DONDE NACEN LOS CEREZOS

INTERMINABLE

Ginza sintió vergüenza, de un momento a otro el quisquilloso príncipe consiguió verdadera comida haciendo de lado las insípidas bayas que él se empeñó en recolectar.

- ¿De dónde sacaste eso? - preguntó haciendo referencia a la criatura muerta que cargaba

- ¡Agh!.. eh ... me aburrí de esperar y para matar el tiempo le di a esta madera apariencia de flecha, después oí una criatura conocida, me di la vuelta y ahí estaba -

- Entiendo... - se limitó a responder - Entonces preparémoslo... -

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Gregory y Cristophe llegaron a Tokugawa sin problema alguno, al pisar la aldea su presencia no fue bien recibida ya que los ninjas residentes de ese lugar los recibieron hostilmente empuñando sus armas.

- Ustedes no son bienvenidos aquí - advirtió un hombre de edad madura acercándose a ambos. Cristophe sacó su ninjatō al percibir el peligro, su acompañante rubio tocó su hombro calmándolo y obligándolo a bajar su sable.

- No queremos problemas - explicó Gregory - Así que retire eso antes de que salga lastimado - el rubio caminó entre el mar de gente que lo miraba de forma desconfiada mientras sus ojos captaban cada detalle de ese miserable lugar.

- ¿Qué quieren? - preguntó directamente

- No te conviene hablarme así - le amenazo

- No me das miedo - se defendió - He escuchado cosas de ti Gregory, de ambos, conozco su manera cruel y despiadada de trabajar; por ello reconozco que son peligrosos, sus hazañas les han traído fama -  recitó - Sin embargo yo soy mayor que ustedes, en edad por ende en experiencia, así que no tientes a tu suerte Gregory, no tienes oportunidad aquí -

- ... - Gregory mostró una sonrisa burlesca haciendo enfadar aún más al viejo - ¿Me estás retando? ¿Acaso quieres ver de lo que soy capaz? -

- ¡No, no quiere! - en medio de ambos se interpuso una chica joven de cabello marrón apagado - Mi padre se quedó a cargo de aldea en ausencia de Bulrog, por eso está actuando de esa manera - lo excusó

- ¡Heidi! - su padre le alzó la voz

- ¿Qué necesitan de nosotros? - le preguntó a Gregory

- Venimos por orden de Bulrog - interrumpió Cristophe - Nos ha dado permiso de utilizar algunos de sus hombres para llevar a cabo un plan -

- ¿Qué clase de plan? - insistió Heidi

- Hablamos de un ataque sorpresa a la aldea de Iga con motivo de un rescate - explicó - Por ello necesitaremos voluntarios valientes, capaces y seguros, porque no será fácil infiltrarse ahí -

- ¿Cuántos necesitan? - habló el padre de la chica

- Unos veinte - habló Cristophe - Gregory estará a cargo del ataque -

- Bien , llévense todo lo que necesitan - les autorizó - Pero no te confundas Gregory, tú aquí no eres ni serás el líder.

- Créame si le digo que no me interesa quedarme con este inmundo lugar - dijo con sorna

- Déjenme ir con ustedes - pidió la joven mujer - Les seré de ayuda, nadie conoce el bosque como yo, además de que puedo infiltrarme sin levantar sospecha alguna -