XV

954 52 1
                                    





— Voy a proteger a Gen-san y los demás, para eso nos contrataron, ¿no? — y diciendo esto, se apresuró hacia las escaleras, encontrándose afuera con Zoro.

— Entonces, ¿nos vamos ya? — preguntó el rubio impaciente por ir a defender la casona, hace mucho no peleaba y tenía ganas de volver a probar sus habilidades en combate, más aún si era para defender algo y a alguien.

— Ya estaba pensando en marcharme solo — contestó el peliverde dándole una media sonrisa y comenzando a correr hacia el espeso bosque.

Luffy, al ver que uno de sus hermanos se iba a luchar, se maldijo por tener que estar ahí encerrado y sin poder hacer nada, se sentía un completo inútil y débil.

— Quédate tranquilo... Estoy segura de que ellos podrán vérselas bien con los hombres de Law — mencionó Nami tratando de calmar un poco al moreno.

— Ese Law, desde el principio me transmitió una mala sensación, y en la casa a ninguno de nuestros empleados le agradó... Claro, ahora entiendo por qué había estado actuando tan raro últimamente, sabía que su plan iba resultar y se dedicó a relajarse, pero, ¿por qué haría algo como atacar al pueblo? Y sobre todo a Gen-san — meditaba Nojiko en voz alta, paseándose nerviosa de un lado a otro.

— ¡Nojiko! Antes de que Gen-san encerrara a Luffy escuché la historia de Law. No es por defenderlo, es lo último que haría pero... Tal vez esté siendo controlado por su hermano mayor — comentó la pelinaranja recordando la palabras de su padre.

— ¿Qué quieres decir? — consultó el moreno, interesándose en el asunto.

Nami comenzó a explicarles lo que ese día había escuchado decir a Gen-san mientras ella estaba escondida en el armario, desde la muerte de los padres del doctor hasta cuando le enviaba cartas a su padre.

— O tal vez esas cartas ni las escribió Law y lo hizo su hermano, para ganarse la confianza de Gen-san y luego poder hacer... Esto — comentó Nojiko analizando las palabras de su hermana menor.

— No lo creo, ese tipo a pesar de que no me cae bien porque es el prometido de Nami, no siento que sea de esa forma... Se ve que es un chico correcto pero que algo oculta, y tal vez es lo que Nami acaba de decir... Quizás su hermano mayor lo utiliza de marioneta para hacer lo que se le antoje — mencionó Luffy sentándose en el frío suelo de tierra.

— No lo sé, para mí todo esto se me hace muy extraño... — habló de pronto el esqueleto, metiéndose en el problema de las personas que había en el lugar.

— ¿Qué tienes tú que decir al respecto, luego de lo que escuchaste, Brook? — preguntó Luffy mirándolo con la esperanza de que él supiera algo, aunque era poco probable.

— Como podrán darse cuenta, llevo bastantes años encerrado aquí, así que he visto a muchas personas... Y creo haber oído el nombre de "Law" antes, pero no recuerdo cuando... —Contestó el esqueleto sentándose junto al moreno, tratando de recordar.

— Pero es poco probable que tú sepas algo Brook... De todo lo que escuché que mi padre dijo nunca lo oí decir algo sobre que ellos estuvieran en la cárcel ni nada parecido — mencionó Nami posicionándose en cuclillas para poder tomar la mano del moreno.

Todos se quedaron unos cuantos minutos en silencio tratando de comprender al doctor que ahora, probablemente, se estaba jactando porque las cosas salieron como él quería, hasta que Ace rompió el silencio.

— Chicas, Luffy, Brook... Lamento decirles esto pero nos tenemos que ir. Este lugar, como dijo Sabo y como yo también creo, no es seguro, en cualquier momento pueden llegar esos tipos a atacar, y no digo que no pueda luchar solo contra ellos, pero temo que las lastimen a ustedes, señoritas...

Mi querido guardiánWhere stories live. Discover now