luz y oscuridad (MLB)

capítulo 23 - fin de la gerra

Todo quedo en silencio y de pronto Wolf mando una horda de lobos por Ladybug. La chica salto sobre su espalda para esquivar algunos y de paso les daba patadas con fuerza en la boca. El hombre lobo grisáceo gruño al ver como sus familiares eran unos inútiles.

Con un potente aullido de enojo se abalanzo sobre la chica.

Adrien estaba por seguirlos, pero un hombre lobo frente a él se lo impidió. Pero antes de hacer algo Jade Turtle lanzo su escudo con potencia dejándolo fuera de camino.

—¡ADELANTE ADRIEN!—grito el chico con fuerza.

Chat Noir se paralizo viéndole confundido, de pronto su rostro parecía más claro en su mente, como si parte de la magia se hubiera acabado.

Todo tenía sentido.

—¿Nino?—pestañeo unos momentos.

Eso no tenía sentido, la imagen de su mejor amigo a su lado escuchando música y llevándolo a comer algún lugar cruzo por su mente. Pero igual todo parecía tan claro en ese instante, que fue confuso. Su cabeza quería explotar, pero el chico frente a él lucia totalmente tranquilo.

Mientras el chico sonreía.

—Al parecer la magia no tiene sentido si conoces el secreto del otro—hablo Volpina pateando sin piedad un hombre lobo.

Tal vez con una pizca de rencor por situaciones pasadas.

Era esa sonrisa zorruna, esa forma de ser, que todos los recuerdos de la chica llegaron a su mente.

—Alya—hablo con más seguridad.

A lo que esta asintió con una sonrisa.

—Ahora corre Adrinkis—hablo Queen Bee.

Todo su mundo parecía dar vuelta ante la imagen de Chloé, siendo niña, siendo una engreída, siendo su mejor amiga de la infancia. Negó con la cabeza sin querer comprender todo, mientras Nathaniel prácticamente lo empujo para que avanzara.

Ellos lo cubrirían.

Abrió la boca y la cerro al instante, ya después tendría tiempo para eso.

Se abalanzo gracias al poder de su bastón sobre los edificios, que fue algo difícil por un hombre lobo que apenas pudo esquivar. Sus ojos se abrieron grandemente ante lo que vio, si bien había visto varias veces a Queen Heart luchar de forma imponente y fuera de sentimientos, como una reina.

Esto era diferente.

Cuando era chico había admirado a Ladybug, una chica con apariencia de niña que luchaba contra el mal, que era aclamada por todos y quien recibía la atención de todo Paris. Le había visto de cerca en pocos incidentes (antes no salía mucho de su hogar), pero su sonrisa y ojos siempre perduraron en sus recuerdos.

Pero ahora.

Era totalmente diferente.

Usando su yo-yo para elevarse, usando patadas fuertes y esa sonrisa salvaje no le abandonaba. Ya comprendía de que hablaba Fu, ya entendía por que tantos le admiraban.

Un héroe.

Marinette era un héroe natural, si bien había sido la peor villana que había conocido (aun con su fachada) esa sonrisa y forma de actuar.

Era un héroe por donde quiera que lo vea.

Lo supo cuando el yo-yo se atoro en su pie y lo arrojo a otra dirección, esquivando un nuevo ataque. Fue mientras caía que recordó que él no era un ciudadano más, también debía ser un héroe. Si bien sabía que no estaba al nivel de Marinette en ese momento, sabía que era su amigo y compañero.