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Niall había decidido ir a caminar por el bosque, tenía muchas cosas en la cabeza que aun tenía que aclarar. Tras un largo paseo se despertó su apetito y decidió dirigirse de nuevo al campamento, pero antes visitó a Treun, su caballo, quien lo divisó desde la lejanía y con su porte y elegancia nada comunes de un caballo de ese estilo, lo esperaba con la mirada fija en su amo, era negro como la noche y sus oscuros ojos brillaban por el reflejo de la luna.

-Ciamar a tha thu   (¿Como estas?)-dijo mientras lo acariciaba.

El animal, que seguia sin perder su elegancia, movía la cabeza mientras su amo le acariciaba a modo de agradecimiento.

-Tha companach ùr agad, dè tha thu a 'smaoineachadh? (Tienes una nueva compañera, ¿qué te parece?)

Como si estuviera comprendiendo cada palabra que su amo decía, el caballo dirigió su mirada hacia Blue mientras Niall acariciaba la bella crin de este, cuando de repente se escuchó un movimiento de los arbustos y pudieron observar una figura que se dirigía hacia ellos, era Kyla, Niall sin saber muy bien por qué, decidió esconderse y observar qué tramaba aquella mujer caminando sola tan tarde. Lo que vieron sus ojos le dejó impresionado, la ternura con la que la mujer se dirigía a su yegua y las cosas que le decía le dejaron encandilado y por una vez comprendió como se sentía ella, no había sido justo con ella y creía que había llegado el momento de contarle la verdad, temía que cambiara de opinión respecto a seguir con ellos pero no le quedaba otra opción, pues no pretendía que la mujer se sintiera así.

Una vez que Kyla ya se había marchado y tras poner en orden las palabras que iba a decirle, puso rumbo al campamento y alli la encontró, sentada junto a los hombres intentando integrarse y sin entender nada de lo que decían, se compadeció de ella, pues no sabía si la criticaban o si hablaban de groserías, pero pese a ello mantenía una sonrisa cuando no se le cerraban los ojos. Así que decidió sacarla de aquella incómoda situación. La agarró del brazo para llevarla a su tienda y poder así hablar tranquilamente, pero cuando lo hizo, la mujer dio un grito y se desmayó sobre sus brazos. Muy asustado avisó a sus hombres y se la llevó a su tienda. No estaba lejos pero corrió como un niño no le importó llevarse por delante cazos y alguna que otra arma, pues su única preocupación era poner a salvo a la mujer y sobretodo averiguar qué había causado su desmayo. Entró en la tienda con ella y la recostó sobre algunas mantas que cubrían el suelo. Tocó su frente para comprobar su temperatura, pero no tenía fiebre. El siguiente paso era ver si tenía alguna herida infectada, pero para ello debía desnudarla y no sabía si aquello era apropiado, pese a no estar del todo seguro decidió que era por su bien y así lo hizo. Primero le subió la falda para comprobar sus piernas, las cuales eran largas y delgadas, pero ni rastro de ninguna herida. Comenzó a desabrocharle el corsé para poder ver con detenimiento sus brazos y no tardó en identificar la causa de su desmayo. Su hombro no estaba bien colocado, se llevó las manos a la cabeza nervioso y a la vez enfadado por el orgullo de aquella mujer, quien no había dicho nada ni había demostrada ninguna señal del dolor que seguro que había pasado.

-Rag...¿qué voy a hacer contigo?-dijo mirándole a la cara.

Entonces salió de la tienda y avisó a dos de sus hombres, Mac y Ewan, quienes acudieron rápidamente y siguieron con cuidado las ordenes de su jefe, debían sujetar a la mujer con fuerza pero sin hacerle daño, de tal manera que Niall pudiera reconocer su hombro malherido. Así lo hicieron y en pocos minutos ya estaban listos para hacerlo.

-Aon...Dhà...Trì-exclamó Niall.

Se escuchó un fuerte grito coincidiendo con el fuerte estirón que dio Niall.

-¿¡Pero estáis locos?! Me vais a partir el brazo.

-No, está usted equivocada señorita, se lo hemos arreglado.

CON UNA CONDICIÓNWhere stories live. Discover now