Capítulo Veintidós

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Capítulo veintidós.

April.


19 de octubre, 215.

—Me dices cuándo te sientas lista.

Volteo a ver a Grace quien se encuentra dándome una sonrisa de entendimiento. Sabe que esto no es fácil para mí. Aunque nos midamos nuestros dolores o historias, ella y yo somos capaces de entender lo significativo que son algunos pasos en nuestras vidas. Nos conocimos en un momento muy vulnerable y aunque pasaron años para reencontrarnos, no olvidamos. Hemos trabajado para la felicidad actual, pero sin olvidar del todo las heridas del pasado, eso está bien, eso nos hace más fuertes.

Estoy fuera de las instalaciones en donde se encuentra mi abuela desde hace un tiempo, pero hoy la visita es diferente.

Me paso las manos por el rostro y las siento tan frías, estiro una de ellas hacia Grace y de inmediato ella lo entiende, por lo que la toma y la sostiene entre sus propias manos. Inicialmente Ethan vendría conmigo, pero en última instancia BG.5 tuvo un compromiso en el que no podían faltar. Sé que Kurt también hubiese estado aquí de haber podido, pero ayer tuvo su vuelo a Los Ángeles y no nos veremos por al menos en un mes.

No es que Grace sea mi última opción o me genere malestar que sea quien esté a mi lado, en todo caso, estoy tan agradecida de que no me dejara sola.

—Muy bien, estoy lista.

Quito el cinturón de seguridad y salgo del puesto de copiloto, hemos venido en el auto de Grace. Ella viene a mi lado y enlaza su brazo con el mío, me da una sonrisa alentadora.

—Esto será difícil, April, pero puedes con esto.

Sin perder más tiempo caminamos dentro de las instalaciones. Cómo siempre, soy recibida con amabilidad, solo que está vez hay unas sonrisas de simpatía mientras firmo en el libro de visitas y otras autorizaciones para administrarle medicamentos a mi abuela.

—Bueno, síganme —Me dice Lila, una de las enfermeras del lugar.

No vamos a la habitación en donde se ha encontrado mi abuela desde que llegó a este lugar, vamos al piso dos y caminamos por un largo pasillo en donde la mayoría de las puertas se encuentran cerradas, pero vemos a través de las ventanas. Algunas habitaciones se encuentran vacías, otras habitadas y unas mínimas con visitantes.

Nos detenemos frente a la habitación número quince y respiro hondo viendo por la ventana a mi abuela. Está despierta, pero se ve ida y tan...Débil. No puedo creer que estemos en este punto.

No estoy lista para dejarte ir, abuela.

—El doctor debió hablarte sobre la posibilidad de que esto ocurriera. Cómo te dijimos en la llamada de la mañana de ayer, July no ha querido comer, no salía de su habitación y estaba irritable.

»Tuvo un episodio en el que casi se lastima y estuvo llorando durante horas. Esto venía pasando desde antes de tu última visita ¿Recuerdas que te lo comentamos? —Asiento—. Ha ido empeorando. Cómo podrás notar, July ha estado perdiendo peso. Fue necesario traerla al piso dos para administrarle una intravenosa con suero. Estaba muy débil.

»No ha querido hablar y solo duerme, ella luce...Cansada, April.

Comprendo lo que me dice y siento un nudo en la garganta. Soy terriblemente egoísta en este aspecto porque no me siento lista para dejarla ir, no puedo.

— ¿Hay algo que pueda hacer? —pregunto.

—Estar con ella y hacerle saber que no está sola, los medicamentos que le estamos administrando son los necesarios —Volteo a verla cuando le da un suave apretón a mi hombro—. Lo que haces por ella es suficiente, April. Lo has hecho bien.

Enloqueciendo a Kurt (BG.5 libro #4.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora