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Los cinco decidieron ir a la habitación donde se encontraba el ropero, Susan reviso por dentro y Edmund en la parte de atrás pero todo parecía ser una ilusión de Lucy.
— Lucy aquí no hay más nada que el fondo del ropero — Dijo Susan dejando sorprendidas a Génesis y a la pequeña Lucy.
— Un juego a la vez Lu, no tenemos tu imaginación — Dijo Peter a lo que Génesis decidió interrumpirlo.
— Lo que dice es cierto — Todos observaron a Génesis —. Lucy dice la verdad, yo lo ví.
La niña la miro con una sonrisa pero no duró por mucho ya que Susan logro borrarla en tan solo segundos.
— No es necesario que lo hagas Génesis, ella debe aprender que mentir no está bien — Dijo Susan.
— Pero...— Susan interrumpió a Génesis.
— En verdad, gracias y Lucy por favor no sigas con esto — Dijo Susan algo fastidiada.
Luego de una pequeña discusión entre Peter y Edmund, y luego se unió Susan, Génesis y Lucy quedaron solas en aquella habitación. La mayor se acercó a la niña para consolarla ya que había comenzado a llorar.
— Tranquila Lu, yo sí te creo — Lucy negó.
— Se que no, solo lo dices para que no esté triste — Dijo a lo que Génesis limpio una de sus lágrimas y la miro con una sonrisa.
— Y entonces por qué ví la nieve? El faro? Te creo por qué lo ví — Dijo Génesis causando que Lucy se sorprendiera completamente —. Se que ellos lo harán en algún momento.
— Y por qué estás tan segura de ello? Has visto como se pusieron, nadie nos quiere creer — Dijo Lucy otra vez algo apenada.
— Por que algo me dice que lo harán — Dijo Génesis soltando un suspiro —. Ahora cerremos el armario y vayamos con ellos.
[...]
Génesis giro nuevamente en su cama intentando reconciliar el sueño pero se le era imposible hacerlo ya que algo en ella no la dejaba tranquila. Miro hacia el techo por unos minutos y luego a las Pevensie quienes dormían en la cama de al lado, así que se levantó y decidió caminar un poco por la casa. Pero cada pasillo al que iba la llevaba siempre al mismo lugar, la habitación donde se encontraba el armario así que decidió entrar. Sorpresivamente al abrir el armario el fuego que estaba encendido en la vela fue apagada por una brisa que salió del armario dejándola con una sonrisa sorprendida al ver que entraría aquel mundo.
Camino con cuidado por aquel lugar hasta llegar al farol donde se mantuvo confusa al verlo encendido y no apagado como su primera vez en ese sitio.
— Lucy? — Soltó un grito y volteó de inmediato al ver un ser extraño para ella, un fauno.
El fauno la miro con sorpresa y se mantuvo escondido detrás de un árbol mientras miraba a Génesis quien también se mantenía asustada.
— No eres Lucy Pevensie, quién eres? — Pregunto el fauno aún detrás del árbol.
— S-soy Génesis Plummer, quien eres tú y que eres? Que es este lugar? — Pregunto Génesis mirándolo con atención al ver que el fauno salía de su "escondite".
La miro con sorpresa y luego con una sonrisa mientras se acercaba un poco más para que pudiera verlo.
— Mi nombre es Tumnus y soy un fauno. Pensé que al conocer a una hija de Eva no habrían más sorpresas, pero si las hay y eres tú — Dijo el señor Tumnus haciendo una reverencia y mirando a Génesis con felicidad.
— A que se refiere? No estoy entendiendo — Dijo Génesis acabando con su temor y acercándose al fauno.
— Como no entenderlo, eres tú! La elegida! — Dijo con felicidad —. Oímos de tí antes de que Narnia fuera arrebatado por Jadis, eras una leyenda que no muchos creían y decían que eran cuentos mágicos para todos nosotros cuando éramos tan solo pequeñas criaturas. Eres Génesis, el origen de todos nosotros y la única humana más poderosa de toda Narnia, y de todos los reinos que existan. Y quién nos salvará del mal que acecha por todos lados gracias a la bruja blanca.
Génesis lo miraba sin poder creer lo que decía el fauno, pellizco su brazo rogando despertar de aquel sueño pero estaba más que claro que no podría por que todo era real.
— Yo debo irme...— Génesis intento pasar por al lado del señor Tumnus pero el fauno la detuvo tomando su brazo.
— Usted y los hijos de Adan y las hijas de Eva lograrán que la profecía se cumpla, y al fin la Bruja blanca podrá ser derrotada — Dijo el señor Tumnus mirando esperanzado a la chica quien lo veía confusa y temorosa al mismo tiempo —. No nos abandone, por favor.
En ese instante comenzaron a oír voces y otras clases de ruidos que alarmaron a Génesis, la chica posó su mirada en el fauno quien también estaba preocupado por aquello que estaba por acercarse a ellos.
— Debo irme...— El fauno la interrumpió.
— Pero Génesis eres la única quien puede salvar a Narnia — La chica miro la desesperación del fauno y soltó un suspiro al darse cuenta de lo que iba a decir.
— Volveré señor Tumnus, lo prometo — Dijo a lo que el fauno la miro con una enorme sonrisa y la dejo ir antes de que algo malo sucediera.
Génesis al voltear un poco vio como el fauno también huia así que continuó corriendo como si su vida dependiera de ello.
Al regresar al ropero y estar en la habitación a salvó se topó con la pequeña Pevensie quien la miro con sorpresa y luego con una sonrisa.
— Ingresaste al ropero, has visitado Narnia...— La niña se mantuvo callada cuando también vio salir a su hermano Edmund del ropero —. Edmund?
El niño las miro con sorpresa y nervioso al mismo tiempo.
— Ahora Peter y Susan me creerán! — Dijo Lucy saliendo de la habitación muy feliz en busca de sus dos hermanos —. Debemos contarles de Narnia.
