luz y oscuridad (MLB)

capítulo 18 - feria parte 2

Ese día no podía ser más del asco, primero ve a Nathaniel llegar a interactuar con Marinette, quien no solo parecía haber capturado la atención de Adrien, si no que ahora también la atención de su nuevo interés amoroso. Perfecto. Tenía ella algo que provocaba que Marinette atrajera a todos sus intereses amorosos.

Era un asco

Pero eso no era importante ahora o un tema de relevancia.

Ocupaba ser Queen Bee ahora, sintió a su amiga desde su chaqueta y supo que era hora de entrar en acción.

Detuvo su mente al ver a dos especies de drones aparecer de la nada, eran como pequeñas esferas flotantes, que habían sacado armas en forma de pistola.

No tenía tiempo.

Pero antes que pudiera hacer algún movimiento, dos rápidas cuchillas se incrustaron en las esferas haciendo que cayeran al suelo defectuosas. Fue tan rápido que no pudo reaccionar, alzo la vista para ver sobre el techo de uno de los puestos una nueva figura.

Con un extraño traje azulado, con un cuchillo en sus manos y una extraña mascara que le recordaba a las plumas de un pavo real. Había un sujeto que nunca había visto, viéndola intensamente.

Antes de saltar frente a ella.

—Señorita debe tener más cuidado—dijo su voz suave pero firme.

Fue cuando supo que debía tener un Miraculous, era la única forma de sentir que conocía esa voz, pero no poder ubicarla. Al igual que cuando ella era Queen Bee (estúpido nombre) nadie podría reconocerla aunque fuera casi igual que siempre.

Magia.

Arrugo el ceño.

Pero se sintió un poco alegre de ser salvada, desde que se convirtió en un héroe, era quien ayudaba a otros y pocas veces recibía esa clase de trato.

—Estos drones debieron ser enviados a buscar algo en específico—musito el chico azulado de forma preocupada.

Eso la hizo pestañear.

—Soy la hija del alcalde, no sé si eso sea motivo suficiente—expreso cruzando sus brazos.

El joven la vio fijamente unos instante, fue cuando un sonrojo cubrió sus mejillas, eran unos ojos preciosos.

—Puede que tal vez buscaran a Queen Bee—comento este antes de guiñarle un ojo.

Su rostro se puso rojo de la ira, pero antes de decir algo al enmascarado que por algún motivo parecía saber su identidad. Este salto ante sus ojos y se escabullo entre los tejados de los puestos.

Dejándola sola y soltando un grito enojado.

No había mucho espacio, así que cuando lograron sentarse dentro de ese almacén, era inevitable que al menos sus piernas se rozaran levemente por los tobillos o rodillas. Para Marinette ese contacto no era molesto, hace pocos minutos ella había incitado un contacto similar.

Pero era...tan nostálgico.

Recordó claramente los besos fogosos y deseosos de más de Chat Noir. Esos que se había prometido no le harían suspirar o vacilar, ahora eran una tormenta en su cabeza.

Estúpidas hormonas juveniles.

Quería volver a esos días, que todo fuera como un sueño.

Pero no era posible.

Fue bastante clara que no dejaría que los sentimientos le evitaran seguir su plan, por lo tanto mientras Adrien fuera un héroe, era claro que nada podría pasar. Y eso estaba bien, ella amaba esa parte de él, la que deseaba salvar a todos y ser un ejemplo a seguir.