Irremediablemente Tú y Yo

12. False god.

"Religion's in your lips, even if it's a false god, we'd still worship".

—Taylor Swift (2019). Lover.

BROOK

Despierto con el sudor corriendo por mi frente y la respiración acelerada.

La última imagen que proyectó mi cerebro mientras dormía ha hecho que mi corazón se paralice y haya dejado respirar por un pequeño lapso de tiempo. Se siente como si hubiera regresado de la muerte.

Luz tenue entra por las persianas de la ventana y me recuerdo que no debo ir ahí de nuevo. Ésta es mi vida ahora y está bien si no fue como quería, no es algo que pueda cambiar.

Intento levantarme, pero el temblor de mi cuerpo no me lo permite, sin embargo, junto todo el valor que he reunido todos estos años y, sintiendo una opresión en el pecho, termino por levantarme. No hay posibilidades de que pueda volver a dormir.

Me doy una ducha caliente que tarda poco más de quince minutos, intentando que el agua se lleve los malos recuerdos. Funciona, ahora, pequeños flashbacks de lo que sucedió la noche anterior opacan mi sueño. Afortunadamente no me emborraché demasiado como para no recordarlo, y poder hacerlo genera que sonría como una tonta, más aun cuando la cara de sufrimiento de Adrien aparecía cada que Chris cantaba.

Por ello, apenas salgo de la ducha le mando un mensaje y me responde cinco minutos después con su:

"Will te dejará subir directo al departamento"

La sonrisa se extiende por mi rostro y sin perder el tiempo me pongo un pants de dos piezas color beige y dentro un top blanco. Meto algunas cosas a una pequeña mochila, ya que después de mi visita al pelinegro debo ir a la biblioteca por algunos libros.

Debido a la hora no hay demasiada gente en la cafetería y lo agradezco internamente porque mi pedido no tarda en llegar, y en menos de 15 minutos ya me encuentro dentro del departamento de Adrien.

Una especie de desesperación provoca que mi corazón quiera salir por mi garganta, y no pierdo el tiempo en correr escaleras arriba hasta la habitación donde estuve la noche pasada.

Toco la puerta, pero nadie contesta y la ansiedad sube cada vez más de nivel. Sin aguantar más, tomo la manija de la puerta y la muevo, haciendo que la puerta se abra y de inmediato me introduzco cerrándola detrás de mí.

Suelto un suspiro de alivio, recargándome en la puerta. Luego mis ojos van directo a la cama con sábanas blancas que se encuentra destendida, pero la espalda bronceada se lleva toda mi atención.

Es... grande. Quiero decir, es grande y fuerte, los sus músculos marcadas lo confirman.

No vayas ahí, Brook, controla tu mente pervertida.

Sacudo la cabeza intentando desaparecer cualquier pensamiento impuro.

Me aclaro la garganta y con los pies temblorosos comienzo a caminar en su dirección, dejando lo que he comprado en la mesita, justo al lado de la puerta.

Con mucho cuidado me siento sobre la cama, en un pequeño espacio que no es invadido por su cuerpo y con mucho cuidado mi inclino a él.

—Buenos días —canturreo apenas en un susurro.

Gruñe y se remueve solo un poco.

—Buenos días, bella durmiente —intento de nuevo.

—Es demasiado temprano para que estés aquí ¿No lo crees? —murmura contra la almohada.