16. Holy ground.

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"Tonight I'm gonna dance for all that we've been through
But I don't want to dance if I'm not dancing with you".

—Taylor Swift (2021). Red Taylor's Version.


ADRIEN

Ser el hijo del presidente tiene sus lados buenos y malos, el privilegio se inclina al primero. Aunque ese privilegio no es algo que haya llegado con el cargo de mi padre, es algo que he tenido desde que nací, incluso antes de ello.

He vivido cómodamente desde el día cero, sin embargo, solo había tenido lo que mis padres me permitían, pero desde que dejé de vivir bajo el mismo techo que ellos, he tenido lo que yo solo he conseguido y es, por supuesto, muchísimo más de lo que me hubieran dado.

Tengo una cuenta bancaria lo suficientemente grande como para vivir cómodamente el resto de mi vida sin mover un solo dedo, cortesía de mi abuelo paterno que, además de heredarme dinero, me heredó la necesidad de siempre querer más. Además, tampoco me gusta la idea de disfrutar lo que otros han trabajado.

Mi tatarabuelo era un genio con los números, no provenía de una familia acomodada, pero era mucho más inteligente que el resto de las personas en ese tiempo. Fue el primer miembro de la familia en terminar la Universidad y convertirse en secretario del dueño de una empresa de telecomunicaciones que apenas contaba con un pequeño edificio, pero gracias a Laurence Morgenstern y sus habilidades analíticas crecieron mucho más de lo que cualquier otra empresa lo hubiera hecho en su momento. El presidente de dicha compañía en ese entonces sabía que todo se debía gracias a Laurence por lo que, cuándo mi tatarabuelo intentó buscar más panoramas, no se arriesgó a dejarlo ir y lo convirtió en socio. Lo que significó un antes y un después para ellos.

Mi tatarabuelo construyó los cimientos de lo que hoy somos, su hijo, Ernest, invirtió el capital y los conocimientos aprendidos que su padre había generado para levantar su propia empresa. Mantuvo el apellido Morgenstern dentro de la industria de telecomunicaciones, generando y apoyando a quienes tenía nuevos inventos que forjarían un crecimiento social, su hermano más joven trabajó por su cuenta y, cuando fue lo suficientemente mayor e inteligente, empezó a abrirse paso en la industria petrolera, convirtiendo el apellido Morgesntern en unos de los más poderosos a principios de 1900. Luego llegó mi abuelo, Nicholás, y con ayuda de mi padre incursionaron en el ámbito inmobiliario, la agricultura, la industria textil y sistemas tecnológicos renovables en pro del medio ambiente.

Así que si, somos lo suficientemente conocidos como para que el privilegio, la admiración y el respeto sea algo que mi familia posee, aunque esto último sí que nos lo hemos ganado con la labor de George Morgenstern, que, pese a ser el hombre más importante del país, sigue siendo tan humilde como cualquier otro ciudadano. La nación entera lo ama, y con justa razón; gracias a sus políticas regenerativas ha logrado disminuir el número de delitos en cualquiera de sus facetas, ha impulsado la economía a niveles extraordinarios y el número de desempleos ha disminuido de manera evidente.

Confieso que siempre lo he admirado y ganarme su admiración se siente mucho mejor de lo que puedo reconocer, es como una pequeña descarga eléctrica en el pecho cada que veo en sus ojos la afirmación. Muchas veces me ha dejado dirigir juntas de consejo en su presencia y al final esboza una sonrisa de boca cerrada acompañada de un asentimiento.

La sinceridad es uno de nuestros fuertes, así que no estamos acostumbrados a lamer los zapatos de otros para obtener aprobación. Es sencillo, confían o no lo hacen, y resulta que yo no me equivoco, nunca, lo que me ha permitido tener buenas relaciones con grandes personas, pese a ello, todos estos peces gordos están a nuestras espaldas por el hecho de contar con el apoyo de uno de los presidentes más grandes y ambiciosos que ha tenido Estados Unidos, eso es algo que ni mi padre, ni yo olvidamos, así que tampoco son lo suficientemente cercanos para confiar en ellos completamente.

Irremediablemente Tú y YoOnde histórias criam vida. Descubra agora