capítulo 11 - hielo

136 19 3
                                    

Pudo verlo respirar agotado, tirado sobre el suelo de la habitación totalmente bañado de sudor. Traía puesto solo una pantaloneta y una camiseta, demostrando varios hematomas al lado de sus brazos y piernas. Frente a él estaba Madeleine vistiendo un corto short de tela negra con una camisera sin mangas color rosado oscuro. En ese momento Edward estaba atendiendo la panadería, pero esta vez Edmund estaba sentado a su lado aburrido, jugando con un cuchillo de forma rápida en sus manos.

Pudo notar como Nathaniel no parecía querer levantarse aun.

Eso le fastidio.

—¡ARRIBA AHORA!—grito en tono de orden.

Lo vio fruncir el ceño, levantándose con gran dificultad. Todo para que en menos de cinco segundo, con una elegante y mortal patada en su estómago, Madeleine lo mandara a volar nuevamente.

Al igual que las últimas tres horas.

Lo curioso de todo es que de los cuatro que vivían en ese hogar, Madeleine era la que peor se le daba la lucha cuerpo a cuerpo. Estaba tan acostumbrada hacer explotar todo a su alrededor y cambiar compuestos químicos, que pocas veces tenía la necesidad de luchar. Pero había aprendido por si llegaba el momento de usar sus habilidades.

Edmund en cambio solía practica casi todos los días una o dos horas, siempre mejorando puntería y aprendiendo luchas de parte de Edward.

Luego estaba ella, quien con un Kwami como Nooroo que le permitía crear villanos, debía aprender a defenderse a sí misma. Si bien no ganaba totalmente aun a Edward, tenía una gran cantidad de técnicas que le daban una batalla absoluta.

Por eso debían hacer que Nathaniel mejorara si de verdad quería entrar a ese mundo.

Aunque para eso tuviera que recibir una paliza diaria, pero era mejor prepararlo cuanto antes...el viaje a la playa le demostró, que alguien de verdad estaba tras de ella. Debía estar lista para el próximo enfrenamiento, aunque su mayor temor, era que Paris se volviera un campo de batalla con daño a terceros.

Noto curiosa como Nathaniel logro tapar una de las piernas de Madeleine con dificultad, solo para que esta diera un giro y su otra pierna lograra sacarle sangre del labio.

Era un patético y débil chico.

Suspiro...aún tenía un largo camino por delante.

Algo raro estaba pasando, lo sabía, pero no estaba seguro a que parte de su vida prestarle más atención. Pero ese día, fue su padre al levantarse, desde el incidente donde comento lo ocurrido, podía verlo disperso, con la mirada perdida y sus ojos centellantes con furia. Quiso preguntarle, saber que pasaba, pero había una muralla entre ambos desde tanto tiempo...que ya no sabía cómo reaccionar.

A veces sentía que eran dos desconocidos encargados de vivir juntos.

Su padre no reacciono violento, pero se notaba furioso.

Se preguntó que fue la cosa tan importante que Queen Heart pudo tomar de su hogar. También una parte de él se preocupó que ella supiera el nombre de su padre, se preguntó si lo conocería o solo fue un dato secundario de su investigación personal.

Había dicho que le enviara saludos.

Cuando repitió esas palabras frente a su padre, lo pudo haber visto algo más pálido que antes.

Sentía que había algo oculto ahí.

Pero no tenía mucho por averiguar, su padre siempre parecía una fortaleza de información, si bien estos días había notado algo raro, por ahora no podía hacer nada.

Así que resignado se bajó en su escuela, dispuesto a un nuevo día de clases. Lo mejor era pensar en otros temas, para no decepcionarse más de su vida. Paso a su salón donde Alya lo saludo amablemente, junto con Nino quien intentaba enseñarle un ejercicio a Marinette, quien parecía algo enojada de no entenderlo. Todo estaba normal, así que tomo asiento al lado de Alya.

luz y oscuridad (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora