Capítulo 55 - Por una buena causa

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Capítulo 55

POR UNA BUENA CAUSA

Simón hablaba por teléfono cuando Manuel entro en su pequeño rincón privado. No entendía lo que decía, estaba en otro idioma, "vieni domani, il paziente aspetterà con ansia"... Se acercó en silencio y esperó que terminara la conversación. Dio por finalizada la llamada y se fijó en el moreno a conciencia. -¿Sabes lo que pudo costarme tu irritante comentario de hoy? – Era gélido, opresivo, con rabia contenida a simple vista. -Si sus clientes enferman es un problema...Lamento mi poco tacto para abordar el tema – Mocho fingió tranquilidad. De eso se trataba, era una guerra de poderes. -Tu deber es avisarme con tiempo, para no hacer el ridículo frente a los mejicanos- Su rabia era controlable, Mocho tenía una mínima posibilidad. -Todo sucedió muy rápido. La chica se descompensó en cuestión de segundos y minutos más tarde llegó usted con los invitados. Lamento haber arruinado la fiesta...- Simón se le acercó calmado y palmeó su espalda. -Te falta mucho para ser mi sucesor, tienes demasiado camino por andar. Aprecio el detalle de cuidar al grupo de un virus, pero hay que escoger el momento y el lugar para decir las cosas, no puedes ir por la vida sin pensar - El tono de Simón volvía a su calma habitual, por extraño que pareciera no lo consideraba peligroso. -¿Qué hará con la chica enferma? – Era tiempo de anticipar el próximo movimiento. -Mañana viene un médico. Uno de la región que habita a poca distancia. Tú encárgate de que coma y no la toques por si lo que tiene es contagioso. Tal vez deberías cambiar de guardia con Carlito... -Es mejor que siga siendo yo el encargado de la chica. A menos contacto de otros disminuye el riesgo. – Manuel estaba aliviado, pero ahora su preocupación era otra. -De acuerdo, seguirás ocupando el cargo, pero por favor, no me decepciones – En otras palabras, "Una más y estas muerto". -Gracias. ¿Puedo retirarme? – Su nobleza era diferente a la de sus compañeros. Era apreciable su humildad. -Sigue con tu labor. Debo entrar en contacto con alguien importante y encontrar la forma de convencerlo... Retírate – La mente dispersa de Simón viajó a otro lugar. Ya Manuel no ocupaba un lugar en su cabeza. El moreno salió aliviado, respirando a pleno pulmón nuevamente. Elías le observaba con gesto indescifrable, como leyendo su mente. -¿Y a ti que mosca te picó? – Reprochó Mocho, sabiendo que el lugar que ocupaba generaba la envidia de sus compañeros. Nadie era su amigo, nadie daría la vida por él, el mundo era así, cruel, despiadado. -¡Ay Negro, no te resbales! ¡Mucho cuidadito con lo que haces! – Advirtió Elías malicioso.


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ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE (TERCERA PARTE)Where stories live. Discover now