Irremediablemente Tú y Yo

6. Tolerate it.

"I sit and watch you
I notice everything you do or don't do".

—Taylor Swift (2020). Evermore.

MATT

La primera vez que la vi fue como un soplo de aire fresco. De esos que no sabías que necesitabas hasta que lo sientes.

Había visto a personas bonitas, hermosas en cualquier sentido, pero ella era otro nivel, estaba por encima de cualquiera, y por encima de mi mismo. Darme cuenta de que ella no era consciente de ello solo me provocaba querer recordárselo cada vez que podía.

—¿Se lo has dicho? —la voz de Adrien es lo primero que escucho cuando entro al departamento que compartimos.

—Intenté —le digo, dejando las llaves del auto en la mesita del recibidor y acercándome a él.

Se acomoda en el sofá frente al enorme televisor de nuestra sala y me hace un espacio para que yo también pueda sentarme. Lo hago.

—No lo hiciste —afirma con una sonrisa que está lejos de ser real.

Tira el control de la PlayStation al otro sofá.

—Intenté —digo—, pero ella me llamó y después no pude hacerlo.

Eso parece llamar su atención y quita la sonrisa burlona de su rostro.

—¿Te ha dicho algo?

—Nada que no sepamos —me limito a decir, pues no es un tema que me agrade tocar.

—Sabes lo que eso significa ¿cierto?

El tiempo se me acaba.

—Lo sé, solo que no hallo como decírselo.

—Nada de lo que digas te hará menos patán, pero es mejor que se lo digas tú a que se entere por ahí.

Tenía razón.

»Matt. La atracción te está cegando, hombre. He visto a la chica y sabes lo que pienso de la gente que se acerca a nosotros, pero ella... —coloca sus codos sobre sus rodillas y se restriega el rostro con las manos—. No lo sé, algo es diferente. La atracción que sientes por ella no te hace ver que si no le dices nada, terminarás mal.

Lo sé, lo sé, lo sé.

—¿Y qué quieres que le diga?

—No sé, tal vez ¡la verdad! —dice con obviedad.

—No entiendes, Adrien. No puedo hacerlo, no lo entenderá.

—Tal vez si lo haga, si le explicas todo...

—¿Y si no lo hace? —la desesperación con la que hablo me hace sentir horrible.

—Déjala en paz. Ni tu mereces arrastrarte por una simple chica, ni ella merece vivir esperando por ti —habla calmado, como si esto no fuera la gran cosa.

Maldita sea. Odiaba el hecho de que tenía razón. Siempre la tenía.

—Aun no entiendo porque con tan buenos consejos no tienes novia —intento cambiar el tema.

—Es fácil juzgar y encontrar soluciones cuando las situaciones no me incumben, aplica para todos. Pero estoy seguro de que en tu lugar yo tampoco sabría qué hacer, así que da gracias de que tienes un amigo tan genial y soltero como yo.

Claro que daba gracias por eso. Adrien Morgenstern es uno de los mejores tipos que hay, y no lo digo por el hecho de que es mi mejor amigo, sino porque realmente lo es. Es un hijo de puta la mayor parte del tiempo, pero tiene tantas cualidades que lo hacen ser un gilipollas de admirar, entre esas cualidades está la lealtad, lealtad que pese a los años no se deteriora y lo que ahora está sucediendo es prueba de ello, pues pese a saber que lo que hago no es correcto, sigue ahí, cuidándome la espalda.