toda la escuela que el idiota marica corretea por los bosques en la madrugada fumando porro- ¿cómo mierda sabe lo de las drogas?.. sí, algunas noches me drogo para vivir en una fantasía mejor pero seguramente no lo sepa y sólo lo haya inventado para hacerlo peor

-Pero.. ¿Por qué quieres venir conmigo?-

-Es un grandioso lugar, además tengo insomnio y aquí estoy más tranquilo que caminando por las calles- pienso un poco con la cabeza gacha –¿hacemos un trato?-

Estaba tratándome como una persona normal, es muy extraño verlo así, dudo de que sea todo un plan o algo así pero de todos modos acepto y asiento para hacérselo saber, él sonríe victorioso y se lanza a mi lado tal como lo hizo en el otro árbol.

_

-¿Ya estás despierto?- Josh se incorpora dejando un hilo de baba colgando del césped a su labio inferior, río, yo estaba rompiendo ramas y usando los pedazos para crear un dibujo

-Emm sí- vuelvo la vista a mi trabajo, miento, no dormí, pero él no tenía por qué saber eso.

-¿Sabes la hora?-

-El sol está saliendo creo que ya deberíamos irnos-

-Cool- se levanta y se va en una dirección cualquiera sin esperarme.

-¡Oye!- se gira

-¿Crees que iré contigo a la escuela?- suelta una risa burlona y sigue con su camino. Bueno, no quería ir con él pero tal vez ahora ya no me golpee.

Why Are You Like That? [Joshler]Where stories live. Discover now