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Y allí me encontraba. Otra vez, frente a esa puerta de roble marrón.

Esta vez mis manos temblaban por un poco de la emoción que cargaba por la noticia que traía para él. Y sin esperar tanto como la última vez, toqué decidido a que escuchen y atiendan. Pero esta vez pasaron minutos sin respuesta y la sonrisa de mi rostro comenzó a borrarse un poco. Volví a impactar mis nudillos contra la madera con más fuerza para minutos después ser atendido.

Pero la imagen que vi de Josh al no tener más una puerta estorbando entre nosotros terminó de borrar mi sonrisa por completo para transformarla en una expresión de preocupación extrema.

Allí parado, el teñido llevaba una gran mancha negra al rededor de su ojo y una cortada, con aún algo de sangre cayendo, en su labio.

Su semblante era neutro y su expresión no cambió en ningún momento, ni siquiera emitió sonido para saludarme, seguramente estaba esperando que hable dándole una explicación de por qué estaba allí después de haberme dejado bien claro que no quería que lo estorbara.

-Josh..- dije minutos después cuando logré reaccionar, sin esperar un "Tyler" como respuesta -Yo.. ¿Qué te pasó?

-¿Qué mierda quieres? Te dije que te vayas y no estorbes

-Josh.. Yo venía con buenas noticias, pero primero necesito saber que te pasó- miró hacia ambos lados sacando su cabeza por la puerta para asegurarse de que no hubiera nadie, y volvió a introducirse al hogar haciéndome un gesto para que pase.

Caminamos por la misma dirección que lo habíamos hecho la última vez, pero esta vez las luces estaban encendidas por lo que pude ver lo que había a mi alrededor.

Nos metimos en su cuarto y cerró fuerte la puerta tras nosotros. Me indicó que me siente en su cama y él se acomodó en una silla que había en alguna otra parte de la habitación.

Nos quedamos observando un buen rato que seguro fueron segundos pero parecieron largos minutos. Fijos a los ojos y con semblante serio, tal vez esperando algo del otro. Pronto él suspiró pesado y comenzó a hablar con la voz corrida mostrando cansancio.

-Mi padre me golpeó- fue todo lo que dijo en un primero momento, y aunque por dentro sentí mucha lástima no cambie mi expresión para darle a entender que necesitaba más información, por lo que volvió a suspirar y continuó -resulta que hoy tenía un día libre de trabajo y se enteró que falté a la escuela, el caso es que cuando me preguntó por qué yo sólo empecé a tartamudear e intentar armar una excusa rápida pero me miraba muy enojado y comenzó a regañarme seguido de algunas golpizas porque estaba cansado de mi actitud y comenzó a exigirme la verdad pero no podía decirle la verdadera verdad ¿sabes? es decir, mira como me dejó de sólo enterarse que falté UN día, si le decía de los demás días y la razón juro que podría no estar en éste momento hablando contigo, entonces sólo le dije que me quedé dormido y que lo sentía mucho y me dio otra golpiza y eso es todo-

Ahora tengo un poco más de piedad por Josh. Es ridículo que me golpee por enojarse por estar enamorado de mí, pero en su casa siempre se habían manejado por los impulsos violentos y no podías esperar otra cosa de un chico como Josh. Lo que podías rescatar de él es que admitía su error y quería cambiarlo.

-Ahora tú- dijo apoyando sus brazos en el respaldar de la silla que tenía delante ya que se había sentado al revés.

-Josh, primero, lo siento por eso y me alegra que no le hayas contado la verdad porque hoy solucioné el problema y ya no debes de que preocuparte- alzó una ceja interesado y le expliqué todo lo de la charla con el director, contándole las partes más importantes sin tanto detalle para que no se enojara por la cantidad de información que había expuesto.

Al terminar de explicar con una sonrisa en mi rostro a pesar de estar viendo el suyo tan destruido, me miró unos segundos con una gran sonrisa curvando sus labios y rápidamente saltó de la silla para abrazarme muy fuerte.

-Gracias, Tyler, muchas gracias, por dios Tyler muchísimas gracias te quiero gracias- era lo único que podía repetir mientras lo sentía apenas llorar en mi hombro.

-¿Estamos bien?- le pregunté tomándolo de las manos una vez separados, a lo cual me dejó bien claro la respuesta ensanchando más su sonrisa seguido de otro abrazo.

-No puedo ir mañana con esta mancha en el ojo, todos me verán- lo miré con gracia. Todos los días dejaba nuevas marcas en mi cuerpo provocando que todos me miren con asco y desprecio y nadie se me acerque y ahora estaba preocupado por un golpe en su ojo. De todas formas tenía sus razones, el bravucón del colegio no podía ir golpeado ya que demostraría que no pudo contra alguien y bajaría su puesto.

-No te preocupes, a veces debía ocultar las marcas que dejabas en mi rostro cuando debía hacer algo importante y aprendí a maquillarme, puedo enseñarte

-Maquillarse es de maricas como tú

-No voy a discutir sobre quién es la verdadera marica aquí pero, como quieras, las opciones son volver a quedarte en tu casa, ir con el ojo negro o dejar que te maquille quedando totalmente normal y volviendo a clases como si nada hubiera pasado- sonreíste y me volviste a abrazar pero más suave y corto.

-Está bien, antes de clase pasaré por tu casa

-Pasa por la ventana

-¿Tu casa tiene puerta?- ambos reímos, estábamos bien, se sentía bien, tal vez sí pueda querer a Josh después de todo, es agradable.

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En la noche, fuimos al bosque juntos después de varios días. No fumamos, no practicamos lucha, no nos besamos.

Había apenas una brisa fresca agradable por lo que nos sentamos a los pies de un gran roble y charlamos durante horas como amigos.

Se sintió muy cómodo porque la verdad que nunca había tenido amigos realmente. Nunca me había sentado con alguien a charlar, menos a reírme tanto como lo hice con él. Es muy agradable y me hace sentir bien. Es como si todo lo del pasado se hubiera borrado con el simple hecho de provocarme una sonrisa con las estupideces que decía.

Tenía varias anécdotas de fiestas a las que había ido. Yo nunca había ido a una fiesta por lo que él fue el que habló la mayor parte del tiempo contando sus experiencias y no me molestaba, era muy gracioso contándolas y tuvo muchas.

-Oye- pudo apenas decir entre risas -Tyler- acomoda su respiración y seca sus lágrimas para seguir hablándome -Tengo una amiga.. bueno en realidad es amiga de Dallon pero tenemos algo de relación, creo que gusta de mí- creo que al decir eso una expresión de desagrado se formó en mi rostro pero al darme cuenta la cambié antes de que él lo notara -se llama Debby y siempre organiza fiestas. Ya que nunca has ido a una pensaba si querrías que te lleve a la siguiente que organice que seguro será pronto

-No creo que las fiestas sean lo mío- respondo algo inseguro rascando mi nuca.

-Vamos, sólo déjame hacerte probar- no pude resistirme a asentir ante su sonrisa de súplica intentando llamar mi atención, ya que estaba sobre algún punto en la tierra fuera del alcance de su rostro.

Why Are You Like That? [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora