Irremediablemente Tú y Yo

3. Blank space.

"Saw you there and I thought ¡Oh, my God, look at that face! You look like my next mistake".

—Taylor Swift (2014). 1989.

BROOK

Si, claro que tiene que ser una broma, la vida no puede ser más injusta conmigo.

—¡Brook! —Avery grita corriendo hacia mí, envolviéndome en un abrazo que a duras penas puedo responder, ya que no puedo apartar la mirada de un par de ojos verdes que distan mucho de ser amables—. Pensé que no llegarías nunca.

Aparto la mirada.

—Bueno yo... —yo ahora mismo quiero correr lejos de aquí—. Yo no encontraba la cafetería.

—Pero si te mandé la ubicación.

—Si, mmm, no soy muy buena con las direcciones —digo poco convencida sintiendo la mirada asesina del tipo desagradable.

Sin poder evitarlo, lo miro de vuelta. Tiene la mandíbula apretada y lo observo abrir la boca, que de inmediato es cerrada cuando una voz me hace apartar la vista y concentrarla en alguien que me deja aún más perpleja.

¡¡Oh Dios mío, oh dios mío, oh dios míooo!!

—Brook —el chico de esta mañana me saluda con emoción, haciéndome olvidar la incomodidad del momento.

—Matt ¿cierto? —no quiero ser demasiado obvia como para que se note la emoción que me causa verlo.

—En efecto —se ríe discretamente, me atrevería a decir que incluso apenado—. Sabía que tenía un nombre demasiado normal, pero no creí que lo...

—Brook —el ojiverde lo interrumpe, ganándose una mala mirada de mi parte9. Lo observo escanearme con detenimiento durante algunos segundos, para finalmente volver a posar su mirada en la mía—, que nombre tan peculiar.

—Adrien, no seas grosero —mi amiga lo reprende.

—No lo soy —se queja con total tranquilidad.

—A mí me encanta —un chico rubio de ojos azules se acerca dándome una sonrisa amable—. Soy Justin.

Estira la mano y levanto la mía para estrecharla, pero sin darme cuenta, unos enormes brazos rodean mis hombros y me paralizo.

—Y yo soy Chris, fierecilla.

¿Fierecilla? Me alejo lo suficiente para observarlo y caigo en cuenta de que es el chico de esta mañana, el que presenció el incidente con el idiota de ojos extraños.

>>Déjame decirte que admiro los ovarios que tienes —dice en voz baja y me guiña un ojo.

—¿Gracias?

—De nada —se encoje de hombros y me aprieta un poco más contra su cuerpo, no es incómodo, aunque en realidad no es incómodo estar entre toda esta gente, lo incomodo es estar bajo el escrutinio de alguien en específico—. Vamos Adrien, no seas maleducado y preséntate ante nuestra nueva amiga.

—¿Amiga? —se mofa con ironía.

—Amiga —apoya Matt ganándose una mala mirada del pelinegro, que rápidamente vuelve a enfocarme y se acerca.

Diablos, es altísimo. Más de lo que pude notar esta mañana.

—Nueva amiga —esas simples dos palabras provocan una descarga que recorre mi columna vertebral y logran erizar mi piel, pues el tono que utiliza no es específicamente amigable, hay algo perverso que me hace desconfiar—, soy Adrien.