𝐆𝐄𝐍𝐄𝐒𝐈𝐒 |𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐏𝐞𝐯𝐞𝐧𝐬𝐢𝐞|

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━━ 𝙂𝙀𝙉𝙀𝙎𝙄𝙎 𝙔 𝙀𝙇 𝙋𝙍𝙄𝙉𝘾𝙄𝙋𝙀 𝘾𝘼𝙎𝙋𝙄𝘼𝙉.

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Año' 2016.

Su vida después de Narnia no fue la misma. Había crecido y sus esperanzas de regresar al mundo mágico ya habían desaparecido.

— Génesis, hija por favor recibe a los invitados — Dijo Clarisa mientras terminaba con los últimos preparativos para la fiesta de los gemelos.

Los gemelos cumplían 11 años y le habían pedido a sus padres organizar una pequeña fiesta de celebración con todos sus amigos de la escuela. Génesis ayudaba a su madre con los preparativos mientras su padre iba por los obsequios.

— Mamá los vasos desechables, ya no hay — Dijo Génesis observando la mesa con comida y bebidas.

— Puedes ir por ellos a la cocina, están ahí cielo — Dijo Clarisa y Génesis asintió para dirigirse hacia la cocina por los vasos desechables.

Mientras tomaba los vasos desechables y los posaba en la mesada para sacar todos comenzó a oír un sonido en el sótano que la dejó confusa, miró a su alrededor y no había nadie con ella. Intento ignorar aquel sonido pero la puerta se abrió de pronto dejando sentir una fuerte ráfaga de viento, como si de magia se tratase.

— Mamá! — Dijo preocupada.

Los vasos y entre otras cosas livianas comenzaron a volar, de pronto las paredes se destruyeron dejando ver un bosque.

— Imposible...

Año' 1941.

— De nada — Dijo Edmund sentándose junto a sus hermanos.

— Lo tenía controlado — Dijo Peter fulminando con la mirada a su hermano.

— Y esta vez por qué fue? — Pregunto Susan con un tono de cansancio y enfado por las inmaduras actitudes de su hermano mayor.

Peter desde que regreso de Narnia y regreso a su forma de niño, nada le ha sido fácil. Casi siempre estaba en problemas por pelear con sus compañeros y el vacío que sentía al no saber nada de Génesis no ayudaba en absoluto.

— Me empujó — Dijo Peter con frustración.

— Solo por eso lo empujaste? — Pregunto Lucy con cierta sorpresa.

— No. Dijo que debía disculparme con él — El joven soltó un suspiro cansado y volvió a sentarse junto a sus hermanos.

Ya estaba harto de ser tratado como un niño, él quería ser un hombre valorado como lo fue en Narnia pero aquellos anhelos parecían ser un sueño lejano.

De pronto algo comenzó a molestar a los chicos causando que se levantarán molestos del asiento. El tren comenzó avanzar muy rápido junto una ráfaga de viento que despeinaba los cabellos de los cuatro.

— Parece magia — Dijo Lucy con cierta felicidad al saber de qué se trataba.

— Todos tomense de las manos, ahora! — Dijo Susan y todos obedecieron a su orden.

Sus corazones estaban acelerados, sus estómagos sentían un agradable cosquilleo al darse cuenta que estaban otra vez allí en el lugar que tanto deseaban volver.

Al llegar a una playa solitaria las chicas no tardaron en correr hacia el mar, los chicos también copiaron su acción para pasar un buen rato jugando en el agua.

— Que tienes Ed? — Pregunto Peter al ver que su hermano dejaba de jugar.

— En donde se supone que estamos? — Pregunto causando un poco de confusión en sus hermanos.

— Y tu dónde crees?

— Es que, yo nunca ví ruinas en Narnia — Respondió Edmund y junto a sus hermanos miraron hacia las supuestas ruinas.

[...]

Los hermanos Pevensie recorrían el lugar intentando saber quién lo había habitado antes pero ninguno logro saberlo, excepto Lucy.

— Imagina muros — Dijo la pequeña de los Pevensie —. Y columnas ahí, y un techo de cristal.

Los cuatro hermanos miraron hacia el frente imaginando aquellas cosas que su hermanita mencionó.

— Cair Paravel — Dijo Peter recordando el castillo con exactitud.

Su preocupación no tardó en aparecer, el castillo fue atacado durante su ausencia. Los cuatro ingresaron a la sala de los tesoros donde pudieron notar que nadie había ingresado a ese lugar por las antiguas cosas que estaban allí y cubiertas de polvo.

— Éramos tan altos? — Pregunto Lucy al ver uno de sus largos vestidos.

— Para ese entonces eras mayor — Respondió Susan con una sonrisa.

Peter con sus pasos lentos se acercó hacia la escultura que habían creado para Génesis, su bastón y vestido estaban allí guardados con delicadeza. A su lado se encontraban sus cosas como su gran espada y ropa.

— El gran invierno ha caído con su potente rugido...— Peter fue interrumpido por Lucy.

— Al sacudir su melena, la primavera llega — Dijo Lucy con tristeza —. Todos nuestros amigos, el señor Tumnus y los castores también ya no están...y Génesis.

— No, ella no — Dijo Peter negando pensar que su amada se encontraba muerta —. Ya es tiempo de averiguar qué sucede.

Antes de irse del destruido castillo, Cair Paravel, decidieron colocarse su vieja ropa narniana para estar más cómodos.

— Que haces Peter? — Pregunto Edmund al ver que su hermano tomaba el bastón de Génesis y lo llevaba consigo.

— Lo llevaré conmigo, no lo dejaré aquí — Dijo antes de salir.

Los tres hermanos se miraron entre sí y decidieron dejarlo sin mencionar ni una palabra sobre el tema, sabían que no sería fácil hacerle aceptar que las posibilidades que Génesis estuviese viva, eran pocas...