ii. tiempos pretéritos

1.3K 116 17
                                    

LA NOCHE se había prestado amenamente para charlar y convivir de nueva cuenta con mis amigos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

LA NOCHE se había prestado amenamente para charlar y convivir de nueva cuenta con mis amigos. La cosa se tornó amigable y pudimos reír y hablar de temas triviales. Me sentí feliz y eso me hizo recordar como solía ser mi vida cuando los tenía a ellos en ella. Resultó que Lizzie comenzó un pequeño romance con Chris. Ellos aun no le dicen a nadie de los integrantes del grupo, al parecer; sin embargo, aquellas miradas y apretones de manos y piernas durante toda la noche reveló su amor. No me lo podían negar.

La cuestión que me derrumbó un poco fue que, precisamente no pensé en que hacia falta un integrante en ese grupo tan peculiar; Sebastian. La manera en la que apareció en ese bar, fue casi la misma que cuando lo conocí.

Me encontraba en el baño de las damas. En este, me encontré a una joven de no menos de diecinueve años, un tanto ebria y con el corazón hecho añicos parece ser. Al encontrarla llorar en un baño, mi corazón no pudo sentirse más compadecido. Toqué un poco su puerta y ella me gritó que me alejara. Entonces, me recargué en su puerta y decidí hablar un poco porque todas en alguna ocasión, nos encontramos así.

—Hola —saludé lo más amigable que pude, aunque en mi voz, se logró distinguir la tristeza que su llanto me transmitió—. Mi nombre es Eleonora. Eleonora Sodi. Mis amigos me dicen Leo, de cariño y tengo treinta y dos años de edad. No sé por lo que estás pasando, pero, no lo sé, no he podido evitar detenerme a preguntarte si necesitabas un poco de ayuda o... o algo ¿sabes? —para pronto, una muchacha salió del baño. Era linda. Se sorbió la nariz y con los ojos rojos y llorosos me miró con ternura.

—¿Tienes un poco de dinero para un taxi? —me preguntó con la voz en un hilo.

—Claro que sí —inmediatamente saqué de mi bolsillo trasero un par de dólares que tenía y se los di todos. Ella los tomó con duda pero los tomó—. ¿Necesitas algo más? —la chica no hizo otra cosa más que soltarse a mi cuerpo y darme un abrazo fuerte. Quizá, como signo de agradecimiento. No fueron más de cinco segundos cuando salió del baño sin siquiera darme una última mirada.

Me quedé mirando la puerta del baño y solté un gran suspiro, pensando en las penas que miles de personas debían estar pasando en este momento y en que la vida se trataba precisamente de momentos. Salí de este y me encontré con Chris y Lizzie conversando. Ellos me miraron y yo ladeé la cabeza burlona. Lizzie fingió dirigirse al baño, así que pasó por un lado mío y entró. Chris por su lado, no sabía como disimular su pequeño encuentro sospechoso con su "amiga". Me acerqué a él curiosa y burlona.

—Así que... —comencé y él sólo comenzó a fingir limpiar sus manos en su pantalón.

—¿Qué? —preguntó despistado.

—¿Qué hay entre Lizzie y tú? —pregunté sonriendo.

—¿Lizzie y yo? Nada. Por Dios, no —dijo con un nerviosismo que pude notar. Su mirada vagaba por todos lados menos en mis ojos—. Sólo nos cruzamos. Salía de baño y ella iba hacia el.

darling  ━ sebastian stanWhere stories live. Discover now