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-Otra vez aquí- oh no

Giro bruscamente con el semblante asustado. El teñido me miraba sonriente. Mi madre me había pedido otra vez que le haga unas compras como favor y no me quedó otra que hacerlo. Me quedé unos segundos mirándolo sin cambio en mi expresión facial hasta que reaccioné y agache la cabeza girando nuevamente a las góndolas donde mis ojos recorrían las latas de salsa para buscar la marca que necesitaba.

-Bueno ¿acaso hay que jugar a ignorarnos?- pregunta rodeando los ojos, no lo veo pero sé que lo hace.

-No.. no somos amigos- susurro entre dientes sin mirarlo.

-Solo compartimos adicción- ríe, me volteo nuevamente para mirarlo con odio, su cara cambia repentinamente, no esperaba esa reacción de mi parte –oye tranquilo, es el mercado nadie puede vernos- observo a la gente indicándole que estamos rodeados de ojos y vuelve a reir –habló de conocidos que les parezca extraño vernos juntos- achina sus ojos con una sonrisa traviesa

-No sabes quién puede llegar a estar aquí

-Vengo siempre a este local, a diferencia de ti maldito ermitaño, nunca me he cruzado con nadie y ya deja de susurrar

-¿Debo recordarte que no somos amigos?- vuelvo a decir de la misma forma que antes volteándome nuevamente para seguir ignorándolo.

-Está bien como quieras raro- dice para largarse de mi lado y seguir con sus compras.

Esperando en la fila para llegar a la caja mi cuerpo se inclina hacia adelante por un carrito que me golpea por detrás. Al no oír ninguna disculpa supe instantáneamente que era él, tal como la otra vez, molestándome. Al girar mi cabeza me estaba observando con la misma sonrisa traviesa y ojos achinados de hace un rato volviendo a golpearme en las piernas.

-Oye ya para ¿quieres?

-Si no vamos a ser lo que somos en el bosque debemos ser lo que somos en la escuela ¿no crees? ¿o debemos tener distintas relaciones dependiendo del lugar en donde estemos?- bufo ya harto de la situación.

-Tú iniciaste éste jueguito y ya déjame en paz

-Marica- suelta una risita para volver a golpearme por tercera vez de la misma forma, yo solo me giro y ruego porque me toque rápido la caja.

-Y éste es mío- dice depositando una bolsa de pan sobre la caja sonriéndome, lo miro confundido mientras guardo mis compras en las bolsas y recuerdo la escena de aquella vez cuando casi guardo una de sus cosas para mí. Finjo una sonrisa nerviosa y me alejo de allí lo más rápido posible, como siempre.

Logro notar a través de las ventanas su figura desde adentro girada hacia la calle en mi dirección, me estaba observando irme y eso me ponía muy incómodo así que oculte mi cabeza en la capucha de mi abrigo y abracé las bolsas cargadas de productos como protección.

No puede ser que sean solo dos veces en mi vida las que vaya a una estúpida tienda con montones de personas y siempre tenga que toparme con ese degenerado.

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-¿Qué mierda fue eso?- pregunta frustrado con un tono bastante alto cuando me encuentra esperándolo acurrucado contra la pared lateral de mi casa. Le hago una seña para que baje la voz mirando a todos lados con nerviosismo –es la una de la mañana imbécil

-Mis padres- digo entre dientes como si fuera obvio y me levanto de mi lugar.

-¿Cómo eres en realidad?- dice ya con un tono más calmado y semblante tranquilo –digo, pensé que eras como eres en el bosque pero solo eres así allí-

-Ni yo se como soy ya basta por favor- aprieta sus labios y se queda observándome de pies a cabeza unos segundos –ya deja de hacer eso

-¿Hacer que?

-¡Incomodarme!- abre sus ojos ante mi reacción alterada para luego reír –ya vámonos quieres

Entrando al bosque me suelta un manotazo por la espalda haciendo mi cuerpo chocar torpemete contra el suelo. Cubro mi rostro con mis manos como impulso ya que siempre que me lanzan al suelo siguen patadas pero esta vez solo recibo un "debemos trabajar eso" de parte de Josh que me observa desde arriba con la mano en su barbilla. Descubro mi cara y lo miro extrañado al ver que tiende su mano para ayudarme a levantar, esta vez sí la tomo.

-Es difícil para un principiante saber cuándo te van a venir a atacar por atrás porque esas cosas te agarran por sorpresa y debes tener buenos sentidos para captarlo con anticipación, pero puedo mostrarte una técnica para que no quedes en el suelo para facilitarle el trabajo al contrario- dice con tono profesional caminando a mi alrededor observando cada detalle de mi cuerpo, la verdad no se para que exactamente.

-¿No quieres adentrarte más al bosque?- me suelta una mirada pervertida y me doy cuenta que mal interpretó mis palabras así que le suelto un puñetazo el cual esquiva con facilidad agarrándome por la muñeca para retorcer mi brazo y dejarme doblado jadeando de dolor.

-No vuelvas a intentar hacer eso- asiento para terminar otra vez en el suelo.

Estábamos teniendo una lucha tipo mortal combat en la cual Josh hacía movimientos expertos que había aprendido en boxeo y yo solo revoleaba mis brazos y piernas cerrando los ojos como "campo de fuerza", hasta que en uno de los tantos movimientos nuestros cuerpos se juntan accidentalmente y los rostros quedan solo a centímetros uno del otro. Abro mis ojos al sentir su respiración tan cerca y veo que él me está mirando con una sonrisa ladina. No logro reaccionar cuando el mayor ya se abalanzo sobre mis labios y comenzó a besarme. Cerré mis ojos correspondiendo unos segundos pero luego reaccioné y lo empujé bruscamente provocando que cayera de espaldas.
No podía mirarlo, él se estaba quejando del dolor por el impacto de su trasero con el suelo mientras yo acariciaba mis labios repasando lo sucedido.

-Oye Tyler..- mis ojos se desvían por fin hacia él que ya se había incorporado. Lo miraba asustado y confundido, nunca me había llamado mi nombre –lo.. lo siento yo no..- no lo dejé terminar que ya me eché a correr sin saber hacia dónde. Las lágrimas habían inundado mi cara y mi cuerpo se tambaleaba por no tener la vista clara. A lo lejos podía oír gritos desesperados que cantaban mi nombre pero decidí ignorarlos. Todo lo que estaba haciendo ahora era por impulso, no sé por qué estaba llorando, no sé a dónde iba, no sé qué iba a hacer, solo lo hacía.

Después de unos minutos corriendo sin rumbo llegué al final del bosque y de allí pude dirigirme a mi casa en las mismas condiciones. Trepé la enredadera que llegaba a la ventana de mi habitación con movimientos torpes y me lancé hacia el interior rodando un poco al caer en el piso. Cerré la ventana con brusquedad sin importarme que pueda despertar a alguien y salté a mi cama quedando boca abajo ahogando mi llanto en la almohada. ¿Qué carajos acababa de pasar? ¿Por qué mierda me besó? Toda su vida sólo se preocupó por arruinar la mía y ahora se enamoraba de mí.

Mi llanto y cansancio no me dejaban pensar las cosas con claridad así que terminé quedándome dormido cuando mis sollozos habían comenzado a calmarse.

Why Are You Like That? [Joshler]Where stories live. Discover now