Treinta y tres.

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«Capítulo treinta y dos.»

Gabriela.

Abrí mis ojos cuando Valentín se movió en la cama, quedando frente mío, sonreí al ver que seguía durmiendo y como fruncia el ceño sin tener algún motivo. Llevé mí mano a su mejilla y la acaricie suavemente mientras observaba esos detalles de su cara, que cuando estaba lejos no se le distinguían bien.

Tenía unas poquitas pecas en su nariz, y un lunar cerca del labio que de eso ya me había dado cuenta, sus pestañas eran largas y sus labios rosaditos, Valentín era hermoso y me encantaba. Me tenía loca, todo él era hermoso.

Por eso, no lograba entender como es que ninguna chica se fijó antes en él, con el bombon que es enamoraria a cualquiera.

— Me pones nervioso si me miras así.—Susurró sin abrir sus ojos, sonreí llevando mi mano a su pelo para acariciarlo y dejar un beso en la ounta de su nariz.

— Es que sos un bombón.—Hablé, sus ojos por fin se abrieron dejandome ver ese azul intenso, estaba un poco chinito por las tantas horas que habíamos dormido.

Sonrió y se desplazó en la cama para llegar hasta mi y apoyar su cabeza en mi pecho, abrazandome por la cintura y empezando a hacer caricias con sus dedos, cerré los ojos y disfrute su tacto suave que me estaba volviendo loca.

— Ya hay que levantarnos Valen, es tarde.—Aunque me costo decirlo lo tuve que hacer, no podíamos seguir durmiendo después de haber faltado a la escuela.

— ¿Qué hora es?—Preguntó levantando su cabeza y mirandome a los ojos con su pera apoyada en mis pechos, sonreí y agarré mi celular para mostrarle la hora, abrió los ojos grandes y después me volvió a mirar.—Nos quedamos dormidos, hay que ir a la escuela Gabi.—Habló sentándose en la cama rápido.

Largue una carcajada, estaba todo despeinado y su cara de sorprendido me mataba.

— ¿Qué?—Preguntó levantando una ceja y frunciendo el ceño, sonreí y me acerqué para tomarlo de las mejillas y plantarle un beso en los labios.

— Valen, ya es tarde no nos van a dejar entrar.—Negué con la cabeza y volví a dejar un beso sobre sus labios, sonrió y me agarró de la cintura acercándose más a mí.—¿Sabes lo que vamos a hacer ahora?—Pregunté divertida, sonrió y negó con la cabeza.

— ¿Jugar a la play?—Preguntó abriendo los ojos, giré los míos y después suspire.

— Yo quería garchar, pero bueno, me gusta.—Dije mirando como su cara cambiaba y sus mejillas tomaban ese color rojito lindo, me reí y lo tomé de las mejillas cuando intentó esconderse en mi cuello.

Acerqué mis labios a los de él y los rose sintiendo las cosquillas que causaba su respiración cuando chocaba con mi boca, los humedeci y después de ver como él imitaba mi acción me acerqué uniendolos en un beso suave y lento, me agarró de la cintura y empezó a acariciarla.

Valentín ya sabía mi punto débil para caer en sus brazos, y me encataba que siempre que me tocaba lo haga con tranquilidad y suavidad.

— Te amo.—Susurró sobre mis labios cuando nos separamos, sonreí y volví a dejar un beso en sus labios.

— Yo también Valen, mucho más.—Respondí tirandome arriba de él y abrazandolo por la nuca mientras envolvía su cintura con mis piernas, dejé besos en toda su cara mientras él se reía.

Me separé para mirarlo a los ojos y dejar un beso en su frente, no podía creer lo hermoso que era Valentín, aun con esa carita de dormido y el pelo todo despeinado.

— ¿Queres comer algo?—Preguntó sonriendo, mordi mi labio conteniendome las ganas de decirle algo zarpado y asenti con la cabeza.

— Si, tengo hambre.—Respondí, asintió y antes de pararse dejó otro beso en mis labios y salió de la cama, dejándome ver que solamente estaba con un pantalón largo y sin su remera dejando a la vista su abdomen hermoso.

Sonreí y pegué un silbido.

— ¡Lindo, rompeme todo menos el corazón¡ Papito.—Grité silbando otra vez, se giró para mirarme con las mejillas rojas y se río tímidamente mientras negaba con la cabeza.

— Atrevida.—Se quejó riendo, caminó hasta el baño de su pieza y yo me reí cuando me miró antes de entrar, para comprobar de que no le siga gritando cosas.

Cerró la puerta y yo enseguida me paré, sacandome su remera y quedando en ropa interior, caminé hasta la puerta y sin tocar antes, me mandé, buscándolo con la mirada. Sonreí cuando lo vi lavandose los dientes y me miró a través del espejo.

— Valen, tengo hambre.—Dije tocandole el hombro y haciendo puchero, dejó de hacer lo que estaba haciendo y me miró con la boca medía abierta.

— ¿T-te cocino algo?—Preguntó tragando saliva y cerrando fuertemente sus ojos para después abrirlos otra vez.

Negué con la cabeza y me acerqué a él, mirandolo a los ojos. Agarré sus manos y las llevé a mi culo para que lo agarre y lo apriete.

— Valen...—Susurre para que me miré, subió su vista hasta mis ojos y largó un suspiró notorio.

— ¿Q-qué Gabi?—Preguntó ya con la respiración medía agitada, saqué mis manos de arriba de él y las llevé hasta el borde de su pantalón para jugar un poco y después meter una por arriba de la tela de su boxer, apretando su miembro.

Largó un jadeo tirando su cabeza para atrás y mordió su labio fuertemente, mientras más tocaba por debajo de su pantalón, sentía como cada vez más el bulto iba creciendo entre jadeos de él. Acerqué mis labios a su cuello y empecé a dejar besos húmedos mientras mordia su piel para dejar marcas.

— Valen, te extrañé.—Murmure apretando su erección en mi mano, largó un gemido haciendo que me moje al escucharlo.

— Y-yo tam... también Gabi.—Respondió agitado, sonreí cuando sus manos apretaron mi culo y me pegó más a él.

Una de su mano fue subiendo hasta mi espalda, mientras acariciaba con sus dedos mi piel y llegaba hasta el borde de mi corpiño.

Sin contenerme, ni pedirle permiso, metí mi mano en su boxer, agarrando su pija, sintiendo lo caliente y palpitante que se notaba. Sus gemidos se empezaron a escuchar cuando envolvi su miembro en mi mano y empecé a masturbarlo, mojandome también a mi.

— Valen...—Susurre sobre su oido, mordi el lóbulo y sonreí cuando él hizo un ruidito con su boca para que siga hablando, pero no lo hice.

— ¿Q-qué?—Jadeo tirando su cabeza para atrás, sonreí cuando apoyó su frente con la mía, sus ojos estaban más oscuros que de costumbre, mostrando ese brillo hermoso y lindo.

— Valen, quiero que me la metas.—Mordi mi labio cuando sus mejillas se pusieron rojas, pero aun así sus labios capturaron los mios para besarme desesperadamente, unió su lengua con la mía y mordió mi labio.

— Yo también quiero.






















🏵🏵🏵
q paja escribir smut ahre.

perdón por tardar SIETE DÍAS, no me sentía (siento) muy bien para escribir.

pero bueno, lo pidieron tanto q acá está.

:)

Virgen ; WosNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ