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El silencio dominó en la estancia. Nadie dijo nada. Mientras Duncan y Aileen mantenían sus cabezas agachadas con la mirada fija en el suelo recordando el horror vivido hacía ya más de una década, Kyla trataba de controlar las lágrimas que terminaban de caer por su rostro cuando fijó su mirada en Niall, quien también se mostraba cabizbajo y se podía apreciar que no había escuchado esa historia nunca antes, pues eran obvios los sollozos que contenía. Kyla sintió entonces más curiosidad por saber quién era Niall MacLeod y cuanto sabía de su familia. Como si le hubiera leído la mente y supiera que estaba pensando en él, el hombre levantó la mirada, encontrándose con la de ella. Una tímida e inocente sonrisa apareció en la cara de la joven, a la vez que un escalofrío recorría su cuerpo de arriba a bajo y cuando notó que sus mejillas se encendían descubriendo su osadía, sus ojos cambiaron rápidamente de dirección y se dirigió con paso lento hacía una de las grandes ventanas que daban a los jardines por los que él le había invitado a pasear. La inocente reacción de la joven causó la sonrisa de él, una sonrisa que no pasó ahora desapercibida por Aileen y Duncan, quienes se dirigieron una mirada cómplice.

-No entiendo como alguien podría querer destrozar esto. Es precioso. No puedo imaginar lo devastador que tuvo que ser todo, realmente lo siento mucho.-dijo rompiendo el silencio con un hilo de voz al borde de las lágrimas de nuevo. Su mirada fija en los cientos de kilómetros que ahora eran parte de ella y reflejando el profundo deseo de descubrir la historia de cada una de las familias que aquellas casas escondía.

-Me he sentido culpable muchos años, pues nada hubiese ocurrido si yo hubiese aceptado aquella propuesta de matrimonio. Mi madre estaría viva y muchas familias continuarían unidas. Pero eso significaría no tenerte a ti, cosa que siendo egoísta, ahora que por fin te tengo conmigo, no cambiaría por nada del mundo.

Kyla se dirigió a su madre y la abrazó apoyando su cabeza sobre su hombro. Tras unos largos segundos abrazadas, un pensamiento que había sido ocultado por su ilusión e intriga, vio la luz.

-Necesito saber más. -dijo separándose lentamente de su madre.

-Sí, cariño, lo que quieras. No más secretos.

Kyla miró a su madre a los ojos, realmente era como mirarse en un espejo, ambas tenían los ojos almendrados y color miel e incluso un diminuto lunar en la esquina del ojo derecho. Pero sentía enfado e impotencia, sintiéndose a su vez culpable de ello, pues era su madre la que estaba frente a ella, la que había pasado horrores por protegerla, pero no podía evitar culparla del infierno que había tenido que vivir ¿a caso no tenía derecho a hacerlo?

Como una buena madre, tal y como si le estuviera leyendo el pensamiento, Aileen tomó su mano, entrelazando sus dedos y dándole un pequeño estrechamiento, preguntó con la mirada más dulce y confortante que Kyla había visto jamás:

-¿Quieres saber por qué te dejé, me equivoco?

Kyla levantó la mirada. No había podido mantenerla fija en su madre pese a sus intentos. Sus miradas se encontraron y junto con la dulce voz de ella cada vez se le hacía más difícil encontrar las palabras, no pretendía causar dolor a nadie. Tras pequeños tartamudos, tratando de ordenar las palabras que ya estaban formándose sobre su lengua, Kyla tomó una larga inspiración y respondió a la difícil pregunta.

-Siempre me dijeron que mi madre murió mientras me daba a luz y de alguna manera siempre me he culpado por ello, por estúpido que parezca. –dijo mientras miraba a su madre, quien parecía empezar a incomodarse pero mantenía su mirada en su hija- Me gustaría saber por qué he vivido engañada.-sentenció dejando que un poderoso silencio residiera en la sala por unos segundos- Imagino que habrá una buena razón para ello, y no pretendo reprochar nada, pero he pasado unos años horrorosos convencida de que no tenía otra opción, de que esa era la vida que me había tocado vivir. ¿Sabes lo que es levantarse cada día deseando que se termine? Esas mujeres hicieron de mi hogar mi infierno personal y yo no podía hacer nada. No tenía a nadie. Margaret me ayudó, si no hubiese sido por ella no se que habría sido de mi, pero ahora ella está allí y yo ni siquiera puedo decirle que estoy bien.

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⏰ Last updated: Apr 17, 2020 ⏰

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