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El tiempo desaparecido como si de un polvillo se tratase. Los reyes y reinas de Narnia habían crecido, convirtiéndose al fin en adultos dejando su vida de niños en un simple recuerdo. Los pensamientos de su verdadero hogar se ocultaban en lo más oscuro de sus mentes sin salir de allí y causando que ninguno recordará nada de su vida en el otro mundo.
— Génesis no vayas tan rápido — Dijo Peter intentando alcanzar a su futura esposa quién cabalgaba junto a los demás Pevensie en busca del ciervo blanco.
— Vamos Peter, el ciervo se aleja — Dijo Génesis riendo al sentir el viento en su rostro.
Ambos estuvieron juntos desde el primer momento en que se conocieron y tiempo al tiempo decidieron dar un importante paso, comprometerse. La ceremonia se realizaría en tan solo días y eso causaba las emociones de ambos reyes.
Edmund iba delante de todos y sus dos hermanas iban siguiendo sus pasos intentando alcanzar al ciervo blanco quien corría por los coloridos bosques de Narnia. Peter y Génesis intentaban alcanzar a los demás pero se le era muy difícil ante las repetitivas advertencias del hombre hacia su futura esposa quién le decía “No tan rápido Génesis; Podrás caer del caballo si cabalgas así de rápido; ten cuidado con esa rama” y entre otras cosas que le parecían absurdas a la muchacha.
— Peter no exageres — Dijo Génesis soltando un suspiro cansada —. He cabalgado millones de veces, ni me quiero imaginar si algún día tenemos un bebé — Los ojos de Génesis se abrieron de la sorpresa por sus palabras.
Peter la miró con una enorme sonrisa y las mejillas blancas de la mujer se tornaron rojas por la vergüenza.
— Pues seré peor cuando tengamos un bebé — Dijo Peter sonriendo con orgullo al saber que su prometida deseaba una familia con él.
A los pocos minutos lograron alcanzar a los demás pero el ciervo logró huir. Las hermanas Pevensie junto a Peter y Génesis se burlaron de Edmund quien se había ofrecido ir él solo en buscar del ciervo.
— Que es eso? — Pregunto Peter bajando de su caballo.
Los demás copiaron su acción mientras mantenían su mirada en un antiguo farol.
— Creo que lo he visto — Volvió hablar Peter.
— Es como de un sueño — Respondió Lucy —. O el sueño de un sueño...bitación — Aquellas palabras parecieron hacerle recordar algunas viejas imágenes en su mente a la menor de los Pevensie.
Lucy miró a sus hermanos y a su amiga para luego comenzar a caminar.
— Lucy! — Dijo Peter tomando la mano de Génesis para seguir a Lucy e intentar detenerla.
— Otra vez no — Dijo Susan y al igual que Edmund comenzaron a seguir a Lucy.
Lucy los guiaba por un camino donde habían demasiadas ramas, pero la chica no se detenía, algo en ella la hacia seguir avanzando. Poco a poco las ramas comenzaron a mezclarse con abrigos dejando confusos a los reyes y reinas de Narnia. El espacio también comenzó hacerse diminuto causando pisadas o algunos empujones entre ellos.
Peter quien sostenía firmemente la mano de su prometida en un extraño movimiento dejó de sentir su agarre y su voz se volvió a la de un niño.
De pronto todos salieron de un ropero y cayeron al suelo recordando por completo su vida fuera de Narnia, ya no eran adultos sino niños que habían estado en Narnia por años pero para el mundo, solo segundos.
— Génesis? — Pregunto Peter mirando a sus tres hermanos y sin tener rastros de la mencionada —. Dónde está? Génesis...
Año' 2013.
Exaltada despertó con un horrible dolor de cabeza, abrió con lentitud la puerta del ropero y se encontró con la antigua habitación de la mansión.
— Peter? — Fue lo primero que pronunció la chica al verse sola en esa habitación.
No comprendía el por qué sí había entrado al ropero con los hermanos Pevensie ante un pequeño escape para que la gruñona ama de llaves no los regañara por haber roto una ventana y una vieja escultura del profesor Kirke.
La niña salió corriendo de allí en busca de alguno de los Pevensie pero no, se encontró con su padre quien la miraba confuso.
— Cariño estás bien? — Pregunto Bernard al ver a su hija en un estado de Shock y con su piel tornándose pálida como si hubiese visto un fantasma.
— Papá...— Dijo ella casi como un susurro y sintió un enorme nudo en la garganta.
Sin pensarlo la joven abrazo a su padre mientras comenzaba a sollozar, el por qué era demasiado obvio, ya no vería a Peter ni a ninguno de sus hermanos, ni tampoco volvería a Narnia.
Bernard estaba preocupado por su hija. Ella debió crear una rápida mentira como “ví una araña gigante en la ventana” dejando más tranquilo al hombre.
— Creo que es mejor regresar al hotel, te ves cansada — Dijo Bernard mirando con una tierna sonrisa a su hija y ella asintió.
Lo extraño de todo fue no ver la presencia de la señorita Beatrice. Génesis mientras su padre se despedía de los demás turistas que habían ido a conocer la vieja mansión del profesor Kirke, posaba su mirada por la casa y el sector donde los niños estaban jugando, y aquella pelota salió expulsada por la ventana comenzando con esa loca pero mágica aventura.
— Deseo regresar otra vez algún día — Dijo Bernard abriendo la puerta del taxi.
— Yo también papá...
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Qué honor y orgullo lograr terminar la primera temporada de esta historia. Debo ser sincera con ustedes...no pensé que les iba a gustar tanto como para darme de su apoyo para una segunda temporada, pero lo hicieron y se los agradezco de todo corazón por eso haré lo posible de publicar el primer capítulo de la segunda temporada lo más pronto que pueda...hasta entonces muchas gracias por su hermoso amor 😍🌹✨
