Capítulo Seis

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Capítulo seis.

Kurt.


Espero pacientemente mientras escucho el tono de llamada, sin embargo, frunzo el ceño cuando la vídeollamada no es contestada. Recuesto mejor mi espalda la cabecera de la cama y lo vuelvo a intentar. Ella no responde.

¿Por qué no lo hace? Le escribo.


Kurt: ¿Qué sucede?

Kurt: no soy tan feo de ver

Mi ilusión sexy: tenía que vestirme

Kurt: ¿qué?

Kurt: ¿Estabas desnuda? ¡Eso era perfecto!

Mi ilusión sexy: estaba bromeando. No estaba desnuda.

Kurt: ¿Nunca te dijeron cuán triste es jugar con los sentimientos de las personas?


Veo que está escribiendo, pero el cursor se detiene y es retomado. Pienso que va a enviar un mensaje largo, pero nunca llega. ¡Vamos, April! Sé que algo quieres decirme. Pero nada llega, estoy por revisar algunos mensajes en instagram cuando mi celular vibra y me toma por sorpresa ver que ella está devolviéndome la vídeollamada.

No le doy tiempo a arrepentirse, respondo.

En un primer momento todo el plano es su cuello y su boca, no me quejo, pero cuando parece acomodar su teléfono, sonrío viéndola. Lleva el cabello en una trenza floja de lado, mechones de su cabello castaño caen de manera desordenada, alcanzo a ver las mangas de su camisa blanca. Aunque sus ojos llevan algo de ojeras, lucen igual de encantadores como los recuerdo y sus labios esbozan una sonrisa. Me es inevitable no ampliar la mía.

— ¿Kurt falso? —bromea en voz baja.

No puedo evitar reír, su sonrisa crece.

—Kurt verdadero —respondo y alzo mi mano en un saludo—. Un placer verte de nuevo, April.

—Puedo decir lo mismo —Ve hacia el techo y luego respira hondo, lo sé por la caída de sus hombros.

— ¿Qué sucede?

—Esto es extraño. Quiero parece normal, pero la verdad es que soy muy entusiasta y no sé cómo contenerme.

—No quiero una April normal, quiero a la que me responde los mensajes.

—Te daré esa April.

—Con honestidad, admitiré que me gusta cómo suena eso —Me acomodo mejor para estar completamente cómodo.

Pretendo que esta llamada sea duradera.

—Cuéntame, Kurt. ¿En dónde está tu camisa? —Recarga su espalda del cabecero de la que supongo es su cama y vislumbro los corazones en su camisa.

— ¿Qué pasa si duermo desnudo?

—Tendría que ver eso para comprobar.

—Como gustes —Bajo el celular y corro las sabanas, escucho su risa cuando se encuentra con mi pantalón de chándal.

Regreso el enfoque a mi rostro y noto que sus mejillas están sonrojadas, pero dudo que sea por timidez. Me queda claro que ésta mujer está muy lejos de ser tímida.

—No importa, ya te he visto el culo —Enarco una ceja ante su astucia—. Hace casi dos años, hiciste esa película apasionada donde tuviste una escena de sexo con una toma perfecta de tu culo.

Enloqueciendo a Kurt (BG.5 libro #4.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora