Irremediablemente Tú y Yo

10. I did something bad.

"They're burning all the witches, even if you aren't one, so light me up..."

—Taylor Swift (2017). Reputation.

BROOK

Salir de la residencia Heathman fue mucho más difícil de lo que todos esperábamos, a pesar de seguir las instrucciones de Adrien.

Cuando el reloj marcó las cinco de la mañana ya nos encontrábamos despiertas, pero decidimos esperar unos minutos antes de emprender nuestra huida, y de verdad que todo habría salido bien, si tan solo Matt hubiera salido del departamento.

El recorrido hasta la puerta principal fue una tortura, llena de plegarias por parte de nosotras y estupidez por parte de Matt, cosa que gradezco, por supuesto.

Nos escondíamos detrás de las escaleras, de los sofás y en el mismo elevador, pero al final pudimos salir victoriosas.

Es así como hoy resulta ser un mejor día, mucho mejor de lo que fueron los últimos dos. Además, tengo el tiempo de ver un poco de televisión y disfrutar de comida china con Avery.

No hay presión, y supongo que eso es lo bueno de no salir con nadie, me gusta tener tiempo para mí y hacer todo a mi ritmo. Es verdad que lo de Matt aún me afecta, solo si recuerdo la manera en la que comenzamos a "salir", y más aún porque fue claro al decirme sus intenciones, ahora no sé si eran reales.

Decido no pensar en todo eso por hoy y es así como me voy a la cama cuando el sol cae, con tareas terminadas, la panza llena y la esperanza de que el día de mañana será como comenzar de nuevo, sin un chico que llegue a mi puerta preguntando por mi compañera de cuarto.

****

Avery se ha convertido en esa amiga fiel que actúa como si a la que traicionaron fuese ella. Pese a mis intentos de decirle que estaba bien, que ella podía ir a almorzar con Justin si lo deseaba, se negaba rotundamente.

—Él es parte del problema también. Si de verdad quiere disculparse conmigo por verme la cara de estúpida —se señala—... tendrá que esforzarse, a ver si así aprende a no andar de alcahuete.

Enlaza nuestros brazos y juntas salimos con nuestra comida en mano rumbo a una de las tantas mesas con sombrilla que hay fuera del comedor.

No me pasa desapercibida la manera en la que varios pares de ojos me miran cada que pasan cerca de mí, y tengo que obligar a mi trasero a mantenerse pegado al asiento para no saltar sobre ellos, pero sus risas no ayudan.

—Es una trepadora más, como todas las becadas de esta escuela.

Levanto la vista hacia quien acaba de soltar tremenda estupidez. Me encuentro con una pelirroja y una rubia con mirada altanera.

—¡Oh genial! —exclama Avery—. Otra rubia sin cerebro y su perrito faldero ¿Me equivoco?

Ambas chicas se miran.

Que puedo decir, Avery de paciencia tiene lo que yo de rubia, ósea nada.

—Cuida como nos hablas—amenaza quien si es rubia.

—Cuida tú a tu mascota o tendré que cerrarle la boca yo misma —contrataca mi amiga.

—Estúpidas —dice la pelirroja, comenzando a caminar.

—¡Nos ganas, querida! —le grita Avery, levantándose levemente del asiento.

Una vez desaparecen de nuestra vista mis hombros caen.